𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐍𝐈𝐍𝐄

406 34 3
                                    

━━━━━━━━━━━━━━━━━━
Eunsan ; No pido nada más.
━━━━━━━━━━━━━━━━━━

"Sabes, no pido nada más,
que estar entre tus brazos
y huir de todo mal.
Que a todo he renunciado
por estar junto a ti."

Dongmin estaba entre la espada y la pared. Debía elegir entre seguir con su carrera como pianista y cantante, o abandonar todo y poder llevar su relación con aquel lindo peli-blanco de tierno rostro. Sanha no le había exigido nada, era el novio más comprensivo y cariñoso que pudiera existir. Estar en sus brazos y recibir su amor cuando el tiempo le daba la oportunidad, era algo que realmente disfrutaba. Podría renunciar a todo sólo por pasar cada día de su vida junto a su única inspiración, a su única razón por la cual aún podía escribir la letra de sus canciones más profundas. Sin él, su carrera sería un fiasco, prefería mil veces perder esta de un sólo golpe, a tener que acabar su relación para probar que sin Sanha, su cerebro y corazón no funcionaban para llegar lejos.

"Sabes, no dejo de pensar,
que estoy enamorado.
Te quiero confesar
que soy sólo un esclavo,
que no sabe vivir sin ti"

Salió de su camerino con todas sus cosas, no podía arriesgarse a vivir sin Sanha. ¿Cómo lograría hacer eso? ¿Era posible? Realmente no deseaba averiguarlo, prefería no hacerlo. El amor es ciego, pero el suyo lo había visto muy bien desde cada ángulo, era perfecto y con toques de dulzura y romance, era un amor como el de esas películas románticas francesas antiguas que estaban en blanco y negro. Clásico, puede que cliché, pero era perfecto a pesar de las discusiones. Estaba enamorado de aquel chico y podría pasar su vida tratando de darle lo que al contrario no le importaba, porque este quería sólo amor. Quería a Dongmin como pareja y no como esclavo, pero el peli-negro era muy terco a veces.

"Cuando llegaste tú
te metiste en mi ser,
encendiste la luz
me llenaste de fe.
Tanto tiempo busqué,
pero al fin te encontré.
Tan perfecto como te imaginé"

Sanha aguardaba en la salida del gran edificio beige con un letrero brillante que portaba el nombre de la compañía. Se sentía fuera de lugar, pero no le importaba el resto de las personas o el ambiente, si Dongmin era quien saldría para verlo. El mayor lo vio por el gran ventanal del lugar; a sus ojos era lo más perfecto y único que podría haber visto en su vida. Pero, ¿cómo le explicaba que su carrera se veía afectada por su relación? Sanha no aceptaría su desición de dejar el estrellato sólo por quedarse con él, jamás podría permitir eso y Dongmin lo sabía muy bien, porque lo conocía de pies a cabeza. Gracias a él tuvo fe en sí mismo para llegar a donde estaba; él fue quien le dio esperanzas y lo animó a seguir sus sueños. Sólo él logró entrar en su corazón sin previo aviso. Sí, era demasiado perfecto como para dejarlo ir.

"Como aguja en un pajar,
te busqué sin cesar.
Como huella en el mar,
tan difícil de hallar.
Tanto tiempo busqué,
pero al fin te encontré.
Tan perfecto, como te imaginé"

Cerró sus ojos, dando un leve suspiro. Debía prepararse para darle la noticia al menor y sólo esperar que comprendiera que sin él, sus canciones no servirían, porque estarían vacías y de todos modos su carrera se vendría abajo, lo necesitaba. Había llevado tiempo buscando a alguien que pudiera darle lo que él necesitaba, que pudiera darle amor y calidez. Había sido difícil hallar a alguien así, pero luego llegó ese día, aún lo recordaba muy bien. Lo habían elegido para darle un recorrido de la universidad a los de último año de secundaria y ahí estaba él, con unos jeans negros, un jersey azul más grande que él y un tierno rostro siendo cubierto por su cabello castaño. Perfecto; fue lo que pensó al examinarlo. ¿Dejarlo ir? No, no era una opción si quería seguir siendo feliz.

"Sabes, te quiero confesar,
que te encuentro irresistible.
No dejo de pensar,
que haría lo imposible
por quedarme cerca de ti"

El peli-negro lo miró una vez más, lo examinó de pies a cabeza nuevamente, su carrera no valía nada sin él, moriría si no estaba junto a él. Su ternura, sus ojos, sus mejillas y sobre todo sus labios, le parecían lo más irresistible; irresistible como sus ganas de besarlo a cada segundo. Él lo era. Sus ojos bailaron por la habitación y comenzó a hablar solo, dando vueltas; si salía debería serle sincero. Eso no era difícil porque no quería dejarlo y jamás lo haría, lo difícil era que Sanha entendiera y aceptara su desición, era como intentar meter una pelota de basquetball a un calcetín. Haría lo que fuera por estar cerca de Sanha, no le importaba nada si no lo compartía con él. ¿Alguna vez se oyó de un amor así? Puede ser que en cuentos, leyendas, películas, poemas... Dongmin tenía su propia historia, su propio cuento que podría contarle a sus hijos, nietos, etc. Era un cuento que sólo la muerte podría acabar. Tomó aire y salió del edificio para luego toparse con la sonrisa del menor y un fuerte abrazo de su parte. Era hora de hablar.

— ¿Cómo fue tu día? — Cuestionó el peli-blanco.

— Bien, aunque... Tengo una noticia que darte. — Sanha lo observó con cuidado y fue cuando supo que debía hablar. — Abandonaré mi carrera.

— ¿Qué? ¿Por qué? — Dijo con preocupación, no podía creer que su pareja dejara algo que amaba y en lo que realmente era bueno.

— Te seré sincero. Me dieron a elegir entre tú y mi carrera, y obviamente te elegiré y no me vengas con el cuento de "Pero eres muy bueno, y que las fans y que...". No. Ya lo decidí — Habló el mayor.

— ¿Por qué dejas por mi tu sueño? Trabajaste muy duro para llegar aquí y yo ya sabía que esto podría pasar. Y juro que entendería si eliges tu carrera. Sí, te extrañaré... Pero no tienes por qué dejar esto por mí. ¿Por qué aún así lo haces? — Dijo, entre lágrimas. No podía dejar que su amado perdiera todo sólo por su culpa.

"Sabes, no pido nada más
que estar entre tus brazos"

— Porque sólo quiero estar entre tus brazos. — Dijo tomando el rostro del menor, dejando un beso en sus labios y un abrazo cerró aquel momento.




Besitos❤

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora