Los Merodeadores (Sirius Black y Tú) [COMPLETA]

Mi primera vez

-Tienes que ponerte así y agarrarla con ambas manos -me anima James.

-Prueba, no es difícil, tan solo cuestión de práctica.

-¡Incluso Colagusano lo logró!

Suspiro y me preparo para montar.
La pongo entre mis piernas y comienzo a elevarme. James y Sirius van a mi lado... espero no volver a caer.

-¿Nos movemos? -propone el azabache y abro los ojos como platos mientras miro abajo.

-No voy a separarme de ti, ¿vale? -

Vuelvo a ver hacia abajo y trago saliva.

-Si mueres prometo que cuidaré de Lily.

-Menudo consuelo -susurro.

Empezamos a movernos hacia delante, arriba, abajo y atrás. Cuando pasaron 15 minutos quise parar y bajamos a sentarnos en unas gradas.

Cierto, olvidé decirlo. Me trajeron a un campo que está a varios metros del colegio dónde juegan partidos de... ¿cricket? No me acuerdo como dijeron.

El campo es de forma ovalada y cubierto de hierba. En cada extremo hay tres postes con un aro cada uno puesto a diferentes alturas.

-Para ser la primera vez no lo has hecho nada mal, muñeca.

-Si soy muy torpe.

-Yo también.

-No mientas -me río.

-¿Ya está anocheciendo? Joder, llego tarde... nos vemos luego.

Sirius se va volando, y no es un chiste malo, sino que literalmente va volando en su escoba y me quedo sola con James.

-¿Otra cita?

-Supongo.

-Oye, quería preguntarte algo.

-Soy todo oídos.

-¿Dónde estabais el viernes por la noche?

-Ah... no te preocupes, estábamos durmiendo. ¿Por qué preguntas?

-Es que no os encontré por nigún lado... y la señora del cuadro me dijo que no estabais.

-Pasa de ella, no está muy cuerda.

-Vale -me río.

...

Camino hacia el despacho del director para hablar sobre lo que me dijo Lily.

-Grajeas de sabores.

El grifo se hace a un lado y camino hasta arriba.
Peto y me da chance a pasar.

-¡Qué inesperada pero agradable visita! ¿Qué le trae por aquí?

-Verá, señor... hace un par de días hablé con Lily.

-Ajá, siéntate por favor.

Lo hago y continúo hablando.

-Me explicó que hay un pueblo y...

-Oh, sí... Hogsmeade.

-Ese. Bueno, dijo que se necesita una autorización para ir.

-Correcto.

-Y usted es mi tutor.

-Sí.

-¿Podría firmarla?

-Con una condición.

-¿Cuál?

-Necesito que me traigas ranas de chocolate, se me está acabando.

Me echo a reir.

*Este vejete es la caña*

-¡Desde luego!

Coge una hoja y la rellena, firmando a pie de página.

-Aquí tienes.

...

-¡Lily!

La veo al final del pasillo hablando con Severus.

-Hola, ________. ¿Qué paso?

Le enseño el papel.

-¿Es la autorización para ir al pueblo? -se extraña el Slytherin- Los mayores dicen que están aburridos de ir.

-Pues mejor, así no aguantamos sus quejas -digo.

-Eso es normal, Sev, llevan años yendo.

-¿Te apetece venir con nosotras?

-No, pero gracias por la invitación.

-¡Por favor, Sev! -le ruega Lily.

-Estoy ocupado... pero iré el siguiente, ¿te parece bien?

-¡Sí!

Le abraza de la emoción y el chico adquiere un tono rosado en las mejillas.

...

Y se terminó el día, pero no por ello voy a ser buena niña e irme pronto a la cama.

-Hache -me llama James-, ¿quieres aprender un hechizo guay?

-Depende, ¿para qué es?

-Hace volar a la gente, mira. Levicorpus.

Apunta con la varita a un alumno más pequeño y queda colgado por el tobillo.

-Así que ese fue el hechizo con el que me colgasteis.

-Sí, pero no nos guardes rencor.

-No lo hago.

-¿Quieres probar?

Busco con la mirada a una posible víctima.

-Jo, es que me dan pena.

-¿También la morena que está encima de Canuto?

Busco con la mirada a Sirius y, en efecto, ahí está la morena culo gordo encima suya.
Ups, ¿dije yo eso? Bueno, ahora no se pueden cambiar las palabras.

-Bueno... seguro que después nos mata.

-Pues que lo intente -me guiña el ojo.

Miro a la chica y le apunto con la varita.

-Levicorpus.

Como ocurrió con el chavalín, la morena queda colgada por el tobillo y después cae al suelo.
James se troncha de risa y yo le sigo el rollo.

-Joder, que estaba a punto de llevarla arriba.

-Otra vez será, Canuto.

-¿A qué ha venido eso?

-Le estaba ayudando con encantamientos -me pasa un brazo por los hombros-, no sabes lo bien que lo hace.

-Me di cuenta -evita mirarme.

-¡Blackie! -le llama la morena- Espérame.

-No me sigas, gracias.

Sube las escaleras.

-¿Se ha mosqueado?

-No te preocupes... ahora toca un poco la zambomba y se duerme.

-Demasiada información...

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Admítelo, te engañé con el título.