trece

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"Crecí en un hogar de menores, mis padres eran alcohólicos. No recuerdo sus nombres o sus rostros. Los hogares de niños son fríos y crueles,pero conocí a Thala ahí y nos volvimos como hermanos. Pero yo estudié y él, escapo a la calle prematuramente así que por mucho tiempo no nos vimos"

Daishinkan oía callado. Sayen lo hizo reposar la cabeza en su regazo y él,estaba algo incómodo allí. Se sentían tibias las piernas de esa mujer y su mano despeinando su cabello le causaba una extraña sensación de relajación, a la que se resistía. Sentía algo semejante al vértigo y un cosquilleo en el abdomen. Los ángeles no se tocan de esa forma ¿qué estarían pensando sus hijos al verlo así? ¿qué sentía él al estar así? ¿qué pensaría ella si en ese momento volviera a ser conciente de su realidad? Lo causaría de usurpar el lugar de Nahuel,de robar su afecto,de sacar provecho,de transgredirla. Se enfadaria,lo expulsaria de allí y para siempre tendría de él,la peor de las impresiones.

-Sayen... continúa por favor-le dijo.

Sayen,era la primera vez que pronunciaba su nombre,haberlo hecho para liberarla del sujeto que la estaba acosando,de alguna forma,no contaba. Curioso porque él, llamaba por su nombre a todo el mundo,mas hacerlo de esa forma con ella tenía una connotación distinta ¿por qué?

-no hay mucho que contar,tú ya la sabes,estudie y me gradué-se detuvo en ese punto.

Thala le había contado a Daishinkan,que su hija nació cuando ella estudiaba aún y a ese punto quería llegar el Gran Sacerdote. La mente de Sayen, había borrado sólo el recuerdo de su hija,no tenían un retroceso sino una amnesia selectiva,pues todos los otros recuerdos estaban intactos.

-¿qué sucede querida?-le pregunto el Gran Sacerdote.

Sayen estaba temblando y sus pupilas estaban inquietas,su respiración se aceleró y se abrazo así misma.

-Rayen-murmuró mientras los ojos se le llenaban de lágrimas- Rayen ¿donde está Rayen? ¡¿donde está?! ¡¡¿donde está?!!

Comenzó a llorar y gritar preguntando por Rayen,mas parecía que ni siquiera sabía quién era. Al alboroto llegó Thala, quien derribo la puerta de una patada para ingresar. Apenas lo vio Sayen corrió hacia él para abrazarse al muchacho preguntándole donde estaba Rayen y quién era Rayen. Thala la abrazo y le acarició el caballo para calmarla. Daishinkan observó aquello y como paulatinamente la muchacha fue volviendo a la calma.

-¿qué le hiciste?-le pregunto Thala a Daishinkan.

El Gran Sacerdote no respondío. Miraba la escena como estudiando lo que acontecia en su preferencia. Thala cargo a la muchacha,en brazos, hasta la cama y la recostó ahí. Le acercó el osito de peluche junto la muñeca para que las abrazara y la hizo dormir. El rostro de Thala, era el del enojo y se subió las mangas de la camisa en una actitud bastante desafiante para adquirir una postura de algún tipo de arte marcial. La sola posición del muchacho le dijo al Gran Sacerdote, que ese joven no era un experto,con suerte un novato.

-¿qué le hiciste? ¡te exijo que me digas..!

-no me propase con ella,si eso es lo que está pensando-le dijo Daishinkan-sólo intentaba que recordara a la pequeña Rayen. Su dolor y negación la tiene en ese estado. No avanzará si no enfrenta la muerte de su hija.

-¡¿pues que método usaste?! ¡no vengas aquí a dartelas de psiquiatra! ¡No puedes llegar y experimentar con ella,como si se tratara de una rata de laboratorio! ¿no te das cuenta el enorme dolor que lleva por dentro? ¡enano insensible!

En toda su vida nunca antes alguien le había hablado con ese nivel de insolencia y además insultado,pero aún peor nunca antes alguien lo había puesto en su lugar. Porque si,ese joven tenía razón. Él no podía usar a Sayen,para experimentar como si se tratase de un conejillo de indias o algo semejante,mas lo habia estado haciendo sin pensar o ignorando las consecuencias de sus acciones. Apenas hace un rato había,por primera vez,pensado en lo que ella sentiría al recuperarse. Sayen podría haber sobrepasado sus límites al abrazarlo o besarlo sin su consentimiento,pero es porque está confundida,él en cambio no sólo está lúcido,sino que era un ser superior ¿como fue a comportarse así? Simple le gusto lo que estaba sintiendo y quizo experimentar un poco más. Pero también,realmente, le preocupaba la muchacha. Le simpatizaba y necesitaba cuidado de muchas formas,pero estaba mal que él, se lo brindará de esa manera. Si quería,si realmente quería, que ella se recuperará no tenía que alimentar su confusión.Iba a decir algo respecto a eso cuando unas sirenas inquietaron a Thala.

-debo irme,pero si la haces llorar de nuevo,te daré una paliza-le dijo el muchacho y salió a prisa dandele a Daishinkan una mirada de advertencia.

El Gran Sacerdote suspiro. Le quitó a Sayen los zapatos,la cubrió con una manta y la miro un momento;sollozaba en sueños y eso le causó cierto pesar. Por la mañana Sayen,despertó temprano y encontró a Daishinkan sentado en el borde de su cama. Lo iba a saludar como de costumbre, cuando esté se apartó.

-¿qué pasa?-le pregunto la muchacha.

-lamento si me permiti que algunas de sus acciones fueran atrevidas y aún más lamentó haberme aprovechado un poco de las circunstancias-le dijo Daishinkan-señorita Sayen...Yo no soy Nahuel,soy Dai...

InsensibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora