32

1.1K 115 4
                                    

—Rose, esa cosa la está matando a Bella —el aquelarre de Carlisle se había dividido en dos partes—.

—Es un bebé —la sirena simplemente se cruzó de brazos—.

—Es estúpido, ella va a morir por culpa de esa... Cosa —Alice, Jasper, Edward y Rose discutían sin la presencia de Bella—.

—Esa cosa está desarrollándose rápidamente, si no hacemos algo, probablemente Bella muera —Alice esta vez había hablado— ya no puedo ver su futuro —.

La sirena rodó los ojos.

—Ustedes no pueden decidir ante Bella, ella hará lo que quiera hacer, es su cuerpo, no el de ustedes —la sirena simplemente se dedicó a poner su palma derecha en su frente y negar con la cabeza—.

—No voy a permitir que algo le suceda —.

—No nos corresponde a nosotros —la sirena miró al cobrizo—.

—Es mi esposa —.

—Esa no es ninguna excusa —el rubio miel, la de corte pixie y el cobrizo estaban del mismo lado, no sabían qué estaba sucediendo, estaban asustados de lo que pudiera suceder.

—Tú vas a huir si algo sucede con los Vulturi, vas a hacer como que nada pasó —de nuevo las palabras del Cullen la estaban lastimando—.

—No tendría aquél valor para hacerlo —la castaña miró con sus orbes grises a su compañero— Jasper, tienes que apoyar esto, tú sabes perfectamente que lo que estoy diciendo es verdad —.

—Lo siento Rose, no quiero tener problemas —el rubio miel estaba en un lado neutro, aunque realmente estuviera asustado por lo que podría suceder por la decisión de Bella—.

La sirena rodó los ojos.

—Como quieran —pronunció con un poco de enojo—.

La sirena caminó lejos de los vampiros, aunque fue seguida por su compañero.

—Rose —la voz del muchacho llamó al atención de la castaña— cariño, sé qué piensas muy distinto a mis hermanos —.

—Está bien —aquella lejanía en las palabras de Rose hizo sentir un poco mal al vampiro— no vengas a decirme nada de eso, ¿De acuerdo? No quiero discutir —.

—Rose —el vampiro tomó la mano de la muchacha—.

—Jasper —la muchacha sabía que podía tirar a matar estando del humor en el que se encontraba—.

El vampiro estampó sus labios contra los de la sirena.
Él sabía perfectamente como contentarla, la conocía perfectamente bien.

Cuando la sirena se separó tomó una bocanada de aire y miró al muchacho.

—Maldita sea, siempre sabes cómo hacerme sentir bien —la sirena inesperadamente abrazó al vampiro— no quiero terminar siendo tan tóxica como el loco de Edward... —.

—Rose —el rubio miró a la muchacha— tengo una sorpresa para ti.








(...)







—Alice arregló el lugar para nosotros dos —era una pequeña cabaña, de dos habitaciones apenas, una pequeña cocina y una sala-comedor, a Rose le parecía perfecto, lo suficiente teniendo a Jasper a su lado—.

—Amo a Alice —la castaña miró por un momento la pequeña cabaña— esa chica realmente sabe cómo hacer feliz a una persona —.

La sirena se adentró a la pequeña casa junto a su compañero.

—Madre mía —.

Rose miró las blancas paredes de la casa, observó todo con detalle, era un lugar realmente hogareño, lo amaba.

Era perfecto.

—Pensé, que podrías venir a vivir conmigo aquí... —vaciló tímidamente el vampiro—.

—¡Eres un amor! —la sirena abrazó al muchacho, para luego besar su mejilla—

Las cosas parecían estar realmente mejorando.

Aunque existían algunas diferencias.

Nada que no pudieran superar.

O eso parecía.








(...)








—No estoy realmente segura de qué podamos hacer para que Bella mejore —Rose miró al cobrizo desde su asiento—.

El licántropo, Jacob Black miró a la humana, quien lucía lamentable, pero que se mantenía valiente.

—Jacob tiene razón —pronunció Edward, llamando la atención de todos en la sala—.

—¿Qué sucede? —la sirena no quería escuchar lo que había pensado—.

—Fue un chiste sarcástico —pronunció el cambiaformas—.

—¿Qué se te ocurre entonces? —Carlisle miró al muchacho—.

—Esa cosa debe estar buscando a quién encajarle los dientes —dijo amargamente el muchacho—.

—Podría... Funcionar —la sirena dijo insegura—.

—¿Qué opinas, Bella? —Carlisle pronunció—.

—Lo intentaré —la humana, dijo decidida, algo que honestamente, la sirena le admiraba— tengo algunas bolsas para Bella —el vampiro caminó a las cocina—.

—Vamos Jasper, vamos afuera —la sirena tomó de la mano al vampiro de cabellera miel, dirigiéndose a su lado hacia el patio trasero—.








(...)









—Sam y los demás están esperando para atacar —la sirena escuchó a Jacob hablar, Seth y Leah, quienes se le habían unido, también escuchaban atentos en el patio trasero de los Cullen—.

—Podemos hacer guardia —los dos cambiaformas restantes hablaron al mismo tiempo—.

—Estaré vigilando de mi lado —la sirena había estado teniendo una rutina extraña, el insomnio había vuelto para ella y podía tomarlo como una ventaja—.

—¿Crees que Elizabeth acepte venir? —Rose sabía que su hermana tenía los genes de los licántropos, sabía que ella se había convertido cuando se fueron de Forks por un tiempo, pero no había sido difícil para ella poder manejarlo.

—Le diré, entre más podamos proteger a Bella, será mejor —la sirena miró a los hermanos Clearwater, y a Seth, el menor de los dos hermanos, le dedicó una sonrisa cálida—.

El vampiro de cabellos mieles había notado aquello desde el balcón del hogar de su familia.
No le agradaba la idea de que se estuviese mezclando de más con los licántropos, aunque ella le aseguraba que no eran más que familia, el vampiro se estaba sintiendo inseguro, porque ellos la conocían mejor que él, y porque ellos conocían concretamente todo lo que pasaba con ella.

De lejos, el chico de piel canela y cabellos castaños miró al vampiro, y este respondió con la misma mirada.
Probablemente Rose no lo sabía, pero Seth estaba enamorado de ella.

Y había un obstáculo muy evidente para él, fuera de la edad y otros aspectos, Rose estaba total e irrevocablemente enamorada de Jasper Hale.

'Til The End Of Time - Jasper Hale. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora