Autora: último capítulo del año... ¡Y extra largo! ¡El más largo que he escrito hasta ahora! ¡2500 palabras!
¡Feliz Año Nuevo! (Y lamento dejaros así... hasta el año que viene 😂🤣).
***
Nueva York había amanecido soleada, a pesar de las bajas temperaturas que estaba registrando la ciudad durante los últimos días del mes de Octubre. Un rayo de sol se colaba por la ventana del apartamento de Beckett, traspasando sus finas cortinas de encaje blancas y dándole de lleno en el rostro. La capitán se revolvió inquieta en la cama, tratando de no abrir los ojos a la luz, le dolía demasiado la cabeza y sentía un malestar en el estómago que se vio acrecentado cuando un extraño olor a comida recién echa se le coló por las fosas nasales. No sabía de dónde procedía, pero tampoco le importó, ya que no se sentía aún en el mundo real, sino que vagaba entre el sueño y la realidad sin saber muy bien dónde se encontraba exactamente. Beckett protestó y hundió su cabeza bajo la almohada tratando de no verse apabullada por la fuerte claridad que había en su habitación; no quería abrir los ojos, pero inevitablemente su cuerpo le pedía despertar a un nuevo día. Se deshizo con cuidado de la almohada y dejó sus ojos levemente entrecerrados tratando de hacerse a la luz, y luego, poco a poco, los fue abriendo un poco más hasta que contempló dónde se encontraba. Beckett se apoyó en sus antebrazos y miró a ambos lados de su habitación, todo parecía estar donde lo dejó al salir de casa aquella tarde, a excepción de una toalla blanca colgada en la parte trasera de la silla de madera que tenía colocada junto a la puerta. No recordaba haberla puesto ahí, pero tampoco recordaba haber llegado ahí, a su cama. Se tocó la sien cerrando los ojos mientras trataba de enfocar en su mente qué demonios había hecho ayer, pero estaba en blanco, todo lo máximo que podía recordar es que había salido de casa sin rumbo fijo y que había terminado en un bar. Cerró los ojos con más fuerza mientras se sentaba en la cama y se cogía la cabeza con ambas manos, como si haciendo eso, fuese capaz de ver recuerdos más nítidos que esos breves flashbacks que le iban llegando a cuentagotas: un hombre le metía mano en un callejón, Castle con ella en brazos, la ducha... Pero todo le parecía extraño, como si no fuese real, y se estaba empezando a agobiar. Lo único que tenía claro es que tenía una resaca enorme y que iba a pasar una mañana horrorosa por ese motivo. Beckett abrió los ojos de nuevo y se colocó un mechón rebelde detrás de la oreja mientras se destapaba para comprobar que al menos estaba vestida, y se encontró con que solo llevaba unas braguitas que no recordó haber puesto el día anterior y una camiseta de NYPD que solía usar para dormir.
Un ruido en la cocina la alertó. ¿Quién diablos estaba en su apartamento? Se estiró en la cama tratando de alcanzar la mesita de madera donde guardaba la pistola, pero no le dio tiempo a llegar cuando la puerta se abrió dando paso a Castle con una bandeja repleta de comida, café, infusiones, agua, zumo... Castle frunció el ceño al ver a Beckett completamente estirada tratando de alcanzar algo del cajón, su camiseta se había subido levemente permitiendo ver su perfecto trasero y sus largas piernas, pero enseguida retiró la mirada de la anatomía de la capitán cuando vio como esta se erguía rápidamente quedando sentada en la cama mientras se bajaba la camiseta y se tapaba con la sábana.
- ¿Qué haces? - preguntó Castle depositando la bandeja a los pies de la cama mirándola divertido.
- No, más bien qué haces tú aquí - respondió Beckett completamente seria mientras se tocaba la sien, justo donde le estaban dando pinchazos de nuevo - es mi casa... Esa pregunta debería hacerla yo, ¿no crees?
Castle se sentó a los pies de la cama, cerca de la bandeja y la miró a los ojos. Ella enseguida retiró la mirada para coger su cabeza con fuerza y lanzar maldiciones por la fuerte resaca que estaba sufriendo.

ESTÁS LEYENDO
Unbreakable (Caskett)
FanfictionHistoria ambientada en los personajes principales de la serie "Castle", pero con tintes distintos.