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Rose estaba disfrutando la fiesta, por alguna extraña razón que desconocía completamente, el rubio miel no le había protestado el hecho de que estuviera fumando un cigarrillo.
La música sonaba con bastante ánimo, y Rose había terminado en la pista de baile junto a Jasper, bailando alguna pieza musical de la cual desconocía su nombre.

Y casi al final de la fiesta, el tradicional lanzamiento del ramo, tuvo gran presencia entre las invitadas.

—¡Lánzalo ya, Bella! —Rose gritó con ganas, y así fue, el ramo voló por los aires, cayendo en las manos de la castaña, quien rió a carcajadas—.

Miró a Jasper con una sonrisa, levantando sus hombros.

La fiesta terminó durante la noche, Rose regaló un cálido abrazo a Bella antes de que esta partiera.
Y cuando se fue la fiesta realmente había terminado.





(...)





Rose subió a la Jeep de Emmett junto a Jasper.

—Thot va a ir a la reservación junto con Owen, quieren saber qué sucedió con Jacob —.

—Rose, ¿Qué me estás proponiendo? —.

—Nada... —Rose miró por la ventanilla y suspiró— Jasper, no quiero ir demasiado rápido, porque sé que eso puede molestarte... —los orbes grises de Rose miraron los pinos verdes del camino— Pero realmente estoy decidida acerca de lo que quiero... —.

—Rose... —el rubio miel tomó una de las manos de la muchacha— sabes que te amo, y que estaré bien con cualquiera que sea tu decisión... No vas demasiado rápido, sólo vas a tu propio ritmo, y puedo con eso, y con mucho más —.

Un cómodo y acogedor silencio inundó el momento, Rose se sintió calmada tomando la mano de Jasper.
La Jeep fue aparcada frente a la casa de Rose, la castaña miró con sus orbes grises al rubio miel, besando sus labios con gran desesperación, la lengua de la muchacha se abrió paso entre los labios del vampiro, y cuando se separaron, Rose sonrió mirando al vampiro.





(...)









Rose tiró el ramo en alguna parte de la habitación, estaba colgada de Jasper, con sus piernas rodeándolo, y él la estaba cargando directo a la cama de la castaña; con besos apresurados el vampiro la dejó suavemente entre las suaves sábanas de la cama, quitándose el saco.

Rose sonrió complacida quitándose los tacones.

—¿Me ayudas con el vestido? —Rose se posó frente al rubio miel, para luego ponerse de espaldas—.

El frío tacto del vampiro hipnotizó a la sirena, quien se sintió realmente ardiente en ese momento.
El vestido cayó al suelo, dejando ver perfectamente al vampiro, la ropa interior de su novia.

Rose desabrochó la camisa del vampiro, quitándola en un rápido movimiento.

En algún momento, luego de una serie de besos, las prendas sobraron y las caricias faltaron,
Los labios de Rose recorrieron el cuello del vampiro, y sus manos se posaron en la cabellera rubia de este.

El rubio juntó sus labios con los de la castaña, abriéndose paso con su lengua.
La castaña posó sus manos en la espalda de este, ella estaba ardiendo.

Y los labios del vampiro recorrieron el cuerpo de la muchacha sin prisa, los orbes grises de la sirena miraron el techo, cuando su espalda se arqueó, había llegado a esa zona.

Las plegarias de la sirena habían sido escuchadas, y el vampiro controlaba los suspiros y entrecortados gemidos de la castaña, quien encajó sus dedos en la fría espalda del rubio miel.

Los largos cabellos de la sirena se agitaban con su movimiento, cuando esta se subió al regazo del rubio miel y comenzó a dar veloces y constantes movimientos.

El vampiro pudo sentir el contraste entre la temperatura corporal de ambos, la sirena estaba ardiendo, mientras que el vampiro se mantenía frío como el hielo.

Pero algo le quedaba claro, ambos se complementaban a la perfección.

Rose se sintió completamente extasiada y complacida cuando escuchó los hilos de voz que salían de la voz del rubio.
Los labios del vampiro nuevamente la estaban acariciando.

La sirena lo necesitaba, lo necesitaba perfectamente.

Ambos estaban al límite, ambos se estaban sintiendo cercanos y completos de nuevo.
Parecía que sus problemas se estaban arreglando por sí solos.

—Jasper... —el nombre del vampiro salió en un suspiro entrecortado—.

La muchacha pegó un gemido ahogado de sus labios, al mismo tiempo que el vampiro, haciéndolo parecer para ambos la melodía favorita de ambos.

Los labios de Rose se estamparon contra los del rubio.
La castaña sabía que sus labios encajaban a la perfección, ella sabía que ella estaba hecha para él.
Y él sabía que había sido hecho sólo para ella.

Una fina capa de sudor adornó la frente de la castaña, y sus largos cabellos cayeron en cascada por su espalda.
Ambos terminaron cayendo al lado del otro en la cama de la sirena, quien sonrió envolviendo sus piernas en la cadera del vampiro.

—Dame cinco minutos, cariño... Te prometo que voy a dar mucho más de lo que estás acostumbrado a tener —la castaña besó nuevamente los labios del rubio—.

El vampiro pudo escuchar los acelerados latidos del corazón de la sirena, quien estaba ansiosa por volver a probar al vampiro.

—No me importa darte todo el día, Rose... Estoy dispuesto a recibir más de lo que puedo dar... Porque también tengo más energía... No necesito dormir... —el vampiro bajó sus labios al cuello de la sirena una vez más— te necesito Rose, te necesito tanto... —.

La noche continuó para ambos, los dos estaban dispuestos a gastar toda su energía y a dar todo lo que tenían por disfrutar la larga y joven noche.

Ambos se estaban arreglando.

Ambos se estaban curando.

Ambos se estaban amando.

'Til The End Of Time - Jasper Hale. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora