"—Quiero que salgas, vivas, disfrutes, conozcas, experimentes la vida. Qué tengas sexo, que tomes, no exceso, y obviamente, tampoco drogas —sonrió su madre—. Aunque sus efectos serían mínimos en ti, hay cosas que son mejores no probar.
—N-No quiero tener sexo —le dijo desviando la mirada.
—Puedes disfrutarlo, sin tener que estar enamorado, Neal. No necesitas una pareja, o alguien que te haga sentir amado, para poder tener sexo.
—Lo sé, pero no me siento preparado para estar con alguien más, después de haber estado con ella.
—No tienes que hacerlo ya, ni mañana mismo. Lo harás cuando te sientas seguro, y lo desees.
—¿Y qué hay de la nación?
—Usaré tu imagen, estaré en contacto todo el tiempo contigo. No tomaré ninguna decisión sin consultarte primero, puedes irte tranquilo, hijo."
Sabía que no tenía que estar allí, que debía mantenerse alejado de ella, pero no quería hacerla pasar un mal momento con su madre, incómodo. Ya que Heather, estaría usando su imagen.
Miró inseguro la puerta y la golpeó, esperando a que la muchacha fuera a abrirle. Había visto que estaba la luz de la habitación encendida, por lo que supuso que ella estaba en la casa.
Unos segundos después, Martina abrió la puerta, sorprendida de verlo allí.
—Neal.
Él la miró a los ojos, y luego desvió la mirada.
—Sólo pasaba a decirte que no estaré en la Nación, no me busques, alguien más estará ocupando mi lugar. Si me ves aquí, después de hoy, simplemente será una proyección material mía.
—¿A dónde te vas?
Negó con la cabeza, reusándose a verla.
—No lo sé aún.
—¿Pero volverás?
—Sólo eso quería decirte —pronunció antes de girarse para irse.
—Neal, espera —le dijo saliendo de la casa—. Espera un momento, yo quería hablar contigo.
—No tenemos nada que hablar.
—Sí, sí tenemos, no es así como se termina una relación. Y... Y quería pedirte disculpas también, por haberte lastimado —pronunció bajo.
—Está bien.
—A-Am, guardé tu ropa —le dijo dando un paso hacia él, cuando él también lo hizo para alejarse de ella.
—Puedes dejarla en la puerta de mi departamento, mi mamá la guardará también.
Lo vio alejarse, y se apresuró a alcanzarlo, para luego abrazarse a su espalda, con fuerza, pasando sus brazos por los costados de su abdomen.
Neal respiró profundo, sintiendo que sus ojos se humedecían. No, no era justo que le hiciera eso. Intentó con delicadeza quitarle los brazos, pero ella se negó a soltarlo.
—M-Martina.
—Regresa a casa, por favor regresa a casa, hablemos, no quiero... Aceptar que te hice daño —le dijo en un hilo de voz—. No puedo con la culpa, no puedo dormir. Sólo te recuerdo e intento no llorar, porque sé que lo merezco, pero-
—Me apresuré mucho contigo —le dijo mirando hacia arriba, negando con la cabeza—. Mi vuelo sale pronto, debo irme.
Lo soltó, y luego lo rodeó, para estar frente a él. Pero Neal se negó a verla. Martina lo tomó del rostro, y observó sus ojos azules, brillosos, al borde de las lágrimas.
—Perdón.
—Está bien.
—Volvamos a casa, hablemos allí.
—No, no lo haré, no volveré contigo.
La jovencita se mordió el labio inferior, y lo miró afligida.
—Estaba feliz cuando me fui de aquí, porque sentí que finalmente podría respirar sin que tú me estuvieras acosando. Pero descubrí que aunque me gusta dormir sola —pronunció mientras su voz se quebraba—... Me gusta más dormir contigo. Extraño que me abraces, Neal. Extraño tus besos, tus caricias, te extraño en la cama, que estemos juntos —sollozó—. Me despierto todas las mañanas, creyendo que al despertar estarás ahí, y estoy sola. Tuve la esperanza que regresarías, y jamás lo hiciste.
—Y no lo haré, no volveré a tu lado, Martina —pronunció derramando varias lágrimas—. Jamás regresaré contigo.
—¿P-Por qué?
—Porque tú no me amas, sólo estás acostumbrada a verme ahí, a tenerme ahí contigo, sabiendo que regresaría por ti. Y no volveré. Lo nuestro se terminó.
—Neal —lloró.
—Lo siento —pronunció antes de marcharse.
Aceptarla de nuevo, sería retroceder.
***
—Algunos días después—
Su madre le había dicho que saliera, que disfrutara, que viajara. Y eso es lo que él haría. Salir a conocer nuevos lugares y personas, y es así, como en una noche de alcohol, conoció a una hermosa muchachita.
Su nombre era Belen. Era una joven preciosa, de un cuerpo muy voluptuoso, que esa noche lo había cautivado por completo.
Y si, su madre tenía razón, no hacía falta estar enamorado, para tener sexo. Era increíble lo que le había gustado esa mujer, que incluso después de la primera noche juntos, habían pasado el resto de los días con su compañía.
Aunque su relación no era para nada sentimental, era puro deseo mutuo y sexual.
Y era una completa locura, ya que una vez más Neal no estaba pensando con claridad. Le había ofrecido acompañarlo en su viaje, y luego, que conociera su hogar, la Nación.
Y como la joven era tan espontánea, y ella estaba buscando justamente un hombre con dinero que cambiara su vida, con gusto aceptó irse con él.
Sin contar con el hecho de que Neal le parecía un muchacho atractivo, y además, algo ¿Inocente? O tonto, quizás era eso, se notaba que no sabía como entablar una conversación con una mujer.
Y eso lo hacía más tierno.
Pues lo que tuviera que durar, que durara. Ella sólo estaba buscando una aventura, y quizás algún que otro regalo importante que cambiara su vida.
...
Publiqué el que no era por error :'v perdón jajaja aún no está terminado el 22
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Mío por derecho
Science FictionEste libro pertenece a la segunda parte de la serie "Amor Artificial", que desde ahora se llamará Syntetics Boy. Los libros que pertenecen a esta segunda subserie, son los siguientes, y se recomienda leer en este orden. 1-Syntetics Boy 2-Leader 3-S...