𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒

𝐅𝐎𝐔𝐑

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Eunsan ; You... Really love me?
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Sanha se dejó caer al suelo. Después de tan arduo ensayo que Minhyuk les había dado, necesitaba un respiro y algo de agua. Ladeó su cabeza unos centímetros y lo observó, hasta con sudor en su frente y su piel roja por el calor se veía apuesto. Estaba enamorado y no podía negarlo, se había enamorado de Dongmin, pero lo suyo con el mayor era totalmente imposible. El peli-negro llevaba un largo tiempo en pareja con Bin y aquello era un fastidio para Sanha. Jinwoo se acercó a él y, dándole palmadas en el estómago, se sentó a su lado.

— Sanha, ya levantate, debemos continuar. — Dijo el peli-rojo para luego beber agua.

— No quiero. — Habló el menor, rodando por el suelo.

— Se por qué estás así, pero no puedes pasartela deprimido y llorando por... — El mayor fue interrumpido.

— ¿Deprimido? ¿Por quién? ¿Quién te hizo daño, mi pequeño y dulce beagle? — Preguntó Dongmin colocándose de cuclillas junto a ambos.

— N-No es nada importante hyung. Olvida lo que sea que hayas escuchado y continuemos con el ensayo. — Dijo Sanha y se levantó rápidamente para luego ir junto a Myungjoon.

Dongmin miró amenazadoramente a Jinwoo, lo haría hablar como fuera, no quería ver triste a su pequeño. Bin estaba deprimido en un banco junto a Minhyuk, no se veía para nada bien y eso le llamaba la atención a Sanha, ya que quien debería consolarlo era Dongmin. El ensayo continuó por una hora más y al acabar todos estaban realmente agotados y sólo querían comer algo e ir a dormir. Salieron de la compañía para así dirigirse a su departamento y tomar una ducha. Dongmin iba serio, se mantenía mirando al peli-morado sin expresión alguna en su rostro, no sabía qué pensar ni qué hacer después de lo que Jinwoo le había dicho a la fuerza. Sanha iba riendo junto a Bin, quería levantarle el ánimo ya que lo había visto mal y no soportaba verlo de ese modo.

— Sanha... — Susurró Jinwoo, tomando el hombro del menor. — Lo siento.

El más alto no entendía qué sucedía hasta que su mirada se topó con la de Dongmin, quien lo miraba fijamente. Se preguntaba si lo había estado mirando así horas atrás y no lo había notado, pero era obvio el por qué lo observaba de ese modo. Caminó como pudo hacia el mayor y le dió un suave empujón mientras sonreía con nervios.

— Oye hyung, ¿por qué estás tan serio? Pareces una estatua y honestamente, me das miedo. — Rió, pero el mayor no tuvo reacción alguna, sólo se paró en seco.

Los demás pararon, pero Sanha miró a Jinwoo. Este asintió como si lo hubiera entendido de algún modo y se llevó a los demás, aunque Bin se veía extraño. Sanha tomó aire, quería pronunciar algo, pero fue tomado por sorpresa cuando el mayor lo abrazó.

— Tengo frío, abrázame. — Exigió Dongmin.

— Está... Bien. — Abrazó al mayor. Era un abrazo cálido y aunque había silencio, ninguno se sentía incómodo.

— ¿Por qué no me lo dijiste? — Preguntó el peli-negro, después de un rato.

— ¿De qué hablas, hyung? — Fingió no entender.

— No te hagas el bobo, Jinwoo me contó todo. Tú... ¿Realmente me amas? — Preguntó, observando al peli-morado.

— Hyung, no quiero hablar de esto, Bin no se ve bien y tú debes ir a consolarlo. — Dijo el menor, separándose de aquel abrazo que en realidad no deseaba acabar.

— Sanha... Bin está así por mi culpa... Porque no lo amo. — Agachó su cabeza con tristeza en su rostro. — Dejé de hacerlo.

— ¿Por qué dices eso? Se veían muy felices juntos. — Dijo el menor, con confusión.

— Sanha, ya no puedo fingir más. Estoy enamorado de ti desde nuestra epoca de trainees y... Realmente quise convencerme de que me gustaba Bin porque tú te veías muy unido a Rocky y... Cometí un error. — Dijo el peli-negro.

— Hyung... Yo te amo demasiado, pero no quiero dañar a Bin... Lo nuestro es imposible. — Habló el menor con tristeza. Su voz se quebraba poco a poco y aquellas palabras realmente le dolieron.

— No bebé, no digas eso. — Habló tomando las suaves mejillas del menor entre sus manos. — Lo nuestro puede ser posible, sólo debemos esperar un poco. Por favor, no me dejes así nada más, sólo debemos esperar un poco más. ¿Si beagle? ¿Harías eso por mí?

— Y-Yo... — Tomó aire y dejó caer sus labios sobre los del mayor, necesitaba hacerlo.

Los labios de Dongmin se movían con lentitud, puesto que Sanha era algo inexperto y muy torpe. Aquel beso marcaba todo amor que sintieran ambos, pero sabían que debían esperar, sólo un poco más.

— Te amo Sanha.

— Y yo a ti, hyung.

— ¿Prometes que esperarás a que arregle todo con Bin?

— Lo haré. Te esperé durante años, no me importará esperarte por más tiempo mientras esté a tu lado.

El menor sonrió y volvió a posar sus labios en los del peli-negro. Sólo debían esperar, sólo un poco más.