01

11.7K 455 5
                                    

      1ERA EDICIÓN: 30/06/21

[...]



      —¿Qué es lo que eres? —el hombre de piel rojiza y ojos color chocolate observó cauteloso a la extraña criatura que se asomaba desde la orilla del mar—.

Era completamente hermosa, la mujer más bella que el varón hubiese visto en toda su vida, tenía la piel tan blanca como la leche como si hubiese sido esculpida en mármol, los ojos igual de grises que el cielo y unos labios tan finos y delicados que tan solo de permanecer sellados la haría completamente un escultura griega. Sus cabellos caían como cortinas por su espalda hasta llegar a los glúteos, tan delicados y brillantes; estaba desnuda, pero eso a ella no parecía importarle en lo más mínimo.

      —Son una criatura mágica, única —los ojos grises de la criatura se clavaron firmemente sobre el anciano— pero los míos y yo podríamos prometer no hacer daño a sus habitantes si los suyos no nos dañan tampoco—.

      —Soy el jefe de la tribu —se presentó— Taha Aki —la bella mujer se manifestó de los mares hasta terminar lo suficientemente cerca del extraño contrincante.

      —Soy la Reina de mi pequeña tribu —la voz dulce y melódica de la grácil fémina aturdió sin cuidado al viejo hombre— Caillic —la criatura miró con cierta autoridad y desdén al viejo hombre.

Entonces la húmeda y gélida mano de la primorosa criatura fue estrechada con un atisbo de inseguridad por parte el anciano, quien aseguró paz entre ambas tribus.

      —Tu tribu será dejada en libertad y en paz —aseguró mientras la observaba con atención a los ojos— mientras cumplan de igual forma con el acuerdo —la mujer asintió con una encantadora sonrisa, segundos después comenzó a alejarse de la arena y el anciano; finalmente se adentró en los mares y detrás una enorme cola similar a la de un pescado, pero de colores brillantes, destelló entre las finas aguas del mar.

Mucho tiempo después, algunas décadas más tarde, un nuevo enemigo representaría un gran peligro contra la especie de los cambiaformas Quileute; y —probablemente— para de las criaturas acuáticas. Un enemigo que ferozmente y sin un destello de luz en su muerto corazón atentaría contra decenas de vidas en las dos tribus que convivían felizmente como uno solo; destruyendo no sólo a un linaje entero de poderosas criaturas, sino también toda una vida llena de cultura y conocimientos, ¿A qué costo? ¿Por qué entonces? ¿Cuál era su propósito? Era sencillo contestar esas preguntas, la vida, la vulnerabilidad y por haberle arrebatado a su alma gemela, su único y verdadero amor, un frío.

Sin embargo, tiempo más tarde y con una nueva tribu reformada, los fríos reaparecieron en aquellas tierras, presentando una afirmación de ser diferentes, causando conmoción con la rara especie acuática que habitaba en aquellas templadas y —en ocasiones— frías aguas.

Aunque finalmente una exhaustiva caza hubiese terminado con la mayoría de la especie de aquellas extrañas pero extremadamente hermosas criaturas marinas.

(...)

Las diminutas pero poderosas llamas de la fogata se reflejaron en los orbes grises de la hermana menor de los Scott, una tímida chica de piel nieve —a comparación de sus demás parientes exceptuando a su hermano mayor— y cabellos castaños hasta por debajo de la cintura.

      —Los Quileutes han sido muy pocos desde el comienzo de la tribu, pocos podían poseer el poder de convertirse en grandes espíritus guerreros, y el último, Taha Aki, había advertido sobre una especie marina, diferente a cualquier cosa que hubieran visto en toda la larga historia de la tribu, incluso contando sus comienzos —Billy Black miró a la menor de los Scott fugazmente— las sirenas —.

Los sentidos de la pequeña adolescente se desconectaron por unos segundos para divagar mentalmente entre su especie, y cuando volvió a su realidad, Billy Black había llegado a un momento interesante de su relato.

      —Nadie sabía de dónde provenía, ni mucho menos si estaba sola, así que Taha Aki, decidió evitar el gran peligro que podría amenazar con destruir su pequeña tribu, y mantuvo un sutil tratado con la líder de aquél grupo; y así fue, hasta la llegada de los fríos. —las palabras del viejo hombre mantenían interés para la menor de los Scott— Cuando un ataque destruyó a la gran mayoría de su tribu.

"La especie parecía haber desaparecido tras aquella horrible batalla, hasta que la líder de la tribu apareció de nuevo un par de años más tarde, conquistando con sus encantos a uno de los miembros de la tribu de los Quileutes, ambas especies fueron preservadas, aunque finalmente atrajeron un extraño equilibrio a la tribu; no obstante terminaría como un gran secreto incluso para los grandes líderes de la manada o la tribu. Aún existen y perviven entre nosotros esa extraña especie, pero con menos frecuencia podemos encontrarnos con alguno.

(...)

      —Entonces, creí que lo que Embry quería era una simple cita, pero no, de verdad quería salir conmigo —la voz de la hermana mayor de Rose la aturdió un poco.

Sin embargo, su atención se había centrado en un nuevo estudiante de su bachillerato, un precioso muchacho rubio-miel de ojos dorados, quien —sin esfuerzo alguno— la había encantado y robado el corazón.

      —Mira —la castaña tímidamente apuntó con la mirada a los rostros desconocidos del bachillerato de Forks, rápidamente la mayor morena observó, y con los labios ligeramente abiertos suavemente y por lo bajo sonrió emocionada—.

      —Rose, ¿ya viste al de cabello oscuro? ¡Está guapísimo! —sonrió, aquel encanto era algo que había hechizado a todos en el instituto—.

No obstante, y sin dejar pasar ni un segundo, una tercera voz llamó su atención detrás de las hermanas, una voz femenina y agresiva.

      —Lástima —advirtió en un tono inquisidor— están apartados —la pelirroja de ojos azules miró con una media sonrisa al par—.

      —¿Verdad? —una cuarta voz apareció— Además, mírense y mírenlos a ellos — señaló una rubia de ojos verdes manteniendo un atisbo de burla en sus palabras—.

      —Sólo déjanos en paz, Lorelai —la morena clavó su fuerte mirada en la pelirroja y posteriormente en la rubia— y tú, Anne, aún no olvido que me debes veinte dólares —la de ojos verdes rió con sorna—.

      —Jódanse, tontas —la pelirroja empujó levemente a las hermanas abriéndose paso entre ellas para caminar junto a su mejor amiga entre los repletos pasillos—.

La morena de piel canela suspiró con pesadez y luego tomó a su hermana del brazo.

     —Mejor vámonos —mencionó sin más.

La más joven de las dos asintió con un sentimiento de molestia que le recorrió el corazón como ardiente fuego, aunque lo dejó pasar, ella misma sabía que sería un peligro no controlar lo que había en su interior, sus emociones, su magia y su poder.





'Til The End Of Time - Jasper Hale. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora