Los Secretos De Litzy (Chicas Gordas #4) BORRADOR

Capítulo 18. Depredador

Capítulo 18

Depredador

Litzy

Miraba el techo de mi pequeño apartamento en las afueras del Norte de Carolina, eran uno de esos días en lo que extrañaba a Ethan de una forma tan fuerte, que me dolía el pecho, pero me decía a mí misma que debía soportarlo, yo había tomado la decisión de separarme de él. Habían transcurrido seis meses desde la boda de Cassidy con Jack y muchas cosas también habían pasado en mi vida, como por ejemplo, termine por segunda vez con Kevin, ahora era definitivo.

Respire profundo y quite las sábanas que me cubrían, mi teléfono había sonado un par de veces y sabía que se trataba de Ruth, trabajamos juntas en una firma que da asesoria a pequeños negociantes, ella es la jefa y se había convertido en mi alarma todas las mañanas y mi única amiga, pero hoy en particular no estaba de humor para escucharla, aunque al final decidí tomar la llamada.

—Ya estoy despierta. —Dije con cansancio.

—El nuevo Ejecutivo viene hoy, así que ponte tu mejor trapo. —Una sonrisa arribó a mis labios, Ruth era todo un personaje.

—Me imagino que irás en falda tubo —Dije para molestarla, Ruth tenía un cuerpo envidiable y todo lo que se ponía le quedaba perfecto, pero odiaba las faldas tubo.

—Muy bromista, te espero en la entrada a la 7:45.

—Perfecto —Conteste al tiempo que colgaba la llamada.

Mire la pantalla de mi teléfono y tenía algunas llamadas perdida de mi madre y otro mensaje de Cassie. Me había aislado totalmente, mis amigos habían seguido con su vida, quizás sus vidas no eran perfectas, pero en definitiva eran mejor que la mía, yo me había estancado, vivía en un círculo vicioso para castigarme por mi pasado, me había propuesto ser infeliz y era la verdad aunque sonará descabellado.

Deje el teléfono sobre la encimera y tome la decisión de prepararme, porque en mi trabajo no le importaba a nadie si estaba teniendo un mal día, debía poner mi mejor cara y fingir que todo estaba bien, tenía mucha práctica en aquello aunque desde que conocí a Ethan ese muro se había quebrado y ahora sólo trataba de no romperme delante de la gente, no quería que nadie fuese testigo de mi debilidad.

***
Mire mi reloj que marcaba la 7:40 am, había aparcado el pequeño chevy en el aparcamiento del edifico empresarial y camine con premisura a la entrada, Ruth debía encontrarse allí, con sus tacones de aguja y un vestido ajustado, era su outfit favorito y le hacía ver más prestigiosa, aunque realmente lo era, provenía de una familia adinerada, aunque había preferido independizarse.

—Justo a tiempo, ni más ni menos. —Dijo en cuanto me vio. —Y por lo menos estas decente. — Ignore su comentario y me aproxime a ella para darle un abrazo, que la tomó por sorpresa.

—Hoy es uno de esos días —Sé que mis ojos se encontraban cristalizados, lo supe por la expresión de tristeza en su rostro. —Pero hay que poner la mejor cara. —Tome una larga respiración y las dos nos dispusimos a entrar para ocupar nuestros lugares, pero unos murmullos en el recibidor detuvieron nuestros pasos.

—No sé cuándo se les va a quitar esa calentura a las de recepción —Ruth me miró y no pude evitar reírme. —Y por lo menos te hago reír con mis comentarios fuera de lugar.

— ¿Qué ocurrirá? —Pregunte a nadie en particular y Ruth me arrastró con ella hasta donde se encontraban las demás, porque la chica aunque criticaba aquello le encanta el cotilleo.

— ¿Qué pasa? —Pregunto Ruth a Denia, que era parte del equipo de recepción.

—Pues ha llegado el nuevo Ejecutivo y es un Adonis. —Ruth se abrió pasó para poder tener mejor visibilidad y se llevó algunas miradas despectivas, las cuales ignoro.

— ¡Wow! —Dijo Ruth sorprendida y entonces lo vi, di dos pasos atrás y me solté del agarre de al cual me tenía sometido mi amiga.

Mi corazón comenzó a palpitar con desenfreno y un nudo se me instaló en la boca del estómago, sentí que todo volvía a derrumbarse, que los pedazos de mi vida que había unido, se resquebrajaban de nuevo. Aquel rostro, aquella sonrisa, aquella mirada que pensé había dejado atrás regresaban a mí de nuevo y sé que me merecía aquel castigo, pero estaba harta del mismo. Entonces su mirada se encontró con la mía y sentí que el depredador volvía asecharme.