Capítulo 34

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5/5 Maratón

P.O.V Emilia

Lentamente camino hacia el auto de Claudio cómo con miedo a caer, es que vamos, quién no estaría nerviosa sabiendo que conocerá a la familia de su novio? Bueno esposo.

— Calmate linda, todo saldrá bien, te adorarán— Claudio me toma de la mano una vez dentro del auto.

— Eso espero— suspire viendo como el auto se pone en marcha a la casa de su familia.

Durante el trayecto las manos me temblaban mientras que Claudio me animaba.

— Emy, llegamos— me anuncia el chico a mi lado.

Giro mi cabeza a la casa a mi derecha, me quedo de piedra al ver la casa, he dicho casa? Quise decir mansión.

— Estás seguro? Creo que te confundiste de casa— lo miro a los ojos con la esperanza de que encerio se haya confundido de lugar.

— Pues no, estoy seguro que es aquí porque desde que tengo memoria he vivido en esa casa— tiene que estar realmente loco para llamarle a esa lugar "casa".

Suspiró por última vez decida me bajo del auto.

— Vamos— me toma de la mano y juntos caminamos hasta estar frente a la enorme puerta marrón.

El chico a mi lado presiona un pequeño botón situado a un lado de la puerta mientras que por otra parte mis piernas tiemblan asemejándose a una gelatina.

Y si su familia ya se enteró que fue por mi culpa lo que le sucedió a Claudio? Y si no les agrada las personas calladas? Y las parlanchinas?

— Tranquila Emilia, todo saldrá bien, no sucederá nada, créeme— me sonríe y deposita un beso en mi frente para luego mirar a la persona que está situada frente a la puerta.

— Claudio— la señora se abalanza a los brazos de mi chico.

Con cierta intriga miro la escena preguntándome quién es la señora.
Me parece haberla visto antes, pero cuándo? Dónde?

— Oh perdón— se separa de Claudio y me mira para luego sonreír— Soy Rita, la abuela de Claudio.

La miro por unos segundos preguntándome en donde la he visto antes, pero nada llega a mi mente por lo cual decido sonreírle de igual forma y brindarle un beso en la mejilla.

— Emilia, un placer— me enderezó en mi lugar nerviosa por lo que a de pensar de mi.

Seguro y piensa que soy una irrespetuosa por mirarla tanto tiempo y no saludarla como es debido.

— Lo se Emy, veo que no me recuerdas, nos conocimos en el hospital— en ese momento el flash hack de cuando Claudio estaba en coma llega a mi mente— Pero pasen pasen— se hace a un lado y nos deja la entrada libre.

El chico a mi lado me toma de la mano, lo miro curiosa y el solamente me sonríe transmitiéndome una gran tranquilidad.

Caminamos por los largos pasillos de la casa-mansión mientras que yo solo me permite observar todo lo que hay a mi alrededor, es todo tan moderno y lujoso. Ni siquiera mi vida vale más que esta mansión.

— Hijo!— oigo como gritan desde las escaleras, miro atenta a el señor que baja corriendo como un toro hacia nosotros.

— Padre— pronuncia Claudio y se funde en un gran abrazo con el señor de edad avanzada.

— Cuánto tiempo hijo, estas más grande— lo toma de los hombros y se permite mirarlo de arriba hasta abajo— Y hasta estas casado— me mira por primera vez con una mirada que no sabría decifrar.

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