Acorralada

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Al llegar a la universidad, todo el mundo me miraba, cuchicheaba e incluso una chica quiso hacerse un selfi conmigo, fue algo...
Anecdótico y raro.

No pasé de desapercibida en ningún momento de la mañana.

Incluso uno de los profesores me hizo contar allí en mitad del aula y en voz alta la experiencia, aquello estaba empezando a parecerme surrealista.
Al terminar de explicar toda la experiencia de la entrevista me dieron un aplauso que hizo subir mi rubor.

En ese momento, miré a Juan y me volvió la mirada, estaba serio y con cara de culo como suelo decir a aquella cara seria, sobria y enfadada.
Estando en un cambio de clase, me llamaron por teléfono de la dirección de la misma universidad.

Fui al despacho del decano con un ataque de nervios, llevaba en elnombligo un nudo que casi no me dejaba respirar, el decano era alguien que imponía demasiado respeto y miedo, siempre que lo había visto se había mostrado seco, distante, alguien demasiado elitista para que nosotros sus alumnos vonfiasemos en él, por la facultad se rumoreaba que era un sádico suspendiendo a la gente y disfrutaba con ello.
tal como me indicaron en la llamada me senté en la cómoda silla de aquel despacho luminoso, con una mesa llena de papeles y con el decano al otro lado de ella..

—Candela me ha llamado Tania Santander.
Me ha dicho barbaridades, está muy decepcionada contigo y con nosotros por mandarle una alumna así de, y cito literal- aclaró-, "aprovechada y sinvergüenza" y ha jurado y perjurado que nunca más nos ofrecerá su ayuda.
¿Puedes explicarme qué ha pasado?

Este hombre se debía haber bajado de la vida por unos días. Pensé.
¿Quién no sabía que La Noche Secreta había anunciado una entrevista que no transmitió y que el loco apareció en todas las redes sociales siendo entrevistado por Candela Romero? O sea por mí

—Pues...— le conté con pelos y señales todo lo que viví allí.
Desde el primer día.
Los trabajos tan poco comunicados con el periodismo que tuve que hacer, llevar café, barrer escaleras, hacer pedidos de agua, recoger cables... cómo llegó Gloria llorando y pidiendo que la escucharan y no lo hicieron, cómo me puse en contacto con ella, que intenté convencer a Tania de hacer una entrevista al loco mucho más livoana, todo, intenté no dejar ningún detalle atrás.
Hasta como Tania me había insultado, amenazado y echado de las prácticas insinuando que conseguía mis propósitos con favores sexuales.
La conversación nos llevó más de la hora, el señor decano hizo muchísimas preguntas a lo que le iba contando, me interrumpía a cada rato y anotaba hasta las veces que había pestañeado mientras hablaba.

—¿Entiendes que te tengo que suspender por esto?

—¿No hay forma de arreglarlo?—pregunté, pues era tremendamente injusto a mi parecer además de fastidiarme mi proyecto final y no poder graduarme.

—Puedes presentar un proyecto de recuperación.
Normalmente no lo hago.
Pero ya que el informe lo tiene que rellenar la empresa que ofrece las prácticas y por lo visto, parece que es un ataque de cuernos, según tú
Te ofrezco esa posibilidad.

—¿Puedo presentar la entrevista del loco? Eso sí que han sido unas practicas de verdad —dije—, he investigado, contactado, entrevistado...

El decano sonrió y dijo:

—La he visto y no tiene desperdicio, enhorabuena, tráela en un formato pdf.
Estás aprobada.

Al escuchar aquello casi me levanto y le doy un beso, pero en vez de eso, le di las gracias un millón de veces antes de salir del despacho.
Pues sí que estaba equivocada con el decano, ni se había bajado de la vida ni era un señor estirado y distante, más bien lo contrario, había confiado en mi palabra dando veracidad a lo que le había explicado y además me había aprobado.

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