Una larga semana había pasado y las constantes amenazas de Lorelai Lewis hacia Rose Scott no habían parado.
Sin embargo, ese día había sido de lo más particular, un viernes para ser más exactos.
Rose iba saliendo de su clase de Biología, y de nuevo se había topado con Lorelai Lewis y Anne Williams; esta vez acompañada de una chica más, una de segundo año a quien todos conocían, Charlotte Clark, una muchacha de cabellos negros hasta los hombros y ojos color miel, a quien todos parecían temer.
Rose había sido llevada a los vacíos y solitarios baños del instituto, donde había sido golpeada y —sino hubiese sido por una muchacha de segundo año— habría sido también asesinada en grandes probabilidades.
Cuando los terribles golpes cesaron, Rose miró con miedo a quienes la habían lastimado, sin embargo se encontró con un rostro totalmente distinto.
Rosalie Hale le estaba tendiendo la mano para ayudarla a levantarse.
Y las tres jóvenes que la habían lastimado habían desaparecido.
—Déjame ayudarte —Rosalie miró con preocupación a la extraña alumna—.
Rose tomó la mano de la rubia para luego levantarse adolorida.
—Soy Rosalie Hale, lamento tener que presentarme en estas circunstancias —la castaña sonrió tímidamente después de haberse levantado—.
—Rose Scott —Rosalie había hecho clic con las palabras de su hermano, entonces había comprendido una pequeña pieza del gran rompecabezas que era la castaña—.
Rosalie tomó dulcemente a la castaña apoyándola al avanzar, algo que le provocaba gran dolor a la castaña.
—Te llevaré al hospital —Rosalie empatizó rápidamente con las castaña, quien parecía estar sumamente agradecida con Rosalie por haberla salvado—.
Y así es como Rose Scott había terminado en el hospital, siendo atendida por el padre adoptivo de Rosalie, Carlisle Cullen.
—Bien, tendremos que hacerte un par de revisiones más —dijo amablemente el doctor— por favor, no te muevas, puedes resultar más adolorida de lo que ya —.
Esa había sido la primera vez que Rose Scott se había sentido aliviada después de mucho tiempo, se sentía a gusto y —a pesar del dolor físico— se sentía feliz por haber conocido a Rosalie Hale.
(...)
—¿Saben qué le sucedió a Rose Scott? —Edward preguntó a Emmett y a Rosalie— Jasper no deja de pensar en ese asunto desde hace una semana —el rubio miel no estaba presente, por lo tanto podían hablar más libres del asunto—.
—Bueno, creo que se fue de la ciudad —habló Rosalie—.
—Eso es verdad —Carlisle Cullen se sentó al lado de Edward— su hermano mayor me dijo algo así el día que Rose terminó en el hospital —Edward miró confundido a su padre adoptivo—.
—No es cierto, ¿verdad? —las palabras de Edward confundieron a Rosalie y a Emmett, Carlisle asintió—.
—No sé cuántas veces exactamente, él sólo me dijo de una vez —Carlisle miró a su hijo adoptivo— fue pura casualidad que ella me lo dijera —Rosalie sospechó—.
—¿Estás hablando de que ella trató de suicidarse? —Rosalie miró con el ceño fruncido a su padre y hermano adoptivos—.
—Sí —dijo Edward algo confundido—.
—¿Entonces sí se ha ido de Forks? —dijo Emmett sin entender mucho de la situación—.
—Supongo que sí, hace una semana que no va al instituto —respondió Edward con mucha curiosidad— les pregunté, me preocupó la especial atención de Jasper con ella —Edward estaba confundido y lleno de curiosidad—.
—¿No será que los destellos de Alice simplemente eran por que Rose era su tua cantante de Jasper? —dijo Emmett confundido—.
—Tal vez —dijo Carlisle— pero sea lo que sea es obvio que ella no es humana —aquello atrajo la atención de los presentes— como describes todo, Jasper no quiso morder a Rose, y su olor era atrayente, pero no deseoso, en realidad parecía calmar cualquier sensación —.
—Además no puedo leer su mente —dijo Edward—.
—Y Alice no puede ver su futuro —dijo Emmett—.
—Exactamente —pronunció Edward— Alice y Jasper llegaron —los Cullen y la Hale se miraron entre sí, y cuando entraron Alice y Jasper todo fue tensión—.

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'Til The End Of Time - Jasper Hale. [EN EDICIÓN]
Fanfiction"Pantalones azules, camisa blanca, entraste en la habitación, sabes que haces mis ojos arder, eras como James Dean, seguro que eres tan descarado como la muerte; te amaré hasta el fin de los tiempos, esperaría por ti un millón de años, prométeme que...