'Til The End Of Time - Jasper Hale. [EN EDICIÓN]

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—Ahora lo sabes, ese es tu destino, a menos que decidas alterar su curso —Alice miró a Aro con sus orbes dorados. 

—No podemos hacer eso, la niña sigue siendo un peligro —dijo Caius.

—Y si aseguran que se mantendrá oculta... ¿Podemos irnos en paz? —el vampiros cobrizo miró a los Vulturi.

—Por supuesto, pero cómo piensan hacerlo... —Caius miró a Edward.

—Ya te lo dirán... —dos vampiros caminaron por la nieve.

—Estuve buscando mis propios testigos, en las tierras Tikuna de brasil. 

—Hay suficientes testigos —Caius fue interrumpido por Aro.

—Déjala hablar.

—Yo soy mitad humano, mitad vampiro, Como la niña... Un vampiro sedujo a mi madre, que murió al darme a luz, mi tía, fue la que me crió...

—¿Qué edad tienes? —Bella miró al híbrido con gran esperanza—.

—Ciento cincuenta años... —.

—¿A qué edad llegaste a tu madurez? —.

—Yo me hice adulto, siete años después de nacer... Desde entonces soy así —.

—¿Y tu dieta? —.

—Sangre... Comida humana... Puedo vivir de ambas... —.

—Queridos míos... —Aro miró a la guardia— aquí no hay peligro alguno... No habrá pelea... Hoy... —unos segundos de silencio decepcionaron a la guardia, quienes en seguida se retiraron.

Aro miró por unos momentos a todos los testigos que habían reunido los Cullen, al igual que a los mismos.
Entonces sonrió dándose la media vuelta y yéndose, desapareciendo así entre los árboles.

—¡Están en retirada! ¡Es momento de acatar! —.

—Vladimir, Steffan... —la sirena miró a los vampiros— no habrá pelea hoy... —la sirena dedicó una sonrisa, caminando junto a su hermano—.

El Goblin abrazó a su hermana dedicándole una cálida sonrisa.

—Te dije que todo saldría bien, Rose... —.

—Lo sé, tonto... —la sirena se detuvo por unos segundos—.

—¿Pasa algo? —el Goblin miró a su hermana con un rostro de confusión—.

Rose pudo escuchar entonces los pensamientos de Jasper.
Y se sintió como la primera vez que lo vio.
El corazón se le apretujaba, y la desesperada mirada que ella le dedicó alarmó por completo al vampiro.

El Goblin miró al compañero de su hermana, y también observó a su compañera.

—Jasper —susurró la sirena mirando con sus orbes grises desesperadamente al rubio miel—.

Unos metros atrás, el vampiro de ojos azules miró a la sirena, y el Goblin miró al vampiro, lo llamó con la mirada.

—Rose, vamos... —el Goblin y el vampiro de ojos azules llamaron a la sirena—.

La sirena miró al vampiro de orbes azules y asintió.

La del corte pixie y el rubio miel miraron aquella escena con confusión y con un poco de tristeza en el aspecto de los hermanos Scott.

El rubio miel miró al vampiro de orbes azules posar su brazo derecho sobre los hombros de la sirena, un sentimiento negativo lo invadió, pero sabía que no podía hacer realmente nada.

(...)

—¿Regresarás a la Escuela Salvatore? —el vampiro de ojos azules se estaba despidiendo de la sirena—.

—Voy a consultarlo con Elizabeth, ella estará encantada de volver... —.

—Estaré esperando tu regreso... —.

—Gracias, Sebastian... —el atardecer iluminó los bosques—.

—Me iré ahora... —.

—Espero volver, sería genial despejarme... —.

—Si decides volver, ya sabes a quién recurrir —el vampiro miró por última vez a la sirena— me iré ahora —.

—Claro... Fue un gusto volver a verte —.

—Lo mismo digo, Rose, lo mismo digo... Entonces... Adiós —.

—Adiós —la sirena sonrió para luego mirar al vampiro correr y desvanecerse entre los árboles—.

—¿Vas a irte, Rose? —esa voz tan conocida sacó de los pensamientos a la sirena—.

—Tal vez... —la sirena miró al rubio miel—.

—¿Te irás por él? —.

—No —la sirena miró al muchacho— me iré porque es bueno para mí... —.

—Y si te pido que te quedes... Por mí... —.

—Jasper. —Rose miró con sus orbes grises al muchacho— no quiero hablar de esto ahora... —.

—Necesito que me escuches, Rose —.

—Voy a escuchar lo que tenga que escuchar, pero no ahora... —la sirena miró a Bella sonreírle— hablaremos después, pero... Por ahora quiero pensar un poco... Pensar... Antes de tomar una decisión... Pero por ahora, no estoy segura de necesitar esto —la sirena tomó su dedo índice y de este quitó el anillo de compromiso— quiero que tú lo tengas... —Rose lo dejó en la mano del vampiro— hoy dormiré en la habitación de invitados... Me iré ahora, Jasper... —.

La sirena hizo unas cuantas señas a su hermano, quien asintió, entonces, Rose comenzó a andar, se dirigió hacia su residencia.

Pensaría durante la caminata, pensaría toda la noche, y pensaría correctamente.

Pensaría.