Capítulo 15

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15


-¿Después de esta reunión sigue el almuerzo con los rusos?

-Sí señor, ya he hecho reserva en el restaurante industrial en gastronomía – respondió Kagome caminando a su lado, habían llegado al edificio en donde sería la junta con los demás CEO'S de las demás empresas.

-¿Almorzaras conmigo? – le dijo al entrar al elevador.

-Almorzaré, pero no con usted. Ya sabe que los rusos creen algo indignante que una mujer este en medio de su charla de negocios – blanqueo los ojos Kagome, recordando la primera vez que se topó con aquellos rusos.

-Debería de romper nuestros acuerdos, son algo machistas – dijo de la nada Inuyasha sorprendiendo a la azabache.

-¿Qué? No señor, no lo haga, son unos inversionistas potentes y necesarios para la empresa.

-No son necesarios – bufo Inuyasha testarudo.

-Tal vez no sean necesarios, pero en Rusia la venta de sus productos siempre es elevada- recordó Kagome en el momento en que las puertas del elevador se abrían.

-Señorita Kagome – Inuyasha y Kagome miraron hacía el frente al escuchar el nombre de la azabache. Bankotsu sonreía a unos cuantos pasos de ambos.

Inuyasha tensó su mandíbula al verlo y cerró sus manos en puños. Kagome le sonrío levemente mientras que de reojo miraba a su jefe y sus reacciones, se le adelanto saliendo del elevador al ver que su jefe no se movía.

-"Señorita Higurashi" para ti Bankotsu – rugió desde atrás Inuyasha, recuperándose al ver a Kagome adelantarse, dando unos pasos llegando a su lado.

-Tal vez para ti sea así, pero no para mí – socarronamente Bankotsu sonrió. Inuyasha lo fulmino con la mirada, entendió el doble sentido de la oración.

-Buenos días señor Takeda – interrumpió el duelo de mirada entre ambos hombres, ambos la miraron – Señor Taisho, la reunión está a punto de comenzar, busquemos nuestros lugares – toco el hombro de Inuyasha mirándolo fijamente, calmándolo con la mirada.

-Bien vamos – masculló Inuyasha y empezó a caminar por detrás de su secretaria. Entraron al gran salón de conferencias e Inuyasha volteo su cabeza hacía atrás frunciendo su ceño al darse cuenta que Bankotsu les seguía el paso.

-¿Señor? –Kagome lo llamó desde su asiento al ver que su jefe se detuvo - ¿Inuyasha? – lo llamó por su nombre al ver que no la miraba.

Inuyasha la ignoro y se volteó dándole la espalda, fulmino una vez más con su iris al moreno.

-¿Por qué nos sigues?

-¿Enserio quieres la respuesta Taisho?

-Sí, la quiero.

-Bueno, una respuesta estúpida para una pregunta estúpida – suspiro Bankotsu con una sonrisa burlesca – Mi lugar está por allá – señalo el asiento a un lado de Kagome, que sí, claramente en la mesa llevaba el nombre y apellido del moreno.

-Carajo...- masculló al notarlo.

-Sí, carajo... ahora déjame pasar Taisho – y esquivándolo lo paso de largo tomando asiento del lado izquierdo de Kagome.

-Señor... tome asiento y...compórtese – lo último lo dijo entre dientes con una mirada de advertencia. Inuyasha volteo los ojos y se sentó a su lado derecho. En los 10 minutos que quedaban todo el salón de conferencia se llenó de todos los empresarios junto con los asistentes a su lado.

-Tendrás suerte si después de esto no te despido – Kagome escuchó a su lado izquierdo hablar a Bankotsu por el teléfono, lo miro y tenía su ceño fruncido, estaba molesto. Bankotsu se dio cuenta de su mirada en él y trato de reponerse - -Mi secretario no vendrá...- explico y se froto la sien – Creo que hoy no habrás notas para mí...

-Tomare notas por ti – le dijo Kagome, después de todo no era difícil tal tarea – Pero no... no le digas nada al señor Taisho – miro de reojo hacia atrás en donde Inuyasha conversaba con un empresario a su lado.

-De acuerdo no le diré nada – le sonrió burlesco mirando en dirección al peli plateado, para después bajarla hacia la azabache – Gracias Kagome...

-No es nada señor Takeda.

-Como odio estás formalidades – Bankotsu con gracia se golpeó la frente – Solo di mi nombre...

-Tal vez, pero no en el horario laboral.

-O sea nunca – Bankotsu negó.

-O sea nunca – con una carcajada Kagome repitió.

-¡Daremos inicio a la reunión anual, así que por favor señores y señoritas, tomen su asiento!

°°°

-Bankotsu – Kagome lo llamo en cuanto su jefe se marchó para hablar con unos empresarios. El moreno se giró y le sonrió en cuanto escuchó su nombre.

-Kagome – no menciono nada, no quería corregirla.

-Las notas – Kagome le tendió dos hojas A4 con escritos, palabras claves y algunos cuadros gráficos.

-Muchas gracias Kag, enserio, creo que sin esto hubiera estado perdido en mi trabajo.

-No agradezcas, además, sé que eres un gran empresario, mucho no te habrías perdido – lo alago con una sonrisa, tener al moreno como una amistad le gustaba.

-Bueno, si tú lo dices... sí, soy un gran empresario ¿Cierto?

-Sí, con un ego y orgullo a lo alto al igual que todos – graciosa le comento.

-Siempre hay que ser humilde con uno mismo de vez en cuando Kag – ella asintió de acuerdo con lo dicho – Muchas gracias, sino tuviera trabajo pendiente te secuestraria para solo ir a tomar un helado.

-¿Por qué me secuestrarias?

-Porque, sé que no irías – Kagome le sonrió en disculpa – Eres leal y eso es lo que me gusta, pero sobre todo... que acudes a quien lo necesite dejando de lado todo aquello – Bankotsu se inclinó hacia ella y se despidió con un beso en la mejilla de la azabache, dejándole un leve sonrojo en ellos.

-Bankotsu...

-Nos vemos, porque sé, que te volveré a ver – le guiño un ojo y la rodeo, marchándose del gran salón de conferencias.

Se volteó y suspiro, cerró sus ojos y empezó a mover su cuello de un lado a otro haciendo tronar sus huesos y moviendo sus tensos músculos. Con su carpeta en manos bien sellada abrió sus ojos y se topó con unos furiosos ojos dorados. 

°°°

Ey mis queridos Comenten y Voten 

¡Nos leemos!

ᴛᴇ ɴᴇᴄᴇꜱɪᴛᴏ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora