Los Merodeadores

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-Hola, soy Peter Pettigrew -me estrecha la mano muy rápido.

-¿Qué son esas formalidades, Colagusano?

El de gafas empuja al pequeño y se pone delante mía.

-James Potter, alias Cornamenta. Un placer -hace una media reverencia, lo que provoca mi risa.

-Sirius Black a su servicio -agarra mi mano y besa el dorso-. Puedes llamarme Canuto -me guiña un ojo y se pone al lado de James.

-Y supongo que tú eres Lunático.

-El mismo -dice el rubio.

-¿Y esos nombres tan raros?

-Son unos apodos, nada más -explica Peter.

-Te llamaremos Hache -dice Canuto... o Sirius, aj, no sé como llamarle.

-¿Hache, por qué?

-Sí, te apellidas Hill, ¿no? Es la inicial, además es más corto que _________.

-¿Te parece bien? -habla el rubio.

-Em, supongo que sí -paseo la vista por sus caras-. Aunque no quisiera lo haríais igual.

-Eres lista -se acerca James y pasa un brazo por mis hombros-, ¿cómo es posible que no estés con las águilas?

-¿Cómo voy a saberlo?

Se acerca Sirius.

-Porque es valiente -me acaricia la mejilla-, muy valiente.

-Canuto -le riñe Remus-, no empieces.

James quita el brazo y vuelve junto a su amigo.

-Un poco de diversión no hace mal a nadie -se excusa.

-Eso no es divertido, las tienes como caprichos y eso no está bien -aporta Colagusano.

-Ninguna tiene queja -se enorgullece.

-Ya veo -sonrío de medio lado-, eres el mujeriego del grupo.

-Ay, no... -Colagusano se tapa la boca.

-Escúchame bien, muñeca -se va acercando-, sólo consiento que tres personas me digan algo así, y tú -me señala- no estás entre ellas.

-¿Y? -digo sin alejarme, pues no voy a acobardarme por un engreído como este.

-Escoge con cautela tus palabras cuando hables conmigo.

-Déjame pensarlo -me separo de los cuatro y camino despacio-... Creo que no -sonrío y bajo corriendo unas escaleras, sin saber a dónde voy.

Camino, unas veces despacio y otras rápido, sin saber dónde estoy. Llego a un sitio oscuro, iluminado con un par de velas.

*Me perdí, de puta madre...*

Alguien me coge por el aire, sujetándome por la cintura.

-¡Te tengo!

-¿James?

-No me tengas rencor por esto, pero nunca traiciono a mis amigos.

-Genial...

*Y yo no tengo a nadie*

Me lleva, aún agarrada, hasta un sitio más iluminado.

-Puedo andar, ¿sabes?

-Claro, a tu edad deberías saber hacerlo de sobra.

-Entonces suéltame.

-No, vamos a esperar a Canuto.

-¿Y no te cansas de cargarme?

Los Merodeadores (Sirius Black y Tú) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora