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Luego de la llamada desesperada de Adam, dándole a conocer que un tipo había llegado a la nación diciendo que era el hijo de Noah, Josh tomó el primer vuelo hacia allí, para conocerlo.

Tenía curiosidad, quería saber cómo se veía, quién era realmente, porqué quería el puesto de líder, cuáles eran sus intereses.

Y no fue difícil encontrarlo, ya que al llegar, unas horas después de que ese muchacho se apareciera en la nación, estaba paseando por la misma.

—Neal.

El muchacho se giró y al ver a Josh, sonrió.

—Josh, el único humano que decidió vivir para siempre de esas generaciones perdidas. ¿Cómo debo llamarte? ¿Tío? ¿Abuelo? Sé que fuiste muy importante para la vida de mi padre.

—Tus ojos... Se parecen muchos a los de él —murmuró.

Neal lo miró con obviedad y sonrió.

—Soy su hijo, ya no sé cuántas veces lo dije.

—¿Cuántos años tienes?

—Veintiséis.

—Ven, sígueme —le dijo Josh caminando hasta una cafetería.

Neal lo observó curioso, y lo siguió, sentándose en una de las mesas de afuera.

—A Noah le hubiese gustado mucho conocerte, quizás si hubieras aparecido antes en su vida, él aún estaría aquí.

—No estaba preparado aún para conocerlo, no creí que mi padre estaba tan mal como para suicidarse.

—¿Por qué él nunca supo de tu existencia?

—Mi mamá sólo quería resguardarme, temía que alguien pudiera hacerme daño al venir aquí, hasta que no fuera completamente perfecto.

—¿Tu mamá fue alguna de las novias que él tuvo?

—No, no lo fue. Josh ¿Qué pasó con mis tíos? Sé que mi padre tuvo varios hermanos.

Josh suspiró y se recostó hacia atrás en su asiento, mientras leía el menú.

—Eran humanos, su tiempo aquí se acabó.

—¿Y no tuvieron hijos?

—Tuvieron hijos, sí, pero ha pasado tanto tiempo, que el lazo se rompió. Ellos viven como personas comunes, normales. No quisieron formar parte de la vida de Noah, porque conocían las consecuencias a las que se enfrentarían al hacerlo.

—¿Y qué hay de tus hijos?

Una sonrisa suave, acompañada de una expresión afligida se formó en su rostro.

—Son ángeles ahora, ellos no querían esto, no querían vivir para siempre, sabiendo que perderían más de lo que pudieran ganar. Familia, amigos... Todos irían muriendo, y ellos seguirían aquí.

—Hm, así que no tengo familia por parte de mi padre, o mejor dicho sí, pero es una familia lejana.

—Así es, pero si quieres, puedo presentártelos.

—No, no me interesan ya.

—Neal ¿Por qué quieres ser el líder?

—Este es mi lugar, el puesto era de mi padre, y me corresponde.

—Sólo por ser el hijo de Noah ¿Crees merecerlo? Ser líder le costó la vida y su familia a Noah, y ahora la familia a Adam ¿Estás seguro que quieres esto?

—Sí —sonrió con simpleza.

—Y si tuvieras el puesto ¿Qué buscas conseguir?

—Eso ya es confidencial, tío —rio.

—Quiero que sepas algo, tanto tu padre, como tu abuelo Aiden, sólo buscaron el bienestar para las personas, intentaron hacer este mundo más justo, equitativo.

—¿Pero de qué hablas? —rio—. Si querían un mundo equitativo ¿Por qué Noah dejó a toda su familia morir? ¿Por qué los humanos aún enferman y mueren? ¿Por qué sus productos son comercializados con costos tan elevados? Mi padre era un empresario, y los humanos su negocio. A mí no quieras venderme una imagen altruista que jamás existió. A Noah sólo le importó su gente, los androides, humanos artificiales y unidades sintéticas. Se guardó la inmortalidad para él mismo. Noah no fue el hombre benevolente que el mundo creyó conocer.

***

—Adam.

El moreno miró a su mujer, y luego a su hija que estaba jugando en la sala, negando con la cabeza.

—No sé que va a pasar.

—¿A qué te refieres? ¿Le vas a dar el puesto a ese tipo?

—¿Qué más quieres que haga, Laura? Max probó las píldoras en las células de él, y no le hacen nada. Al contrario, me dijo que la sustancia se oxidó, o desintegró, no sé, una mierda de reacción química. Él tenía razón, es inmune.

—P-Pero ¿Y qué es lo qué quiere? ¿Por qué el puesto de líder?

—No sé, a mí sólo me interesan ustedes ahora. Quiero que prepares las maletas para ambas, nos iremos de aquí.

—No podemos abandonar nuestro hogar, Adam, no puedes cederle el mando como si nada. No puedes-

—El tipo puede leer mentes, nuestras mentes ¿Entiendes lo que significa eso? —le inquirió frustrado—. Nadie está seguro aquí, y mucho menos nosotros con todo lo que sabemos. Le daré el maldito puesto, y que haga lo que se le plazca, pero nosotros nos vamos de aquí.

—Tiene que existir una solución, algo debe querer ¿Intentaron hablar con él?

—No, no me interesa hacerlo —le dijo dirigiéndose a la habitación.

Laura bufó con cansancio, y miró a Martina.

—Cariño, debo salir por un momento, obedece a tu papá.

—Pero-

—Hablo en serio, vendré en una hora aproximadamente.

—Mami —le dijo siguiéndola hasta la puerta—. Adam dijo que ese hombre era peligro.

—Papá ¿De acuerdo? Es tu papá, no Adam, ya lo hablamos. Ahora ve a tu habitación —le dijo Laura antes de salir.

***

—Hola ma.

"—Neal ¿Dónde estás? Llevo horas llamándote y recién me atiendes."

—Vine a ver a papá —le dijo despreocupado, mirando su nueva habitación.

"—¿Q-Qué? ¡¿Cómo se te ocurre ir a ese lugar solo?! Sabes que puede ser peligroso, Neal. Regresa a casa ahora."

—Ma, estoy bien. Deberías venir también, es un buen lugar.

"—No es nuestro lugar."

—Era de papá, su lugar, su hogar. Él creó todo esto para su familia, y soy su hijo, lo merezco.

"—Neal, por favor regresa aquí, eres todo lo que tengo... No sé que haría si llegara a perderte."

—No va a ocurrir eso, pero deberías venir aquí, no tienes idea de la tecnología con la que cuentan. Sé que harías grandes cosas, ma, más de las que ya has hecho.

"—¿Cuánto tiempo planeas quedarte allí?"

—Am ¿Para siempre? —sonrió divertido—. En una semana seré el nuevo líder.

...

Mío por derechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora