𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒

𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍

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Eunsan ; Letter.
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La vida me enseñó muchas cosas buenas y malas,
pero también me enseñó que se puede volar sin alas.

Que si uno lo desea puede tocar el cielo,
y que puede, de la mano de alguien amado, emprender vuelo.

La vida me enseñó a amar tu aroma a vainilla,
y a que cada quien a su propia manera brilla.

Me enseñó a desearte en un profundo secreto,
y por la madrugada, pensando en ti, quedarme despierto.

Me enseñó que puedo salir victorioso y fracasado,
pero que nada importa si te tengo a ti a mi lado.

Me enseñó a amar aquella dulce y tierna sonrisa,
y al llegar la hora de volver a mi vivienda, no tener prisa.

Me enseñó a ver a través de los ojos con calma,
porque se dice que ellos son las ventanas del alma.

Tú me enseñaste a que para amar no se necesita estudiar,
porque el amor es un sentimiento que se debe cultivar.

Me enseñaste que este sentimiento no es una ciencia,
sino una virtud deleitosa que se obtiene con paciencia.

Me enseñaste a que existen los finales felices,
por más que en el camino obtengas cicatrices.

Me enseñaste que tus labios son lo único que quiero probar,
y que tu voz es la única cosa que deseo escuchar.

Me enseñaste a dejarme llevar por el corazón,
y que hay más de mil y un formas de inspirarse para una canción.

Me enseñaste que los poemas y cuentos contienen verdades,
y que las leyendas no siempre son reales.

Aprendí que el calor de tu cuerpo es lo que necesito,
y que con cada lágrima se deja ir de amor o dolor, un grito.

Aprendí lo que es necesitar a alguien sosteniendote,
y que al tambalear esté a tu lado conteniendote.

Aprendí que cada mañana a tu lado es un regalo,
y que mi deseo más profundo es alejar de ti, todo lo malo.

Aprendí que cada pequeño detalle es importante,
y que darte un beso de buenas noches importa mucho, aunque parezca algo irrelevante.

Aprendí a dedicar canciones y a sentirlas hasta mis adentros,
y que la vida da más que sólo malos momentos.

Aprendí a entregar mi corazón y a recibir el de alguien más,
a que de felicidad se pueden llenar hasta cien hojas.

Aprendí muchas cosas estando contigo,
pero sobre todo aprendí a amar y a ser correspondido.

- Eunwoo♡
Feliz aniversario, Sannie bebé.

Las lágrimas brotaron de los ojos del castaño, recordando aquel día de verano donde recibió esa carta hecha a mano y con el aroma de Dongmin impregnado en ella, aún seguía ahí. Su labio inferior tembló tras el recuerdo, sabiendo que compartió lo mejor de sí con aquel chico de cabello negro; sabiendo que le entregó todo y recibió más de lo esperado a cambio. Recordó aquel día de primavera en la que se prometieron que sólo la muerte los separaría, recordó aquella noche donde se dejó conocer a fondo por aquel joven que tanto amaba. Su alianza seguía en su dedo, esa que juró no quitarse jamás, ni siquiera si la muerte separaba sus caminos, porque jamás lograría amar a nadie que no fuera Dongmin. Hoy, en esta noche de invierno, Sanha cerró sus ojos, recordando todo lo vivido con su amor de juventud y el cual llegó hasta la vejez y sí, sólo la muerte del mayor los separó. Sanha durmió, y lo haría por siempre, pero al menos sus últimos recuerdos fueron de lo más lindo que tuvo, Dongmin.

( Gracias por esta carta y por estar conmigo siempre, amor. )