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Unos simples jeans ajustados y una sudadera con unos converse reemplazaron el vestido de seda color negro y los tacones del mismo tono.

—Deberías vestir así más seguido —bromeé mientras miraba de reojo a Jasper—.

—Claro, lo dices porque has elegido mi ropa —rió por lo bajo mientras el coche se alejaba rápidamente de Port Ángeles—.

—No sé si debería compartirlo contigo, ¿Se escucharía mal de una chica de diecisiete años? —él me miró rápidamente—.

—No lo creo, hemos hecho muchas cosas que no podría hacer una chica de diecisiete años —asentí mientras reía—.

—Bien, sonará estúpido tal vez, pero es como una fantasía... ¿sexual? —mis mejillas se tornaron de un color rosado—.

—¿Verme vestido como un típico "Bad boy"? —sus sonoras risas retumbaron por todo el auto—.

—Oh sí —dije prendiendo la radio, Something About Us  de Daft Punk sonó entonces— me gusta esa canción —dije sonriente—.

—Entonces déjala —me sonrió— pero en serio, ¿de verdad? —lo miré con una sonrisa—.

—Si dejas crecer un poco más tu cabello podrías atarlo en una coleta y te verías aún más... perfecto —él rió de nuevo—.

—¿Has querido decir otra cosa?

—Sí, pero me lo he pensado dos veces —sonreí—.

—Está bien —dijo con cierta diversión—.

—Puedes parar aquí —le dije al ver una clase de Motel—.

—¿Nos quedaremos aquí? —él me miró—.

—¿Hay algún problema? —él negó divertido— yo me voy a encargar de todo, para que no digan que el hijo del Doctor Cullen viene a tener sexo con su novia en un motel a mitad de la desierta carretera —él rió y asintió—.

(...)

Me encontraba recostada a su lado, con mi cabeza en su pecho y mis manos rodeándolo.

—Tu corazón está latiendo muy rápido —me dijo en un susurro—.

—Es porque te tengo aquí, justo a mi lado —él besó suavemente mi frente—.

—Son las dos de la mañana —dijo con una dulce y sonora risa— van a preguntarse dónde estamos —.

—Es verdad —dije sonriente— vamos, debemos vestirnos e irnos —me levanté rápidamente— pongámonos la ropa del baile —él asintió divertido—.

Después de todo el lío y de haber subido al auto, Jasper condujo rápidamente hacia Forks.

—¿Puedo quedarme en tu casa? —dije divertida— esperaré a que se le pase el coraje a Owen —él sintió—.

—Podrás salvarme de Alice —asentí soltando unas cuantas carcajadas—.

—Es un trato —miré entonces por la ventana— hoy hay luna llena —él me miró—.

—Es verdad —me dijo curioso—.

—Tengo una idea —él me miró confundido— volvamos a mi casa —.

—¿Porqué? —él me miró curioso después—.

—Tengo una cámara instantánea, podríamos regresar y tomar unas fotos —él asintió—.

—Suena bien, haremos eso entonces —.

—Podemos venir en motocicleta —él me miró convencido—.

(...)

Subí cuidadosamente las escaleras de mi hogar, hasta entrar a mi habitación, busqué a la luz de la luna rápidamente mi cámara instantánea y después de encontrarla la luz de mi habitación se encendió.

—Mierda —dije en voz baja—.

—Vas a arruinar tu vista —dijo Owen acercándose a mí— Son las tres de la mañana, ¡Mira cómo vienes! 

—Sorpresa... —dije sonriente antes de tomar mi casco  rápidamente y utilizar mis nuevas habilidades para escapar por la ventana, corrí hacia el garaje, donde estaba Jasper—.

—¿Te atrapó? —asentí—.

—Vamos antes de que venga para acá —.

—Ya casi llega, basta de charlas, iremos en la mía —corrimos rápidamente hacia la residencia de los Cullen—.

Cuando llegamos Alice nos esperaba afuera, con una sonrisa.

—Lo esperaba de Jasper, pero no de ti —dijo dramática—.

—Alice... —miré directamente a sus ojos dorados—.

—Sólo bromeaba —rió más tarde— deben apresurarse, tu hermano se dirige para acá —dijo Alice con una sonrisa juguetona—.

Jasper asintió con una sonrisa en sus labios, subiendo a su motocicleta.

—Vamos —me dijo divertido, asentí subiendo junto a él, sus manos llevaron las mías a su cintura, sujetándome fuertemente a él—.

Y arrancó sin más, a gran velocidad.

En algún momento mis sentidos se desconectaron temporalmente, y mi corazón no podía dejar de revolotear ante el momento de euforia.

Su encantador aroma inundó mis fosas nasales en cuanto posé mi cabeza sobre uno de sus hombros, mis ojos se cerraron y por unos gloriosos segundos parecí alucinar ante su encanto.

Ciertamente todo de él era cautivante, hipnotizante y por sí fuera poco, más que encantador.

Por primera vez en mucho tiempo me había sentido verdaderamente amada, y había dejado atrás aquél dolor y soledad que solía acompañarme.

Creía fielmente en que había encontrado a mi verdadero amor.
Al de verdad, y el que era para siempre.

No estaba soñando despierta.

Él era real.

'Til The End Of Time - Jasper Hale. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora