¿Besarla? ¿Besarla él? Podía,pero no era apropiado hacerlo ¿por qué iba a hacer tal cosa? Entendía que había tomado el rol de una persona que ella amaba, pero eso no significaba que debía hacer algo como eso. No es que no supiera hacerlo,sólo no era necesario para él;pero para ella parecía serlo y también entendía el motivo por el cual lo era. Sólo era un juego y algo útil para la situación,no había en él una motivación morbosa o malisiosa en un acto como ese por lo que no vio lo malo en acceder a la petición,aunque si lo hacía una vez,ella se lo pediría otra vez y eso volvería el asunto algo incómodo.-estoy algo cansado es todo-le dijo y le tomo el rostro entre sus manos-no es que no quiera estar contigo...
Al terminar de hablar le dió un beso en la frente que ella recibió, mas apenas él,se apartó ella le rodio el cuello con los brazos y lo besó en los labios. Fue rápido, pero podría haberlo evitado sólo que aquella intención lo dejo algo perplejo. Besar no es algo que los ángeles hagan,asi que todo eso fue nuevo para él y no muy agradable,pues lo sintió como una transgresión a su persona,sin embargo,la tibia humedad de aquella boca y el suave aliento de la muchacha, le brindaron una extraña calma,pero no la suficiente para no terminar con aquella acción bruscamente. Estaba molesto y se le notaba en el rostro.
-lo siento...-le dijo ella al ver la expresión que Daishinkan tenía-no volverá a pasar.
Daishinkan no le respondío y se apartó. El resto del día la muchacha,lo pasó recostada en la cama abrazándo esa muñeca de trapo.Él bajo a la tienda,pues necesitaba dinero y ahí había una forma de conseguirlo. La vida de los humanos era relativamente sencilla para él. Vendió algunos libros ese día y evitaba pensar en el beso aquel. Fue tan intenso como amoroso, pero claro,no se lo estaban dando a él si no al hombre con el que ella lo confundía. Seguramente los Zen oh sama se deberían estar riendo de él, porque de seguro lo vieron todo y lo seguian viendo. Se sintió ridículo. Él,uno de los seres más poderosos del multiverso fue besado por una mujer contra su voluntad ¡ridículo! No estaba enojado con ella,la pobre muchacha no entendía nada de lo que hacía, sólo le molestaba esa sensación de calor en su boca y la humedad, los brazos de ella entorno a su cuello,ese aroma suave y maternal,su dulce expresión; sin duda ella debio sentir algo muy profundo y hermoso por ese sujeto llamado Nahuel.
Estaba allí en el mesón cuando recordó ese pequeño libro de cuero que dejó por ahí y fue a buscarlo,mas entonces ese hombre bien vestido apareció y comenzó a tomar algunos libros, de los más caros,para luego llevarlos al mesón. Lo saludo cordial mientras buscaba el dinero para pagarle.
-¿todavía haciéndole un favor a Sayen?-le pregunto el hombre-¿como está ella?
No sabía quién era y no le daba mucha confianza,asi que Daishinkan le respondío que estaba ocupada en otros asuntos.
El sujeto pagó y se fue,al rato vino una mujer,compro varios libros y se fue. Ese hombre no leía sólo pagaba los más costosos porque quería darle ayudar a Sayen con dinero ¿quien sería?Cerro la tienda al rededor de las seis y subió. Sayen cocinaba,la saludo ella,no respondío. La vio lastimarse y cuando él trato de ayudarla lo rechazó; estaba molesta. Por la noche Daishinkan decidió tomar un baño,momento que Sayen aprovechó para fugarse. Secarse y vestirse le restó tiempo al Gran Sacerdote, para salir tras ella,si s saber que dirección tomo. Por una corazonada bajo a la playa y allí la encontró de cara al océano. La llamó,pero ella no lo escucho y se arrojó a las aguas para jugar allí,para alivio de Daishinkan, quien descubrió en ese momento que se preocupaba por esa jóven. Lo que le pasará le importaba por lo que no se desconcerto en primera instancia,pero tampoco meditó al respecto. No tuvo tiempo,un trío de muchachos abordo a Sayen y comenzó a molestarla,le quitaron la muñeca de trapo que llevo con ella y ese tipo de conducta siempre la desaprobo por lo que intervino.
-disculpen,pero me haría el favor de devolverle la muñeca a la señorita-les dijo el Gran Sacerdote-es un objeto muy importante para ella y no me gustaría que lo perdiera.
-¡sal de aquí!-le dijo uno.
-realmente me gustaría que...
-¿no oyes? ¡sal de aquí!-le dijo el otro.
-acaso estas buscando una paliza, enano-le dijo el tercero.
-siempre tan violentos,en verdad me dan lástima-se lamento Daishinkan.
Ni siquiera lo notaron cuando ya estaban fuera de combate y Daishinkan, levantó la muñeca para devolverla a Sayen que lo miro algo confundida.
-no sabía que supieras artes marciales-le dijo con candor infantil.
-bueno debo saber cómo defenderme y como defenderte a ti,querida. Volvamos a casa y por favor no vuelvas a salir sin avisar-le dijo
-esta bien-le dijo ella y lo siguió.
Volvieron a la casa y ella se arrojo a la cama donde se durmió abrazándo la muñeca. Ya no parecía estar enojada con él y luchaba por mantener los ojos abiertos. Él se sentó a su lado a verla y pensó en darle un beso en la frente,asi quizá ella se sentiría a gusto y dormiría,más cuando lo intento ella lo atrapó y le beso en los labios,pero fue algo muy breve.
-te amo-le dijo Sayen sonriendo con ternura
-y yo a ti querida-le dijo con resignación-duerme ahora...
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Insensible
FanfictionEstá historia comienza con una prueba y termina con un corazón roto. Por orden de los Zen Oh Sama, el Gran Sacerdote debe ir a la Tierra e interactuar con un humano para demostrar no es insensible, pero acaba demostrando algo más.