Capítulo 30. Vivir

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Capítulo 30

Vivir

Litzy

Nos quedamos dormidos en el pequeño sofá aquella noche y era una de tantas en las que al fin tendría a Ethan conmigo, me sentía nerviosa y algo ansiosa, porque era la primera vez en que no quería arruinar las cosas, le había dicho que lo amaba y pronunciar aquellas palabras me causó un cosquilleo en el estómago. Era el primer cosquilleo que sentía en toda mi vida.

— ¡Por Dios! —Dijo mi madre llevando sus manos sobre el pecho, le hice seña de que hiciera silencio, Ethan aún seguía dormido y aturdido por los medicamentos —Me iré a casa —Dijo en voz baja —Luego me presentas al chico. —Asentí mientras ella se marchaba.

Era raro tener que contarle a Sonya sobre un chico, nunca antes me había detenido a pensar en aquello, mi madre siempre había estado ausente en mi vida, estuvo ahí, pero al mismo tiempo no, pero sentía esta necesidad de decirle al fin que había encontrado a alguien, 《Mi Plus》 alguna vez me dijo que papá era su Plus y que en la vida nunca existiría un hombre como él, creo que mamá nunca superará a mi padre.

Contemple el rostro de Ethan y sus labios entreabiertos, muchas cosas sucias pasaron por mi cabeza y no había sentido temor al pensarlas, ni que estaba sucia, ni que era una puta, era esa vez, la vez en que sabes que te puedes entregar a un hombre sin miedo, sin fantasmas del pasado, esa en que sabes que él te amara tal cual eres, esa en la que te puedes entregar sin vergüenza alguna.

—Se fue tu madre —Dijo abriendo un ojo y luego el otro y pude ver la lujuria en su rostro.

—Si —Dije con picardía, entonces se puso de pie y me extendió la mano — ¿Deseas enseñarme tu habitación? —No pude evitar el estremecimiento que me causó aquello aun así lo guíe hasta ella.

El pasillo que conducía a mi habitación era corto, pero aun así Ethan me acorralo en la pared y se las ingenió para quitarme la blusa, sabía que le molestaba el hombro, pero también sabía que me deseaba como yo a él. Aparte con delicadeza su suéter y un vendaje blanco cubrían su hombro, pero aun así no dejaba de ser sexy, eso no podía apagar su luz, no empañaba lo bello que era y el cuerpo tan bien definido que se gastaba.

—Dime cuando deba parar —Dijo mientras besaba mi cuello, pero yo no quería parar, quería que ardiera más el fuego, quería arder de placer.

Me depósito suavemente sobre la cama, cerró la puerta con su pie y quito mis pantalones de franela, me sentí como una criatura exótica bajo su intensa mirada, me sentí como el manjar más deseado y ver su erección apretó con fuerza en mi bajo vientre, ya no habían secretos, ya se había caído esa coraza que me cubría, había tenido sexo muchas veces con Ethan y había llegado el momento de hacer el amor. Sus manos me recorrieron con urgencia y yo toque su pene con tanta suavidad que lo escuché contener la respiración por el placer, sus dientes atraparon mi pezón y luego sus dedos juguetearon con mis bragas.

—Mucha ropa —Dijo tan malditamente sexy que sentí que me corría en ese mismo instante, entonces los arranco de manera salvaje y un grito ahogado salió de mi interior.

—Termina con esta tortura—Dije mientras él se colocó ahí, donde el sol no llega, pero sus manos si y terminó con mi martirio. Se hundió en mí suavemente y por un momento me olvidé de respirar, olvidé todo a mí alrededor, olvidé que los secretos me habían robado parte de mi vida y sólo viví, por primera vez viví sinceramente y sin secretos.

Fin

Los Secretos De Litzy (Chicas Gordas #4) BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora