Autora: Otro capítulo extra largo... ¡A ver estos dos!
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Beckett jugaba con el bolígrafo entre una de sus finas manos mientras que con la otra sujetaba su cabeza, distraída, pensativa, con la vista posada sobre la butaca que ocupaba un rincón de su despacho. Sus pensamientos habían volado unas semanas atrás cuando Richard Castle le había invitado a comer una hamburguesa en la nueva hamburguesería que habían abierto cerca del apartamento que compartía con su madre. Kate no pudo evitar dejar de sonreír al recordar como habían tenido que correr por las calles neoyorquinas al ser alcanzados por una tormenta imprevisible de vuelta a su casa. Él se había empeñado en acompañarla caminando y así bajar las calorías de la cena, y al final habían terminado calados enteros en el portal de ella. Beckett se mordió el labio reprimiendo las ganas de reír en alto, como había hecho con él en aquel momento; la verdad que había sido muy divertida la cena, y Castle estaba siendo un buen amigo para ella, ambos se abrían el uno al otro en compañía, como si las heridas de uno cerrasen las del otro y viceversa. Se sentían almas rotas, y la capitán suponía que por eso ambos se sentían tan bien cuando estaban uno cerca del otro. Aunque a veces le asaltaban las dudas de estar empezando a sentir algo más, como en este momento, por lo que apartó la vista de la butaca y negó con la cabeza tratando de alejar esa sensación: ¿a su edad todavía le tenía miedo a enamorarse?
- ¿Beckett? - preguntó Esposito pasando la mano por delante de los ojos de ella para que volviese a la tierra - ¡tierra llamando a Beckett!
Kate reaccionó en ese momento, y tras un leve gesto de cabeza, fijó los ojos en los de su mejor amigo y compañero.
- Perdona, estaba... - comenzó a disculparse ella.
- ¿En las nubes? - le interrumpió él riendo - eso ya lo sé ya, llevas toda la mañana así... - reprimió una sonrisa divertido - ¿mucho te gusta el rubiales, eh?
Beckett frunció el ceño sin entender a quién se estaba refiriendo.
- ¿En serio te vas a hacer la tonta ahora, Beckett? - Esposito rodó los ojos y rió - ¿ahora que el abogaducho está fuera esperando con un ramo de rosas para ti?
Beckett abrió la boca un para de veces antes de decir nada, e inmediatamente giró su cabeza para mirar al exterior de su despacho a través de la cristalera. Su cara cambió al asombro más absoluto al encontrarse con Nick sonriéndola en el exterior, sujetaba un enorme ramo de rosas rojas, y vestía un traje elegante propio del cargo profesional que desempeñaba. La verdad que si estuviese enamorada de él, esa podría ser una estampa preciosa, pero no era el caso, el hombre era maravilloso y guapísimo, pero hasta ahí para la capitán.
- Vale, veo que no te ha hecho mucha gracia... - susurró Esposito lentamente.
- No - Beckett volvió la mirada hacia su amigo - no... O sea, quiero decir... No es eso - suspiró buscando las palabras - es solo... solo que... solo que no me lo esperaba - bajó la voz hasta casi ser un susurro - ¿un ramo de rosas rojas por dos polvos y un café? ¿Por qué sois tan raros?
Esposito rió, pero frenó el sonido de su voz mordiéndose el labio para no ser escuchado. Beckett frunció los labios y le clavó una mirada achinada de reproche.
- O sea que él está en un punto que no existe... - asintió Javier mirándola divertido.
Justo en ese momento sonó el teléfono móvil que Beckett tenía sobre la mesa de su escritorio. La pantalla de su IPhone se iluminó con el nombre de "Richard Castle". Beckett lo miró de reojo y sonrió inevitablemente al leer su nombre, mientras Javier leía lo mismo que ella y le miraba divertido y perspicaz.
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Unbreakable (Caskett)
FanfictionHistoria ambientada en los personajes principales de la serie "Castle", pero con tintes distintos.