Comienzos y pasados

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Autora: casi 2000 palabras... Estoy inspirada.

Castle sentía como sus mejillas enrojecidas chocaban contra el viento que le daba en la cara mientras corría por las calles de Manhattan en dirección a su casa. Sentía la vergüenza recorrer cada parte de su cuerpo haciéndose visible en el sonrojo de sus mejillas. Se detuvo para tomar aire, y miró hacia atrás para comprobar que estaba lejos de la comisaría, por lo que nadie podría reírse de la actitud tan cobarde e infantil que había tenido huyendo de esa manera. Probablemente ella le había tomado como un loco, y no lo tendría en cuenta, o al menos eso es lo que deseaba Richard Castle con todas sus fuerzas. Varios transeúntes le miraron extrañados por su actitud y postura corporal, y fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba ocupando media acera, respirando agitado y con las manos apoyadas sobre sus rodillas en una posición un tanto cómica y patética. Se imaginó a sí mismo como si fuese uno de esos viandantes y se avergonzó aún más de su persona. Se irguió rápidamente y se colocó el abrigo para posteriormente intentar arreglar el desorden de su pelo, mientras miraba de reojo varios ojos que le seguían observando al pasar por su lado. 

- Señor, ¿se encuentra bien? - preguntó una mujer de mediana edad a sus espaldas. 

Castle se dio la vuelta tratando de controlar su vergüenza, asintió y le sonrió con amabilidad antes de seguir su camino a grandes zancadas. A cada paso que daba, sentía como el enrojecimiento de sus mejillas iba descendiendo, mientras que la velocidad de sus pensamientos e imaginación iba en aumento. No había sido capaz de hablar con ella, pero si había podido observar a esa mujer, y gracias a su gran capacidad para fijarse en los detalles y recordar cosas, ahora podría basar mucho mejor su personaje en ella. Una policía atractiva, de treinta y tantos años, segura... ¿Y soltera? Castle se detuvo en ese detalle, y no recordó haber visto anillo alguno en sus finas y largas manos. Notó como un súbito cosquilleo le subía por la entrepierna cuando se imaginó una escena erótica de ese personaje, y se volvió a sonrojar mientras alejaba su imaginación comprando un perrito caliente en uno de los puestos de la calle. Y cuando volvió a andar, no pudo evitar sentir unas ganas terribles e irrefrenables de llegar a su despacho para ponerse a escribir durante horas. Ese sueño y esa mujer le habían cambiado la vida de la noche a la mañana, y tenía que aprovechar este regalo de la vida. Sonrió al aire sumido en sus pensamientos: era su nuevo comienzo.  

**

Beckett abrió la puerta de su despacho para dirigirse a por un zumo, ya que no pensaba volver a probar el agrio sabor del café de esa cafetera vieja de la comisaría. Por un momento añoró el café que siempre le preparaba su madre cuando iba a pasar algún fin de semana con ella. Se rellenó el vaso con zumo de melocotón y después cogió una barrita energética de la máquina expendedora tras haber introducido el dinero. Otra cosa de las que cambiaría en cuanto pudiese junto con la cafetera, pensó para sus adentros mientras sonreía levemente ante el hecho de no tener que volver a pagar en su propia comisaría. Se colocó un mechón rebelde, que se le había escapado al agacharse a por su snack, sobre la parte de atrás de su oreja, y cuando se giró no puto evitar pegar un brinco al encontrarse con su compañero Adam a apenas centímetros de ella.

- Dios, ¡qué susto! - Beckett se llevó la mano al pecho y retrocedió un paso - no te oí entrar... 

- Pe-perdona, Ka-Kate - se quedó callado de inmediato - Capitán, que-quería decir... - recibió una sonrisa de ella indicándole que no pasaba nada si la llamaba por su nombre y entonces comenzó a tartamudear menos al sentirse más seguro - solo quería preguntarte si... ¿Qué ocurrió co- con ese hombre? ¿Qué que-que-ría? 

Beckett frunció el ceño sin darse cuenta de a quién se refería, hasta que de golpe dos ojos azules asustados se colaron en sus pensamientos. Eran preciosos, pero se habían ido muy rápido, pensó para sus adentros.

Unbreakable (Caskett)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora