¿Chino?

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Autora: nuevo capítulo extra largo... Otro de mis favoritos. ¿Cómo va la cosa? ¡Contadme!

***

Beckett volvió a mirar el reloj plateado que le había regalado su madre por su último cumpleaños en repetidas ocasiones, como si el hecho de hacerlo pudiese adelantar las manecillas del tiempo. Odiaba tener que quedarse durante toda la noche en la comisaría, pero el caso era bastante complicado y debía estar cerca de su gente por si la necesitaban. Y si lo miraba por el lado positivo, podría adelantar todo el papeleo atrasado antes de que le llamasen la atención desde arriba. Beckett amaba su trabajo por encima de todo, se debía a todas esas víctimas que ya no tenían voz, aunque eso significase tener que estar alejada de Castle esa noche. Una sonrisa boba invadió el rostro de la capitán, que seguía jugando con el bolígrafo entre sus finos dedos mientras dejaba de leer los papeles para recordar lo bonito que había sido dormir con él anoche, y como esta mañana había fingido estar dormida mientras notaba la mirada de Castle sobre su cuerpo, acariciando su espalda desnuda y después sus mejillas con el dorso de su dedo índice. Nadie la había acariciado con tanta ternura, ni la había contemplado de esa forma, cualquier otro hombre ya estaría buscando estar dentro de ella en un basto polvo mañanero, pero Castle no, Castle era diferente a todos los demás. La capitán sabía que podría haberse quedado toda la mañana así, de hecho era lo que hubiese deseado, quedarse quieta, en silencio, sin moverse, sintiendo el suave roce de las manos del escritor sobre su cuerpo y el aroma embriagador de su perfume, pero esa llamada la hizo tener que levantarse rompiendo con esa maravillosa sensación que él le regalaba con su simple presencia. Beckett estaba completamente enamorada de él, y negarlo sería mentir demasiado. 

El ruido de su móvil vibrando la sacó de sus pensamientos, y al leer su nombre en la pantalla, esa sonrisa boba, inocente y llena de ilusión volvió a instaurarse en el rostro de la capitán.  

- Te echo de menos, preciosa  - le escribió el escritor acompañado de un único corazón rojo. 

- Yo también te echo de menos, bombón - le contestó ella acompañando el mensaje del mismo corazón rojo. 

- ¿Quedamos cuando salgas? Me muero por verte... Las horas se me están haciendo eternas. Mi madre me ha tenido que frenar dos veces para no ir a comisaría a verte - esta vez el escritor acompañó el mensaje con un emoticono avergonzado.

- ¿Lo de quedarte sin un segundo asalto esta mañana te fastidió? - bromeó ella acompañando sus palabras de emoticonos riendo - ¿el único asalto de anoche te supo a poco? 

- Sabes que sí... - esta vez fue él quién bromeó copiando sus mismos emoticonos de risa - No, en serio, Kate, ¿a qué hora sales? Podemos cenar en algún sitio... Aunque he pensado en hacerte la cena, no se me da mal... Por cierto, esta mañana no me ha dado tiempo a decírtelo, pero te has puesto preciosa, más de lo que eres, si es que eso es posible - nuevamente una cara sonrojada y un emoticono enamorado con corazones.

Beckett se mordió el labio y sonrió a la pantalla como una idiota enamorada, sin saber que él, al otro lado, no podía dejar de pensar en ella con esos vaqueros ajustados y esa blusa blanca. Estaba radiante y hubiera pagado por volver el tiempo atrás y besar los tiernos labios de la capitán antes de que hubiese salido disparada por la puerta. 

- No puedo... Tengo turno de noche, Rick - un emoticono triste acompañó al mensaje de la capitán - un caso complicado, no puedo moverme de aquí... Pero me encantaría probar esa cena algún día - un emoticono de sonrisa traviesa hizo que Castle se riese al otro lado de la pantalla.

Beckett esperó a que él le volviese a responder, pero no lo hizo, cosa que la extrañó y le preocupó a partes iguales. ¿No podría enfadarse por eso, no? Él entendía su trabajo. Trató de alejar esos pensamientos de su mente, estaría ocupado, nada más, seguramente su madre le había reclamado para algo. Se levantó y se dirigió hacia la pequeña estantería colocada cerca de su mesa para coger varios archivadores con casos que debía ojear y firmar antes de enviar. Y decidió emplear su tiempo en eso, no sin mirar de reojo cada poco por si tenía algún mensaje nuevo de Castle, pero nada, sus notificaciones seguían vacías. Volvió a entrecerrar los ojos pensando si de verdad sucedía algo, y sin poder evitarlo, le envió un mensaje deseándole buenas noches, quizás así él le respondiese deseándole lo mismo. Pero después de diez minutos seguía sin tener respuesta por su parte, ¿estaría escribiendo? ¿Le habría llegado la inspiración? ¿Sería eso? 

Unbreakable (Caskett)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora