Visitas

151 11 9
                                    

Autora: A ver si así me dejáis de reñir... ;)

***

A Richard Castle le temblaba todo, desde la uña de uno de sus dedos del pie hasta el pelo más ínfimo de su cabeza mientras observaba la puerta que tenía ante él. Volvió a aclararse la garganta por quinta vez en menos de dos minutos, como si se estuviese formando una bola que le impidiese respirar y necesitase eliminarla mediante carraspeos. Se colocó de nuevo correctamente su chaqueta marrón de cuero y los cuellos de la camisa beige que había decidido ponerse para la ocasión, para después volver a mirarse en el reflejo de su móvil y comprobar que todo estaba en orden, especialmente el flequillo desordenado que caía levemente por su frente y le daba un aspecto informal, pero atractivo. 

El escritor esta muy nervioso, debido a que hacía mucho tiempo que no frecuentaba visitas a casas ajenas, ya que no tenía familia cercana más allá que su madre, con la que compartía un humilde piso en una zona apartada y fea del centro de la ciudad, pero era el único alquiler que podían permitirse pagar después del bache económico en el que se hundió la vida de Richard Castle tras el trágico suceso. Y además desde el fallecimiento de su mujer se había encerrado en sí mismo y había aparcado la relación con los amigos que ambos tenían en común, por lo que esta era la primera vez en mucho tiempo que se había decidido a salir de casa para acudir a otra. Aunque se estuviese maldiciendo a cada segundo el estar ahí. 

- ¡Ya voy, ya voy! - exclamaba la voz de Kate Beckett al otro lado de la puerta que estaba observando Richard Castle en esos momentos - ¿Si? - el teléfono dejó de sonar y Castle figuró que ella había descolgado - ¡Mamá! ¿Otra vez? Te he dicho hace menos de media hora que estoy bien... - Castle no pudo evitar pegar la oreja a la puerta - Que no, mamá, de verdad, no necesito nada... - Beckett rodaba los ojos mientras soltaba suspiros al techo de su piso y se mordía el labio inferior desesperada por la cantinela de su progenitora - ¡Já! ¡Venga ya, mamá, sabes que estoy armada! Sé defenderme solita... Y además, te recuerdo que ya le atraparon... - Castle no pudo evitar sonreír ante sus comentarios - ¡Qué no! - Beckett cogió la bolsa de basura mientras seguía hablando con su madre apoyando el móvil en su oreja con ayuda de su hombro, y después abrió la puerta sin previo aviso, lo que hizo que Castle perdiese el equilibrio y se golpease contra ella. 

Ambos chillaron a la vez por la sorpresa, pero pronto se reconocieron. Beckett enseguida le agarró para que no se golpease contra el suelo, pero lo que si se cayó fue su teléfono móvil, haciendo que su madre pegase gritos al otro lado de la línea pensando que estaba en peligro al oír ruidos y una voz masculina. Castle se separó de ella mirando al suelo avergonzado por el ridículo que acababa de protagonizar sin querer, y enseguida se agachó para recoger el móvil de ella y la bolsa de basura que se había abierto levemente dejando varios trozos esparcidos por el suelo y que él comenzó a recoger velozmente. Beckett no daba crédito a lo que estaba viendo ante ella, la escena era del todo ridícula y le estaba costando mucho no ponerse a reír a carcajadas. Ese hombre sin lugar a dudas la descolocaba cada día más.

- Mamá - ambas manos se rozaron intercambiando el teléfono para que Beckett pudiese calmar a la persona que no dejaba de gritar incesantemente al otro lado de la línea - Mamá, no... No, tranquila... Es solo que tengo... - miró a Castle con el ceño fruncido mientras le tenía a sus pies recogiendo todos los restos de basura avergonzado - eh... visita... - reprimió una sonrisa al ver la imagen que tenía frente a ella - sí, un amigo... Mamá, oye, te llamo luego, ¿vale? 

Castle se observó las manos llenas de restos de basura y no supo qué hacer con ellas, hasta que notó que ella había cortado la llamada y sentía su mirada fija clavada en él. No pudo evitar mirar sus piernas antes de seguir subiendo la mirada hasta terminar en esos ojos verdes avellana que le miraban entre sorprendidos y divertidos por la situación. 

Unbreakable (Caskett)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora