Estoy yendo con Lily hacia las vías del tren porque ya son las vacaciones de Navidad, que pasaré en Hogwarts.
-Podrías venirte conmigo a mi casa.
-Lily, en serio, no hace falta... además, tengo ganas de pasar más tiempo en este colegio.
-¡Pero si te quedan años!
-Meh, ¿y qué? Me lo paso genial y nadie estará para molestarme.
-Ojalá fuera cierto.
-¿Es que alguien se queda?
-James y Black.
-Joder -suspiro-... bueno, al menos me reiré con Cornamenta.
Lily sube al tren y se queda de pie en la puerta una vez suelta el equipaje.
-¿Desde cuando le llamas por su apodo?
-¿Desde cuando le llamas porn su nombre de pila?
-Cállate.
Se pone más roja que el tren y se va a su asiento, así que meto la cabeza y grito.
-¡FELIZ NAVIDAD SEÑORITA POTTER!
Mi amiga vino corriendo para darme un tortazo pero las puertas del vagón se cerraron y el tren se puso en marcha.
-Entonces te quedas, gafitas.
-Pues claro -me giro y me lanzo a sus brazos-, no puedes librarte de mi tan fácilmente.
-Ya veo.
-¡SUELTA A MI HOMBRE!
-No te celes, dulce Canuto, mi little sister sólo me abraza.
-¿Tu qué? -dijimos Sirius y yo a la vez.
Se empieza a reir.
-El uno para el otro.
Camina dirección al castillo, aún riendo. Le apunto con la varita.
-Levicorpus.
-Creo que te gusta el hechizo. Bájame.
-No lo hagas.
Canuto me mira extrañado.
-¿Eras tú?
-¿Yo qué?
-El hechizo, eras tú la que...
-Tengo hambre.
Bajo a Cornamenta, que cae de bruces contra la hierba, y comienzo a caminar rápidamente.
Cuando llegamos a la sala común, subí a la habitación a por un saquito donde guardo mis regalices y vuelvo a bajar. Me encuentro con la sala completamente vacía a excepción de Sirius y James, pero no se dan cuenta de que estoy al pie de las escaleras.
-No te enfades con ella.
-No estoy enfadado.
-Entonces, ¿a qué vino ese comentario?
¿Comentario? A saber qué mierda dijo.
-Nada, tan sólo dije lo que pienso.
-¡Hola! -ok, no quiero estar en las sombras como un murciélago-. Que vacío está todo.
-Y que lo digas, sólo estamos nosotros tres.
-¿Por qué no vienes a dormir con nosotros?
Creo que James hizo la pregunta sin ningún mal, pero me puse roja y Canuto comenzó a reirse.
-Gracias, pero creo que dormiré en mi habitación.
Hice el amago de subir y me quedé en la mitad de la escalera.
-¡Te dije que le gustas!
-No seas idiota, Canuto.
¿WHAAAAAT?
-¡NO ME GUSTA JAMES!
A la mierda, ya volví a pensar en alto.
Me vi obligada a bajar de nuevo hasta la sala.-¿Nos estabas espiando?
-Así que no te gusta mi amigo -sube y baja las cejas-. Dinos entonces quién te gusta.
-Eres más tonto de lo que creía... llevo cuatro meses en este colegio, no me dió tiempo conocer a nadie tanto como para que me guste.
-¿Ni siquiera yo?
-Tú -señalo a Sirius- eres la última persona de la que me enamoraría, así que no te hagas ilusiones.
-Bien, entonces seguiré con Amanda, Claire, Adalin...
-Pues que te aprobeche.
[...]
4 días más tarde...
-No le hagas caso, sabes que te quiere.
-No te esfuerces porque no pienso perdonarle.
Adivinad... sí, Sirius Black, otra vez. Anoche terminé cediendo y dormí con los chicos. El problema fue esta mañana. Me dejaron ducharme en su habitación, y, como es lógico, ellos se fueron, o eso creí yo. El muy capullo se puso la capa de James e intentó espiarme, pero me di cuenta cuando lancé la camiseta de mi pijama y se quedó "volando". Desde entonces no le hablo.
-La culpa fue mía, le di la capa.
-¿Sabías lo que haría?
-No.
-Entonces no es tu culpa. Se nota que no puede estar sin ver un culo dos semanas.
-Estás ciega, niña.
-¿Cómo?
-Le gustas.
-Eso es mentira, yo no le gusto a nadie.
-A más de uno, y Canuto está entre ellos.
-Intentas hacerme entrar en razón y no podrás, que se disculpe él.
-No intento nada, pequeñaja, pero el baby Canuto está loquito por una gatita.
-¿Por cual de todas? Su cama parece un parque de atracciones, no jodas.
James comienza a reir cuando Sirius aparece, y, de inmediato, deja de reir y tose.
-¿De qué te reías, cervatillo?
-Nada importante.
Miro a James, que me hace ojitos como si estuviera señalando a Sirius. Cuando dirijo la vista a este, está mirandome fijamente a una mejilla. Se sienta a mi lado y me frota con un dedo la comisura izquierda del labio.
-Tenías azúcar.
Aparta el dedo y se va a sentar con su amigo, sin apartarme la vista.
-Gracias.
-Oye, lo de hoy...
-Da igual, sólo no lo vuelvas a hacer.
-Lo siento.
Cornamenta le pone la mano en la cabeza con cara de susto.
-¿Te pasa algo?
-¿Desde cuándo Canuto pide disculpas?
-Desde siempre, sólo a quién las merece.
-¿Debo tomarlo como un cumplido?
-Obviamente.
Se estira y cierra los ojos.
-¿Dormimos hoy aquí?
-Por mi vale. ¿Tú que dices, gafitas?
-¡Me apunto!
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Los Merodeadores (Sirius Black y Tú) [COMPLETA]
FanfictionUna joven, hija de muggles ignorantes, es llevada a un orfanato, dónde es ignorada, temida y burlada por sus particuliares acciones. En su décimo-tercer cumpleaños, llega alguien que le comprende a la perfección. Gracias a él, la chica ingresa al me...