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En algún momento pudo escuchar ruidos, y un lobo saltó hacia ella.

La noche era más oscura y fría de lo normal, el silencio era fúnebre, no había ningún buen presentimiento.

La sirena chasqueó los dedos haciéndose un lado y haciendo aparecer una espada rodeada de una extraña nube azul en su mano.

El licántropo se hizo hacia atrás temiendo por aquella arma, una que podía partirlo por la mitad.

Entonces Rose corrió.

La muchacha hizo lo mejor que pudo, pero no tenía oportunidad de cruzar al territorio de los Cullen.

Rose logró saltar de una forma inesperada hacia el territorio de los vampiros, donde hizo a gusto una seña obscena al lobo.

Corrió entonces, y entonces sintió una especie de deja vu, escuchó el llanto de un bebé, los lloriqueos lastimaron sus oídos, Rose se retorció en el suelo, hasta que el rubio miel la sujetó entr sus brazos.

La muchacha pudo ver a través de los ventanales del despacho de Carlisle a Thot, pero parecía ser la única que lo veía.

Se apresuró entonces a ver totalmente aquella escena, y recordó su sueño.

Observó a través de los ventanales al muchacho de piel mármol, vestido de negro, y observó al mismo quitarse su sombrero mientras miraba la tarjeta de color blanco que tenía entre sus manos.

La sirena entonces calló sobre sus propias rodillas en el césped.

Miró su muslo, y miró la gran mordida que tenía allí, se extrañó por no haber sentido el dolor.
Se extrañó porque su sueño estaba cumpliéndose, tenía miedo.

No sabía qué hacer, estaba aturdida, con una mordida de un lobo en su muslo derecho, los oídos se le estaban rompiendo a causa del llanto del bebé, y Jasper no podía calmarla de ninguna manera.

Estaba perdida.










(...)









—¿A dónde crees que vas? —la sirena le gritó al ángel de la muerte—.

—Bella beberá el té, es mi último trabajo, por fin iré al cielo, Rosalinda —el hombre miró a la muchacha— gracias por todo —.

Nadie podía ver al ángel de la muerte, nadie excepto Rose.

—No puedes irte así, ¡No puedes llevarte a Bella! —.

—No es mi trabajo decidir sobre ella —el hombre la tomó de los hombros— he cumplido mi misión, descubrí mi origen, descubrí todo... La última persona a la que tenía que llevarme era Bella... Pero todas sus muertes fueron canceladas, excepto esta —.

—Tienes que hacer algo —.

—Rosalinda —el hombre miró con los ojos llorosos a la muchacha— al final de todo esta fue una tragicomedia, no puedo hacer nada, a veces se necesitan sacrificios para darle una oportunidad a alguien más... —el ángel de la muerte abrazó a la muchacha, y entonces pudo ser visible para los demás— te veré en mi próxima vida, Rosalinda —.

Jacob, Seth y Leah, junto a Jasper miraron al hombre caminar y desvanecerse entre las sombras de los árboles.

Rose miró a los licántropos y a su compañero, quien corrió a abrazarla, Rose buscó refugio en los brazos del vampiro, quien le brindó calma por un momento.









(...)









Rose estaba siendo calmada por Jasper, junto a Alice quien también trataba de animarla.

—¡Alice! ¡Jasper! ¡Rose! —Edward había gritado desesperado—.

Y Rose cayó en cuenta, corrió junto a los demás hacia el patio trasero de la residencia.

Ella miró a Edward, quien estaba cubierto de sangre.

—Son muchos —pronunció Jasper mirando a la sirena—.

—Demasiados —la del corte pixie miró a sus hermanos—.

—No lastimarán a nuestra familia —Rose y Edward pronunciaron al unísono—.

Los licántropos se lanzaron a ellos.

Los orbes de Rose se volvieron negros en su totalidad, y su gargantilla brilló de un color zafiro intenso.

Paul se había abalanzado sobre ella.

No quiero romperte las costillas —la voz de la sirena resonó en la cabeza del lobo—.

Alice estaba siendo acorralada por un lobo, todos estaban siendo vencidos.
Rose entonces gritó, Sam, el enorme lobo negro cayó al suelo retorciéndose en el mismo.
Y lo mismo sucedió con Paul, Quil y Embry.

Rose estaba flotando, y Jacob, junto a Leah, Seth, Owen y Elizabeth aparecieron.

Jacob, Seth, Leah y Elizabeth tomaron su forma lobina, mientras que Owen, al igual que Rose, invocó toda su magia.
Segundos más tarde, los Cullen restantes pelearían por defender a su familia también.

Hasta que un momento inesperado surgió.

Jacob se posicionó frente a todos los lobos, exceptuando de manera evidente, a quienes estaban de su lado.

Los dos hermanos Scott, que compartían el gen marino, tomaron la mano de sus respectivas parejas, quienes les brindaron seguridad a toda costa.

—Jacob se imprimó de Renesmee —explicó Edward con un tono de seguridad— no pueden hacerle daño, si alguien se imprimó, no pueden hacer nada, esa es su más poderosa ley... —.

San Uley miró fijamente a Jacob, quien soltó un gruñido.
Sam y los demás licántropos de su propia jauría se alejaron entonces, retirándose sin otra opción.

Rose entonces miró a Jacob, y algo resonó en la cabeza del licántropo.

—Gracias Jacob. —el licántropo miró a la sirena, y simplemente se dedicó a asentir suavemente—.

Había salvado el día.

'Til The End Of Time - Jasper Hale. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora