Capítulo 22

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22

La tarde había pasado rapidísimo, un día lleno de nuevos paisajes, aire, historia... Una tarde encantadora, bueno eso era el caso de todos menos del de Inuyasha Taisho. Para él el día fue una tortura, Jinenji mantuvo a Kagome muy bien entrenida y alejada de él. El guía turístico ser había ganado el odio inmediato de Inuyasha Taisho.

Ya era de noche, y como Kagome había dicho se encontraban los hombres preparando la carne en la parrilla, todos sus empleados se mantenían correctos, nadie hablaba... Los ojos de todos se encontraban en como la carne se cocía gracias al fuego. Inuyasha levantó la mirada y busco a su azabache, Kagome se encontraba conversando animadamente con Ayame mientras picaban verduras para hacer ensalada.

-Y... -Inuyasha alargo la "y" buscando tema de conversación-  Shippo - el hombrecito al escuchar su nombre salto y como un militar se paro- Esto va para todos- suspiro el peli plata - Estamos fuera del trabajo, la única regla es divertirse y relajarse. Así que, por favor tratemos de estar cómodos.

Y después de aquellas palabras de parte del jefe de la empresa, el ambiente paso de ser pesado a ser ligero. Las conversaciones fluian y en algunas Inuyasha participaba, al final, está connivencia había servido de algo.

-Tengo el sueño pesado ¿Me despertarías en la mañana? - pidió Ayame metida ya en la cama.

-Claro - Kagome recién se hidrataba la piel de pie en el centró de la habitación, Inuyasha se encontraba dándose una ducha.

-Gracias, hasta mañana Kagome-  la azabache le sonrió en respuesta y ella se término de tapar para recostarse, al apoyar su cabeza en la almohada cayo de inmediato dormida.

-Es una niña. Pobre, lo que le espera... - murmuro para si misma pensando en el complicado humor de su jefecito.

-¿Lo qué le espera? - el tono de voz varonil de Inuyasha se escuchó a su espalda.

-Señor... -lo miro de arriba abajo, la parte de arriba el peliplata la tenía descubierta dejando a la vista su torso esbelto. La parte de abajo era cubierta por un pantalón deportivo gris.

-¿Qué quisiste decir? Kagome... - se acercó a ella haciendo que el olor a jabon en él llegue a las fosas nasales de la azabache.

-Simple. Que usted es complicado-  se encogió de hombros sin apartar su vista, Inuyasha se acercó hasta quedar a centímetros de sus labios.

-¿Complicado?  Dime más - la respiración de Inuyasha tocaba el rostro de Kagome, lo que la hacía suspirar.

-Es engreído, orgulloso, enojon, mujeriego...

-Ah, ah, ah - callo a Kagome poniendo su dedo índice en los labios carnosos de su secretaría - Ya no soy un mujeriego Kagome. A la única que tendré como mujer, como amante y amiga... Serás tú, Kagome.

Posó su mano en un lado de la cintura de Kagome y la atrajo hacía él, haciendo que todo espacio de distancia desaparezca. Con su otra mano acarició el lado izquierdo de su rostro, su mano descanso en la mejilla sonrojada de la azabache y fue acercando sus labios al de ella.

-Espere... - lo detuvo Kagome haciendo su cabeza para atrás y poniendo sus manos en el torso de este - Está Ayame.

-Ella está durmiendo-  murmuro después de dedicarle una rápida mirada a la pelirroja - ¿Quieres qué te bese?

-No solo quiero eso, señor...

-Más... ¿Quieres más? - ahora el interior de Inuyasha ardía, necesitaría otra ducha, pero está vez con agua fría.

Kagome sonrojada completamente asintió, desde que lo vio después de salir del baño lo único que quería con él era volver a repetir lo de este mediodía. Quería sentirlo de todas las maneras posible.

-¿No quieres hacerlo aquí?  -señalo la cama Inuyasha- ¿Sabes? El baño no está mal, es grande, está limpio y... -Kagome tomo su mano y empezó a caminar con él hasta el interior del baño - Eso es un gran sí... - se rió Inuyasha en el camino.

Al entrar y cerrar la puerta del baño, Kagome empujó a Inuyasha contra los azulejos y empezó a besarlo, el peliplata la abrazaba de la cintura y con la otra mano acariciaba su trasero cubierto por una fina tela. La azabache pasaba una de sus manos por todo el torso desnudo del peliplata, subía y bajaba hasta donde el pantalón de él  se encontraba.

En un rápido movimiento Inuyasha giro dejando a Kagome contra los azulejos. Ahora con desenfreno y desesperación Inuyasha la acariciaba, subió una de las esbeltas piernas de ella a su cintura acercándola más a él. Kagome sintió su ya abultado miembro contra su intimidad y gimió abriendo la boca acción que Inuyasha aprovecho para introducir su lengua y explorarla como nadie jamás lo había hecho.

Pego un salto y enrollo sus piernas alrededor de la cadera de Inuyasha acercándose mucho más que antes, sintiéndolo duro a causa de ella. Inuyasha metio su mano por debajo de la blusa y acarició su vientre hasta llegar a sus senos, apretó uno provocando gemidos en Kagome, con un dedo acariciaba el pezón volviéndolo duro, no dejaba de sacar suspiros de su azabache.

-¿Sabes? - dijo dejandola de besar y alejadondose para mirarla, su cabello revuelto, mejillas rosadas, ojos risueños y labios hinchados y rojos... Una vista esplendorosa para él.

-¿Qué?  - preguntó Kagome con sus manos enrrolladas en el cuello de este.

-Estoy... Estaba celoso y molesto - confesó, debajo de la blusa su mano jugaba con el pezón y la seguía haciendo suspirar.

-Por Jine...

-No digas su nombre... - le corto - Por él, te alejo de mí toda la tarde, te tuvo solo para él , hablaban de cosas que tenían en común, se sonreían y reían... Me moleste porque tuve miedo de que él te tuviera sencillamente, cuando yo tuve que pasar por mucho para darme cuenta que te amaba y para estar al fin juntos. Tuve miedo...

-Inuyasha... - Kagome ahora al escucharlo sabía que estaba con el hombre correcto.

-No me dejarás ¿Cierto? - preguntó Inuyasha.

-Por el momento no -sonrió con picardía.

-¿Por el momento? - Inuyasha volteó los ojos - Bueno, eso es suficiente - y volvieron a lo que estaban.

Se besaron, se acariciaron por encima de la ropa y luego sin ella, quedaron expuestos antes los ojos de cada uno, bajo la ducha  volvieron a experimentar el climax. Sus gemidos y suspiros eran camuflados por el agua golpear contra el suelo.

°°°
Un joven muy apuesto hacía su presencia en el aeropuerto, acababa de llegar de un viaje muy largo que lo había mantenido alejado de sus semejantes. Ahora estaba aquí, dispuesto a encontrar lo que dejó hace  seis años.

-¿Dónde estarás... Kagome?

°°°

Buenas, buenas mis queridos!!!

¿Cómo están? 👀

Aquí dejó un capítulo de TE NECESITO recién salidito del horno.

Espero y les guste mis queridos, ya nos leeremos pronto.

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ᴛᴇ ɴᴇᴄᴇꜱɪᴛᴏ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora