Subo las escaleras hasta la sala común algo más tarde de lo habitual porque estuve hasta ahora adelantando algunod deberes que había abandonado, como DCAO.
-Contraseña.
-Leones molones.
-Puedes pasar, pero apura, te están esperando.
-¿Para qué?
-Para la noche de chicas, claro. Yo me quedaré aquí bebiendo, pero no se lo digas a nadie jijiji.
Se abre y entro.
En efecto, la sala está llena de niñas desde primee curso hasta séptimo.
-¡Geme!
-¿Qué es todo esto?
-¡Noche de chicas!
-¿Qué se supone que se hace?
-Lo normal, hablar de ropa, maquillaje... chicos.
-¿Y los chicos no se cuelan?
-Lo intentan pero les retenemos. Hace dos años les pintamos el pelo y las uñas, así que el año pasado nos la saltamos.
-Ya... oye, Lil, quería disculparme por lo que te dije, es que estaba cabreada.
-Lo sé y lo entiendo. No fue muy decente lo quente dije y comprendo tu reacción. Todo está olvidado. ¡Ahora vamos a pasarlo bien!
Se va con nuestras compañeras de habitación, con las que hizo buenas migas, y cogen unas bebidas.
Yo me siento en el sofá de la esquina donde cada noche me siento con Lunático y Canuto.
-Que rollazo... -susurro.
-______, ven aquí -me grita una chica rubia.
Me acerco a ella y me siento en el suelo con la espalda pegada a la pared.
>> ¡Empezamos por la ropa!
-¿Desfile? -dice otra.
Una trás otra pasaron al medio y las demás las alagaban.
-Te toca, Hill.
Me pongo de pie y me quedo quieta en el centro.
-Se supone que tienes que moverte -dice Chelsea.
Así que empiezo a dar vueltas sobre mi misma y, a la fuerza, aplauden.
Vuelvo a mi sitio y las demás siguen hablando del maquillaje que llevan.
-Hill -me llama Daisy-, ¿qué es eso que llevas en el labio?
Increíble, llevamos un año compartiendo habitación y no se dió cuenta... aunque nadie me preguntó.
-Un pearcing, una especie de pendiente.
-¿Duele?
-Depende donde pinches.
-¿Pinchar?
-Claro, ¿cómo crees que metes el pendiente?
-Pues...
Iba a responder, pero la chica rubia del principio cambió de tema.
-¡Ahora evaluaremos los chicos!
Ay, no... ¿por qué?
-¡Evans!
-¿Por qué voy de primera?
-Porque eres la futura señora Potter.
Uuuuh, confesiones
-¡Jamás!
-Ya lo veremos.
Me estoy aburriendo... vale, seré sincera. Esto de mariconadas de chicas no me va, yo necesito a mis hombres, aunque suene muy raro.
A gatas, voy hasta la escalera de los chicos y subo.
Aún en el suelo, abro la puerta y entro.-Chicos -susurro y nadie me responde-. Chicos -ahora más alto y sigo sin respuesta.
Me pongo de pie y voy a la cama de Colagusano, que es la más cercana a la puerta. Descorro la cortina y no le veo. Lo mismo en las otras tres.
>>¡Vaya idiotas!
Me tumbo panza arriba en la cama de James y cojo de su mesilla una libreta, concretamente su agenda que etá abierta por una página..
"30 de octubre: luna llena"
>>¡Mierda! Ya es la segunda vez que me olvido.
Ahora sólo necesito una excusa para salir a las escaleras sin dar excusas en la sala común.
Bajo y me quedo escondida en las escaleras. Al parecer aún siguen con la fiesta, así que tal vez me arrollen a preguntas.
Sólo puedo hacer una cosa.
-¡Mirad eso!
-¿Qué hace ese gato aquí?
-Viene de las habitaciones de los chicos.
-Seguro que es de Black o alguno de sus amigos.
Mientras hacen esos comentarios, intentan cogerme y acariciarme, así que tuve que defenderme con algún mordisco y arañazo.
Fui acercándome al cuadro y me costó empujarlo. Al salir me pillé la cola, lo que llevó a un grito y a un mal despertar de la señora gorda.
Después de escucharla maldecir en alto, bajé y salí hasta el sauce boxeador para llegar a la casa de los gritos.
-Miau, miau, miau...
Alguien me coge suevemente del cuello y voy colgando hasta la planta superior. Al entrar veo a Lunático, Cornamenta y Colagusano. Por descarte, sé que Canuto es el que me coge.
Este se tumba y me pone sobre sus patas delanteras. Giro quedándome panza arriba y le doy con las patas en el hocico, ganándome un lametón.
Trepo por su cabeza y me tumbo abrazándome a sus orejas hasta quedarme dormida.

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Los Merodeadores (Sirius Black y Tú) [COMPLETA]
FanficUna joven, hija de muggles ignorantes, es llevada a un orfanato, dónde es ignorada, temida y burlada por sus particuliares acciones. En su décimo-tercer cumpleaños, llega alguien que le comprende a la perfección. Gracias a él, la chica ingresa al me...