10

3.1K 209 1
                                    

Mi respiración había vuelto, mi corazón latía con menos intensidad pero me hacía sentir que realmente estaba viva.
Repentinamente el agua cubrió mis pies, giré un poco mi cabeza y observé a Jasper.

—Jasper —rápidamente me levanté mirándolo, corrí hacia él y entonces mis húmedos brazos lo rodearon— ¡Dios mío! ¡Aquí estás! —dije—.

—¡Rose! —rápidamente sus labios se estamparon con los míos— ¡Creí que te perdería! —su voz sonaba realmente feliz—.

—Tal vez tomé la decisión más difícil de mi vida —él me miró confundido— tuve un sueño, y te elegí a ti —el sonrió mostrando sus brillantes hoyuelos—.

—Gracias por eso —él me besó nuevamente— creí que morirías, o que te convertirías —.

—Soy una híbrida ahora —dije como sin nada— por cierto, ¿tienes ropa seca que puedas prestarme? estoy en estas fachas —dije mirando mi ropa—.

—Claro, vamos a casa —sonreí—.

Corrimos rápidamente hacia la residencia de los Cullen, donde se encontraban Rosalie, Alice y Emmett.

—Vaya, estás viva —bromeó Emmett—.

—Más que tú, seguro —dije soltando una carcajada—.

—Cierto —Emmett me siguió el juego—.

—Bienvenida a la familia —dijo Alice dándome un abrazo—.

—Gracias, pero no me he convertido en vampiro —dije extrañada—.

—No, pero voy a empezar a llamarte oficialmente "cuñada" —rió por lo bajo—.

—Ha visto que te casas con Jasper —dijo Rosalie divertida—.

—Es una idea muy atractiva —dije bromeando— por cierto, ¿y Bella?

—No tardará en volver —dijo Alice—.

—Bueno, ¿podrían prestarme algo de ropa seca? —dije divertida— siento que me voy a volver un hielo si sigo así —señalé mi ropa húmeda, de pronto Alice vio a Jasper—.

—Saca esas acciones de tu mente, Rosalie y yo le buscaremos algo de ropa —reí ante aquellas palabras—.

—Uh, y me criticabas a mí Jazz —dijo Emmett con una gran sonrisa—.

—¿Qué? —Jasper habló inocente—.

—Lo he visto —dijo Alice lanzando una matadora mirada a Jasper— vamos Rose —reí rápidamente mientras Alice y Rosalie me acompañaban al interior de la casa—.



(...)



—¿De verdad no quieres ir al baile? —Jasper se cuestionó por un segundo mis palabras—.

—No, de verdad, prefiero escaparme contigo a algún lugar —reí divertida— en serio, no soy buena bailarina —él me miró con una sonrisa—.

—¡Ni se te ocurra! —Alice gritó desde el tercer piso de la casa de los Cullen—.

—De acuerdo —Jasper rió por lo bajo— entonces deberíamos ir al baile —.

—Sí, hagamos eso —reí—.



(...)



Owen me miró bajar por las escaleras.

—Te ves hermosa —dijo casi con lágrimas en los ojos— tú —dijo señalando a Jasper — más vale que la cuides si valoras tu patética existencia —Jasper asintió divertido—.

—¿Te gusta el vestido? Elizabeth me lo prestó —Owen me miró— y no, no te preguntaba a ti Owen —él bufó molesto—.

—Te ves perfecta —dijo Jasper mientras me miraba sonriente—.

—Bueno, nos iremos ahora Owen —él asintió— te veré más tarde  —caminamos hasta las afueras de la casa, donde Elizabeth nos esperaba junto a su auto—.

—Espero que no hagan cosas indecentes después  —bromeó— no crean que no me di cuenta la última vez —mis mejillas se tornaron de un color rosado— estaba bromeando —hizo una pequeña pausa— no, ¿de verdad ustedes... ¡Lo sabía! —ella celebró divertida hasta que le dio las llaves de su auto a Jasper— cuida bien a mi bebé —Jasper la miró confundido— el auto, está claro que cuidarás perfectamente a Rose —.

Después de unos minutos de haber conducido rápidamente hacia donde se llevaría acabo el baile escolar, llegamos al estacionamiento del lugar.

—Llegamos madame —dijo educadamente—.

  —Me haces sentirme bastante corriente, tus modales son perfectos y los míos son un asco —dije divertida—.

—No lo creo —besó dulcemente mi mejilla— sólo una vez te he escuchado decir alguna grosería —reí por lo bajo—.

—Detrás de escena me salen groserías hasta por los codos —miré a Bella y a Edward llegar— entremos, Bella y Edward llegaron —.

—¿Segura que quieres estar allí? —negué con la cabeza—.

—Pero Alice sabrá lo que planeamos —.

—No si permanecemos todo el tiempo juntos —sonreí—.

—Sabes, creo que hay algún hotel a las grandes afueras del pueblo —reí—.

—¿Cómo sabes eso? 

—Mera casualidad, no me la pasé investigando lugares para realizar nuestras huidas

—Entonces vamos.

—Vamos a Port Ángeles a comprar algunas prendas, sería raro llegar con la ropa del baile —asintió—.

—Entonces vamos —. 

'Til The End Of Time - Jasper Hale. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora