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MENTIROSO MENTIROSO
UN MES ANTES Martes 10.07 A.M.
Segundo día de clases de esta semana, ayer nos dedicamos completamente a profundizar el tema tratado en Domingo en la hora de almuerzo, todo eso de la salida del lugar y lo que se necesitaría para poder llevar a cabo el plan de fuga.
Estaba sentada en la segunda fila de pupitres, tenía un cuaderno sobre este en el cual anotaba los apuntes que iba dando El Profesor de manera aleatoria cuando hablaba. Lo malo era que desde hace días estaba teniendo la cabeza en otro lado que no me dejaban concentrarme totalmente en cualquier cosa. Algo extraño ocurría, porque era la primera vez que El Profesor era el último en llegar a sus propias lecciones, según el reloj sobre el pizarrón eran siete minutos de atraso, por lo que el resto de la banda lo aprovechaba para simplemente tener una charla amistosa como en cualquier mañana normal.
── Oye, pero tu llevas tanga, ¿no?── le interrogó Tokio a Berlín.
── Yo no voy a llevar bragas── habló Nairobi convencidísima.
── Joder, pues yo tampoco── respondió Denver── Con la picha al aire se atraca.
Me encontraba mirando hacia adelante para esconder mi risa que estaba conteniendo desde hace rato desde que habían empezado con ese tema de conversación tan peculiar. Río, que estaba sentado atrás tocó mi hombro casi como si fuera emergencia lo que necesitaba decirme.
── ¿Qué quieres?── me di vuelta.
── A ver, Parisina── empezó a hablarme Nairobi── ¿Llevarás bragas ala fábrica?
¿De verdad me estaban preguntando eso? Me daba cosa responder cuando tenía la mirada de Denver e incluso a Berlín escuchando semejante estupidez y además estaba el resto. Sentí mis mejillas calentarse rápidamente, causando la risa de los chicos al verme sonrojada, entonces me di vuelta para esconder mi rostro entre mis manos.
── Ay, París la más pura── ironizó Río dándome un pequeño empujón desde atrás.
── Dejen de joder.
── Esa boca── me regañó Moscú.
Desde aquí se pudo escuchar las escaleras rechinar con cada paso que daba El Profesor subiendo hasta acá, entonces de la nada todos volvieron a ser los mismos alumnos obedientes de siempre. Se acomodaron en sus asientos hasta que vimos al Profesor entrando con dos maletines grises, uno en cada uno lo que captó nuestra atención de inmediato pensando en lo que podrían contener.
── Necesito dos mesas aquí, frente a frente.
Helsinki y Oslo fueron los encargados de cumplir la orden que nos había dado El Profesor, quedando así dos mesas en paralelo. Luego silenciosamente señaló primero a Denver para que se sentara en una de las sillas y después la segunda sorteada fue Nairobi que se posicionó en el otro lugar asignado. Quedaron los dos mirándose entre sí con cierta gracia ya que ellos dos juntos siempre eran risas o desorden.
