'Til The End Of Time - Jasper Hale. [EN EDICIÓN]

19

Jasper me esperaba a la orilla, esperando noticias del rastro de Victoria o del extraño invitado, había desaparecido a un par de kilómetros lejos del mar, después de haber recorrido bastantes millas de terrecería.
Al salir del mar Jasper me esperaba junto a Emmett con ropa seca.

—Ten, aquí está tu ropa —dijo Jasper, a lo que asentí—.

—Gracias —miré a Emmett, quien lucía especialmente ansioso— pueden irse si quieren —Emmett asintió caminando vagamente hacia el comienzo del bosque—.

(...)

—El rastro desapareció a cinco millas de la casa de Bella —dijo Jasper—.

—Y apenas unos kilómetros más alejados del mar —completé—.

—Alguien está tramando esto —dijo Carlisle—.

—¿Victoria? —preguntó Bella—.

—Hubiera visto su decisión —dijo Alice—.

—Deben ser los Vulturis —divagó Edward—.

—Tampoco creo que fueron los Vulturis —dijo Alice preocupada— He visto las decisiones de Aro —.

—Seguiremos buscando —dijo Emmett—.

—Nos turnaremos para cuidar a Bella en su casa —dijo Carlisle—.

—¿También la protegeremos a ella? —dijo Rosalie—.

—Rosalie —llamó Carlisle—.

—Ella tiene razón —dijo Bella— no pueden protegerme a mí, a mi papá, y buscar al intruso —Bella parecía tener un plan—.

—Y a Victoria —mencionó Rosalie—.

—Y además alimentarse —dijo Bella—.

—No te dejaré indefensa —interrumpió Edward—.

—No se van a morir de hambre, además... Yo estaría protegida, tengo... —Bella hizo una pequeña pausa—.

—Qué —dijo Edward, Bella enseguida hizo una pequeña mueca de obviedad—.

(...)

—Creemos que si te alimentas de sangre, tu fuerza y tu rapidez podrían aumentar aún más —Carlisle me miró mientras el sonido del televisor retumbaba por toda la habitación—.

—Podría hacerlo, creo que sería bueno adaptarme por si acaso —Jasper me abrazó acercándome más a él mientras las noticias sobre Seattle eran dadas por la reportera del noticiero; entonces Edward y Bella entraron a la pequeña habitación—.

—Está empeorando —profirió Carlisle apagando el televisor— tenemos que hacer algo —.

—Se necesita más de uno de nosotros para causar el daño que reportan —soltó de repente Jasper— muchos más, y son indisciplinados, descarados...

—Son neófitos —aclaró Edward—.

—¿Vampiros nuevos? —preguntó Bella—.

—Los primeros meses, después del cambio —Jasper interrumpió las suaves palabras de Bella—.

—Es cuando somos más incontrolables, deseosos, enloquecidos de sed... —Emmett interrumpió con su característico humor—.

—Es una idea seductora —Emmett me miró enconrtando una amplia sonrisa en mi rostro—.

—Nadie ha entrenado a estos neófitos, pero esto no es fortuito —mencionó Jasper mirando a Carlisle—.

—Están creando un ejército Jasper —mencionó Carlisle—.

—Ahora sí tenemos que ir a Seattle —dijo Emmett saltando de su asiento—.

—¿Un ejército de vampiros? —Bella miró a Jasper—.

—Creados para pelear contra alguien —Jasper miró rápidamente a Edward buscando una respuesta—.

—Somos el único clan cerca de Seattle —.

—Sea lo que sea, si nosotros no lo detenemos los Vulturis lo harán, me sorprende que aún no lo hayan hecho —.

—Tal vez ellos lo planearon... En Italia, leí la mente de Aro, quiere que Alice y yo nos unamos a él, sabe que nunca lo haría mientras esta familia esté viva —mencionó Edward—.

—Un ejército solucionaría eso —profirió Jasper—.

—Así que su teoría es que los Vulturi planearon todo eso, ¿sólo para que Edward y Alice se unan a la guardia? —dije confundida—.

—Exacto —dijo Edward mirándome obvio—.

—Hay muchos cabos sueltos —mencioné—.

—No los hay —a punto de comenzar una pelea con Edward, Carlisle mencionó que sería mejor buscar  más pistas antes de hacer conclusiones, haciendo que Edward y yo simplemente evitáramos las miradas del otro—.

(...)

—De acuerdo, diez dólares a que Bella se va a romper alguna parte del cuerpo —dije mirando el dinero en la pequeña barra de la cocina, Emmett me miró—.

—Hecho —dijo mirándome y poniendo otros cinco dólares— cinco más a cualquier otra cosa que arriesgue su vida se cumpla —.

—Así cualquiera ganaría —miré a Jasper, quien me miraba con una ceja alzada—.

—Ajá —Emmett me miró sonriente—.

—Veinte a que Rose te destroza en una simple pelea de fuerza —Jasper me miró sonriente—.

—Hecho —dije divertida—.

—Estaba bromeando —dijo Jasper confundido—.

Emmett y yo habíamos salido al patio, y habíamos posicionado nuestras manos en un tronco.

—No te vayas a romper tú la mano —bromeé—.

—Ajá —Jasper dio la orden de comenzar la pequeña lucha, pudiendo a penas Emmett mover mi mano, cuando como si de una muy ligera pluma se tratase su mano cayó en el pequeño y viejo tronco, rompiéndolo— otra vez —Emmett me miró con el ceño fruncido—.

—Mis veinte dólares señores —estiré mi mano viendo a Emmett y a Jasper sacar su billetera—.

—A este paso vas a ser millonaria —dijo Emmett—.

—Lo sé chicos, lo sé —sonreí divertida—.