Habíamos llegado a casa de Ale, después de que el innombrable nos estropeara la noche, mi chico me contaba por petición mía lo que había ocurrido.
-Que te cansarás de mí, que no te enamoras...
dijo, ¿te ha contado ya, que nunca tendrá familia?
Es una mantis...-¿¡una mantis!? Qué hijo de puta-dije.
-A mi me encantaría morir así-dijo acercándose mientras se desabrochaba la camisa.
-interesante...-dije
Alejandro tiró de mis piernas haciendo caer con mi espalda en la cama, habíamos entrado directos a la habitación.
Tenía una cara de diversión muy seductora y me arrancó las bragas, crujieron, se partieron.-Nooo-dije lastimosa-otra vez, eran nuevas.
-Me da igual, te compraré otras, me interesa esto de aquí-dijo clavando sus dedos en mí.
Me mordí el labio por el gustazo que me dio.
-Tendrás que hacer que merezca la pena, eran muy caras.
-Merecerá la pena...-bajó y me besó, lamió y chupó a la vez que jugueteaba con sus dedos en mí.
Estuvo allí durante un buen rato, hasta que le tiré del pelo, porque ya no lo soportaba más.
Los espasmos aparecieron agresivamente haciendo que el resto de caricias me molestaran.
Lo subí agarrado por los pelos hasta mi boca, me comí aquella boca jugosa sin sabor a tabaco mientras que me recuperé un poco y luego me senté en su virilidad, dura, ancha y venosa.
Me encantaba ese juego.Hablábamos mientras hacíamos el amor.
Nuestros secretos se quedaban en la cama.Siempre teníamos un primer encuentro salvaje, animal... para desahogarnos y luego nos dedicábamos a amarnos.
A contarnos con caricia todo lo que teníamos dentro.Aquellas conversaciones eran las mejores del mundo.
No se podían comparar con nada.
Era la manera en que Alejandro desenredaba mi cabello.-Tengo que contarte algo-dije mientras me frotaba con él en mi interior.
-Cuéntame morena mía-dijo clavando sus dedos en mis caderas, ayudándome a moverme.
-Nunca antes me había enamorado.
Alejandro sonrió, enseñándome esos hoyuelos perfectos y adorables, se incorporó besándome con pasión.
-Tú también eres mi primer amor...
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¿Qué quería salvarla?
¿Princesa indefensa?
Curiosa visión de lo que cree que veo de ella.
Gloria me había contado solo que una estudiante me quería entrevistar, me dijo: Probemos Ale, no tenemos nada que perder.
Y mi respuesta fue: Ni nada que ganar Gloria, no me hace mucho chiste que una niña juegue a ser profesional con mi caso...
Pero cuando la puerta del bar Casa Manué se abrió, pensé "tierra trágame".
Una preciosa chica morena de ojos grandes y almendrados tendió su mano., en todo momento la vi segura de sí misma, mujer y no niña como había pensado.
Estuve nervioso, tenso, no era capaz de mirarle directamente a los ojos, hasta que me obligué a ello y me dije a mí mismo: Ale, asústale, que salga corriendo que no se acerque a ti.

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Candela
Storie d'amoreAlejandro, El Loco, ha sido puesto en libertad después de 12 años en prisión por un error. Candela, nuestra protagonista y estudiante de periodismo, está dispuesta a poner en marcha un plan para demostrar quién es el verdadero asesino de Fernando Ga...