Una joven, hija de muggles ignorantes, es llevada a un orfanato, dónde es ignorada, temida y burlada por sus particuliares acciones.
En su décimo-tercer cumpleaños, llega alguien que le comprende a la perfección. Gracias a él, la chica ingresa al me...
Otro año más llega el 14 de febrero, lo que significa que mientras unos se van de cita, yo me quedo aquí solita comiendo.
-Princesita -Canuto se sienta a mi lado y me mira fijamente.
-Egtoy omiendo -digo con la boca llena de pastelitos de fresa.
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-Eso me gusta.
Trango y bebo agua.
-¿Por qué?
-Porque otras veces se te da por no comer y eso me preocupa.
-Bueno, tengo que alimentar mi soledad.
-De eso quería hablarte.
-¿Eign? -digo mientras cojo otro pastel.
-¿Qué te parece si pasamos el día juntos?
-Mmm... depende. ¿Qué haremos?
-Vamos a Hogsmeade a pasear.
-¿Como la gente normal?
-Ajá.
-Qué aburrido.
-¿Y si les hacemos bromas a las parejas? -pregunta mostrando una sonrisa pícara.
-Eso ya es otra cosa -sonrío cómplice.
-Son las nueve. ¿Qué te parece si quedamos a las doce en la sala común?
-Por mi vale.
Me da un beso en la comisura del labio y se va del Gran Comedor.
Ignorando el ambiente rosa y rojo decorado con corazones palpitantes y angelitos lanzando flechas que se desintegran a los tres segundos, sigo comiendo diferentes pastelitos y bebiendo agua (bebed agua, es sano, jeje).
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-Uuuh, vaya manjar -dice una voz familiar a mis espaldas.
-Estos son de limón -señalo una bandeja con pasteles blancos y decorados con verde lima.
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