Los Merodeadores (Sirius Black y Tú) [COMPLETA]

¿Te gusta?

-Mi padre se enterará de esto, maldita sangre sucia.

-¿Acabaste? Necesito hacer esta redacción para mañana.

-Esto no quedará así.

-Que síii... -digo cansinamente.

Os preguntaréis qué pasó, yo os lo cuento. Malfoy no deja de seguirme desde hace una semana, diciendo que le dirá a su padre lo que le hicieron los Merodeadores. Tanto en la comida, como a la salida de clases y, al igual que ahora, en la biblioteca.

...

En la sala común...

Estoy con Lily, tapada cada una con una manta.

-¿A tí también te sigue?

-Sí, es muy plasta... después de la comida estuve con Sev y vino a decirme que su padre se enterará de esto.

-Entonces hicimos bien nuestro trabajo.

Llegaron James y Peter.

-¿Dónde están los otros? -pregunta Lily.

James señala a una parte de la sala y vemos a Sirius de nuevo con una chica.
Le apunto con la varita por debajo de la manta y susurro.

-Levicorpus.

Y la chica queda sujeta por el tobillo y luego cae.
Pet se tapa la boca, James se empieza a reir y se sienta a mi lado.

-¿Otra vez?

-No sé de qué me hablas.

Me recuesto en su hombro y cierro los ojos.
Sirius se acerca de mal humor y se sienta en el hueco libre al lado de Lily, quien hizo lo mismo que yo.

-Muy bonito, Cornamenta.

-¿Qué? Si yo no he sido.

-Ya, claro... ¿entoces quien? Lily y ________ están dormidas y Colagusano está comiendo al lado de la chimenea.

-¿Que están...? ¡Tramposa!

Me coge en brazos como un bebé y abro los ojos.

-¡Suéltame! Que manía tenéis con cogerme.

-Di la verdad.

Miro a Sirius.

-Fue James.

-Ya van dos, cervatillo... no te paso ni una más.

Me lanza encima de Lily y Sirius.

-Me las vas a pagar.

Me levanto y le sigo hasta su habitación.

-¡James, espera!

-Déjame.

-Oye, fue sólo una...

Se empieza a reir.

-¿Te la has tragado? Nunca podría enfadarme contigo, gafitas.

-¡Idiota!

Intento salir pero me corta el paso.

-No sé si te gusta el hechizo o te gusta Canuto.

-¡No me gusta nadie!

-¿Y porqué lo hiciste? Ya van dos veces.

-Porque me aburría.

-Sí, claro... mira, no te hagas ilusiones con él. Eres mi hermanita y si tengo que partirle la cara a alguien, lo haré, sin importar quien sea.

-No creo que haga falta.

-Ya sé que puedes tú sola.

-¿Me dejas pasar?

-No, hasta que me digas la verdad.

-¿Sobre qué?

-¿Te gusta Canuto?

-No.

Se abre la puerta y llega con la chica que estaba antes.

-No sabía que estaba ocupado -dice ella inocentemente.

-¿Qué hacéis aquí?

-Hablar.

Ellos entran y antes de que dijeran nada ya salí por la puerta.

-Entonces no te importará que se quede con esa morena.

-No, no me importa.

-¿Y por qué estás tan molesta?

-No lo estoy.

-Y a mi no me gusta Evans.

-Eso no es cierto.

-Y lo tuyo tampoco.

-Sólo es un amigo, no sé por qué os obcecáis en algo que no es cierto.

-¿Os?

-Remus también lo dice.

-Oh, el bueno de Lunatico. ¿Sabes? Él siempre tiene razón.

-Que bien... pues a ver si consigue que me case con un Beatle.

-¿Quien?

-Nadie, da igual.

...

En el Gran Comedor...

-Gracias por cubrirme, geme.

-Voy conociendo tus pequeños jueguecitos.

-Podrías divertirte conmigo haciéndole bromas a todos.

-Creo que te afectan las compañías.

-Le dije lo mismo a Dumbledore y él me contradijo.

...

Otra vez, me encuentro en el despacho.

-¿Quería verme?

-Sí, siéntate.

Lo hago y él empieza a reirse.

-¿Pasa algo? -digo un poco confusa.

-No dejo de darle vueltas a tu transformación. ¿En qué crees que te convertirás?

-No sé... tal vez en una mosca por lo pesada que soy.

-No creo...

Saca del cajón un objeto y me lo da.

-¿Un espejo?

-Dime, ¿qué animal crees que eres?

-Una cabra loca.

-Yo veo un animal ágil.

-Sinceramente, yo veo un animal torpe, algo como un topo en un árbol.

-Yo veo un topo bajo tierra, un pájaro en un árbol...

-Pues espero no ser nada de eso -río.

-Cierto, tal vez te conviertes en un bonito cisne...

-O un mamífero.

-Sí, aunque ya lo veremos en dos semanas.