Myrtle

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Voy corriendo a clase de encantamientos un poco justa de tiempo.

-¡Lily!

-Buenos días, dormilona.

-¿Por qué no me despertaste?

-Lo hice tres veces, y todas me dijiste que te diese cinco minutos más, así que me fui.

-Buenos días, chicas.

-¡Hola, Severus!

-Buenas :)

Entramos a clase. Lily va con Severus a una mesa al lado del profesor.

-¿Vienes?

Camino a junto de ellos y me siento en un lateral, de espaldas al profesor y apoyada a su mesa.

-Buenos días, alumnos.

Entra sin cerrar la puerta.

-¡Buenos días, maestro! -responden al unísono.

Cuando se dispone a subir a su escritorio, veo a los Merodeadores en la puerta, indecisos a entrar.

-Buenos días, señor pequeñín.

-¡Soy profesor! -dice poco alterado.

-¡Y yo alumna!

Entre esta discursión, algo patética, entran y se sientan cerca de la puerta.

-¡Pero no puedes decirme siempre pequeñín!

-Es que va acorde con su tamaño.

-Tendré que bajarle puntos a su casa.

-¿Por qué? ¡Si no dije nada malo! -le pongo cara de niña buena- Y usted es mi profesor favorito.

Rueda los ojos y decide comenzar la clase.

(...)

-Ahora tenemos que ir a DCAO.

-¿Quién viene con nosotros?

-Creo que Ravenclaw. ¿Por qué?

-¿Podemos  sentarnos juntas de nuevo?

-Eso ni se pregunta.

Llegamos al aula y me fijo que esta vez los cuatro están en clase.

-Venga, venga, venga, apurad -entra la profesora y nos empuja a Lily y a mi-. ¿No tenéis sitio? A ver... tú -señala a Lily- te pondrás aquí -la arrastra hasta la mesa donde está su "querido" Potter. JAJAJAJA-. Y tú -trago saliva-... tú aquí.

Me agarra de la muñeca y me arrastra hasta una mesa en la que hay un chico solo.

Me siento y el muchacho levanta la cabeza.

-Mierda... -me digo a mi misma.

-Volvemos a vernos, preciosa.

Choco mi cabeza contra la mesa y escucho unas risas al fondo de la clase que la profesora silencia.

-Hoy hablaremos sobre los vampiros -comienza a hablar.

Levanto la cabeza y busco a Lily con la mirada.

Sin mediar palabra, pero gesticulando con la boca, digo la palabra AYUDA.

Cornamenta y Canuto intentan aguantar la risa. Remus y Lily tienen una mirada de compasión, y Colagusano, que no sabe disimular ni una pizca, comienza a reirse.

>>¿Le hacen gracia los vampiros, señor Pettigrew?

-No, pero uno está a punto de morder a mi amiga.

Los Merodeadores (Sirius Black y Tú) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora