Los Secretos De Litzy (Chicas Gordas #4) BORRADOR

Capítulo 22. Miedo

Capítulo 22

Miedo

Litzy

Liam tiro del gatillo, pero no pasó nada y luego su acto de cobardía fue acompañado por una carcajada maliciosa. Yo estaba temblando, me castañeaban los dientes y sentía mi cuerpo frío como témpano de hielo, ni siquiera mis kilos de más me proporcionaban calor, me encontraba casi al borde del colapso, mi miedo hacia Líam se había incrementado al 100% en aquella hora y no encontraba una alternativa para salir de aquella habitación, estaba atrapada en el infierno.

—Deberías darme asco, pero no es así —Dijo mirando de arriba abajo —Es como si hubieses nacido para tener esas curvas —Dio un paso hacia mí.

—No te acerques Liam —Levantó una de sus cejas de manera petulante y quise partirle la cara en aquel mismo momento.

—Y que harás, me golpearas, crees tener las fuerzas necesarias para dominarme, aunque pensándolo bien mejor no arriesgarse —Aquello último lo dijo con burla y sabía que se estaba burlando de peso.

Me que en silencio, sabía que Líam odiaba que me quedara callada, le encantaba ese enfrentamiento entre los dos, que me sintiera acorralada, pero él no había entendido aún que ya no era una niña, que desde los dieciséis me había dado cuenta que lo que hacíamos estaba mal, que deseaba tener a mi hermano devuelta, ese que me cuidaba y protegía de pequeña, porque el que tenía frente a mí se había convertido en un monstruo.

—Sólo déjame ir Líam —Dije con cansancio —Esta vez sólo haré de cuenta que nada pasó y te podrás ir —Lo mire fijamente a los ojos con estos llenos de lágrimas —Te amo Líam, pero lo hago como tu hermana, no puedo amarte de otra manera.

— ¡Mentira!— Dijo exasperado, entonces las luces de un coche iluminaron la habitación.

Líam se movió rápidamente y observó a través de la ventana, su cara se enrojeció, la ira comenzaba a crecer en él y me preguntaba ¿quién podría ser? ¿Quién podría haber encontrado este lugar? Era tan difícil imaginar que Sonya pudiese haber hecho algún movimiento en contra de su hijo amado, porque a pesar de todo seguía culpándome por lo que pasó.

— ¡Litzy! —vociferaron y no podía creer lo que estaba escuchando, porque aquella era la voz de Ethan.

—Creo que esto se pondrá interesante —Dijo y pude ver como todo el odio, el resentimiento y las ganas de hacer daño se reflejaban en su mirada, entonces supe que Ethan corría peligro y un grito de horror se instaló en mi garganta.

— ¡No! —Dije a todo pulmón —Tu problema es conmigo, no con él, haz lo que quieras conmigo Liam, pero a él no le hagas daño —las lágrimas corrían por mis mejillas, pero ya no sentía miedo por mí, temía que Liam me arrebatara a Ethan, entonces lo supe al ver la intensidad de su mirada. Lo peor estaba por venir.