Los Secretos De Litzy (Chicas Gordas #4) BORRADOR

Capítulo 26. Liberación

Capítulo 26

Liberación 

Litzy

Esta era la sexta noche que no dormía, sólo me había permitido tomar pequeñas siestas que lo único que habían hecho eran traer a mi muchísimas pesadillas y agradecía que las chicas se hubiesen quedado a mi lado aunque cada una de ellas había tenido que regresar a sus vidas, nunca pensé que podrías llegar a tener una amistad tan sincera en la vida, Lía, Theresa, Cassie y ahora Ruth se habían encargado de velar por mí en todo este proceso, aunque lamentablemente no aliviaban mi tristeza.

— ¿Qué haces? —Le pregunté a Ruth quien tenía el rostro sucio de chocolate y pude notar algo de malestar en su rostro.

—Cuando estoy ansiosa como helado y me he sentido así desde que conocí a Mike Roger —Una sonrisa genuina afloro en mi rostro y Ruth rodó los ojos, ella y Mike habían tenido pequeñas conversaciones en el hospital y sabía que le había caído más que bien, aunque Ruth ya no era tan joven merecía por lo menos alguien a su lado.

—Es un buen hombre —Dije sin más, porque era verdad. Mike podía reconocer el sentimiento genuino, sabía que yo amaba a su hermano y estaba de nuestro lado, pero era uno contra dos.

—Con esos padres de mierda que tiene, además estoy demasiado grande para tanto estrés en mi vida, eso te lo dejo a ti, tú y Ethan tienen toda la vida para arreglar el desastre que tienen, yo necesito alguien que me masaje los pies, alguien que me haga café y que no crea que soy su sirviente —Ruth había dicho todo aquello de manera dramática, pero sabía muy en el fondo que ella y Mike habían tenido una conexión.

Suspire pesadamente y Ruth se sentó a mi lado en el sofá, me paso el tazón de helado, pero lo tuve que rechazar. Tenía un nudo en el estómago, uno que se hacía más grande cada día y el cual no me dejaba en paz en ningún momento, sabía que merecía toda esta angustia, sabía que merecía toda la tristeza que sentía, pero tenía la remota esperanza de merecer algo de consuelo al final.

— ¿Esperas a alguien? —Pregunto Ruth cuando el timbre sonó, negué con la cabeza, pero luego pensé que podría ser Cassie.

—Quizás sea Cassie —Dije tranquilamente.

—No se fue hace unos días —Mire a Ruth y me encogí de hombros, porque si no era ella ¿Quién podría ser?

—Señora Sonya —Ruth miró entre mi madre y yo con sorpresa, yo tampoco podía creer que ella estuviera aquí.

Sonya se acercó a mí y me estrechó entre sus brazos, era la primera vez después de todo lo sucedido con mi hermano que sentía tan calidez en un abrazo de mi madre, tomo mi rostro en sus manos y pude ver la amarga tristeza que había en sus ojos y esta vez no se trataba de Liam, esta vez mi madre estaba triste por mí.

— ¿Por qué nunca me dijiste que estuviste embarazada? — las lágrimas se deslizaban sin detenerse por sus mejillas, lagrimas genuinas y de dolor por mí y quería apartarlas, pero estaba demasiado conmocionada por sus palabras, había guardado aquel secreto tan celosamente y sólo otra persona lo sabía, Liam debió haber tocado fondo para revelar a mi madre aquella atrocidad y comencé a llorar, sentí mi corazón volver a quebrarse de nuevo, pero sabía de una vez por todo iba a liberarme de esta carga, para siempre.