Los Secretos De Litzy (Chicas Gordas #4) BORRADOR

Capítulo 23. Oscuridad

Capítulo 23

Oscuridad

Ethan

La casa estaba en tinieblas, sólo una pobre luz alumbraba una habitación en el segundo nivel, visualice que alguien miraba por la ventana, pero se alejó muy rápido para poder decir de quien se trataba y me sentí como en esas películas de asesinos en serie, donde no tienes ni idea de cuál será el próximo movimiento del asesino, suena descabellado, pero así de asustado me sentía ahora y no temía tanto por mi vida, sino por lo que le pudiese ocurrir a Litzy.

—Creo que Sonya estaba equivocada —Dijo Cassie mientras miraba su alrededor asustada y no soltaba el brazo de Jack.

—Es mejor que llamemos a la policía viejo —Mire a Jack con tanta intensidad que sus hombros se hundieron.

—No tienen por qué entrar, esta no es su pelea —Me adelante unos pasos y tomé el pomo de la puerta, pero esta cedió sola, era extraño y descuidado, al parecer Líam no era tan inteligente después de todo.

—No deberías entrar —Dijo Cassie intentando por enésima vez persuadirme, pero si Litzy se encontraba allí, no me iría sin ella.

Me adentre de manera sigilosa a la casa, que se encontraba fría y empolvada, los muebles estaba todos cubiertos con lonas plásticas transparentes y las lámparas aún colgaban de los techos. Me imagine por un momento está casa en sus mejores tiempos, cuando las luces alumbraban y Litzy iba de un lado a otro haciendo lo suyo. Sólo siendo completa e irremediablemente hermosa.

—Quédense aquí, quizás Sonya ya se haya dado cuenta que tomamos otra ruta y venga en camino —Cassidy asintió con la cabeza, pero podía notar que Jack no estaba muy convencido, aun así no puso objeción.

Me paré al inicio de las escaleras y me cercioré de cuál era la dirección de la que procedía aquella luz y comencé a subir despacio, tratando de que mis pasos fuesen los más silenciosos posibles y rogando que mis nervios no me traicionaran, nadie en su sano juicio pensaría nunca hacer lo que estoy haciendo, eran como dicen, una misión suicida, pero me había dado cuenta que amaba demasiado a Litzy Brown.

Llegué al final de las escaleras y mire directamente el lugar de donde provenía aquella la luz, era la habitación del fondo, justo frente a mis ojos y la sala de estar que me separaba de ella parecía inmensa, el camino más largo que tendría que recorrer, la puerta se encontraba semi abierta y la terminaron de abrir de manera repentina y una sombra asomo por ella, escuche un grito de terror y luego mi nombre resonó como un grito de terror en aquel silencio.

— ¡Ethan, no!— Escuche decir y aquella era la voz de Litzy, me apresure hacia ella, pero lo que vi me congeló.

—Nunca pensé que regresarías después de lo te dije sobre nosotros, de verdad debes amarla— Los ojos de Líam estaban inyectados en sangre, tenía a Litzy cogida del cabello y le apuntaba a la cabeza con el arma, estaba aterrado porque si él apretaba ese gatillo, todo se habría terminado.

—Sí, la amo —Dije con voz inestable — Sólo deja que yo cuide de ella.

— ¡No! —Grito apuntando ahora su arma hacia mí y lo siguiente que paso fue realmente confuso.

Unas sirenas se escucharon, seguido de un disparo y luego todo comenzó a perder sentido a mi alrededor, mire a un oficial pasar por mi lado y al segundo tenía a Litzy entre mis brazos, pero algo no estaba bien, sentía un calor abrazador en mi costado izquierdo y de manera instintiva lleve me mano allí, mire mis dedos cubiertos de un rojo intenso, entonces todo cobro sentido. Líam me había disparado.