Sonrió emocionada, mientras el líquido dónde se mantenía suspendido aquel hombre, se iba evacuando. Esperó hasta que la cápsula estuviera vacía, y la abrió.
—Muy bien, es momento de despertar —pronunció en un tono suave, apoyando sus manos a los costados de la cabeza de él.
El hombre abrió suavemente los ojos, sintiéndose confundido, antes de poder fijar la vista en ella.
—¿Q-Quién eres tú? ¿Dónde estoy?
—Mi nombre es Heather Bennett —sonrió sin poder dejar de mirar sus hermosos ojos azules—. Y estás en mi casa.
Estaba por volver a hablar, cuando sintió una brisa fría chocar contra su cuerpo desnudo, haciéndolo estremecerse. Fue entonces que tomó en cuenta que estaba sin ropa y mojado.
La miró aturdido, y luego se hizo hacia atrás, mirando la cápsula de contención de crecimiento, asustado.
—¿Q-Qué está pasando? ¿Por qué estoy aquí? ¿Cómo llegué aquí?
—Antes que nada, respira profundo y tranquilízate, estás muy nervioso, tu pulso se ha incrementado mucho. Y ten, para que te cubras —le dijo dándole una bata.
—Gracias —murmuró tomándola, antes de colocársela—. No quiero ser descortés, pero en verdad no sé quién eres. Mi cabeza está muy confusa.
—Lo entiendo, has estado durmiendo un largo tiempo.
—¿Durmiendo? ¿Las Apple Pills no funcionaron?
—De cierto modo sí, pero logré traerte de regreso. Creí... Que luego de que las tomaras, te habrías sentido arrepentido.
—Fue un dolor insoportable —murmuró, llevándose una mano a la cabeza.
—Ven conmigo, Noah, sentado te sentirás mejor —sonrió tomándolo del brazo, guiándolo hacia la sala de su casa.
—Aún sigo sin saber cómo nos conocemos. ¿Trabajas en el laboratorio?
—No, nunca me aceptaron ahí.
—Entonces ¿Cómo es que nos conocemos? ¿No estoy en la nación?
***
Se despertó, sintiéndose abrazada, y fue imposible no sonreír. Abrió los ojos, y observó que Neal aún seguía durmiendo. Luego de la noche anterior, el muchacho se había quedado con ella hasta que se durmiera.
Levantó una de sus manos, y acarició suavemente una de sus mejillas, sonriendo. Neal frunció el ceño, y al abrir los ojos, dejó de abrazarla, tomando distancia de ella.
—Lo siento, no sé en qué momento me dormí... Y te abracé.
Martina lo miró confundida.
—Está bien, no es tampoco como si te hubieras aprovechado de mí o algo así, para que salgas aterrado de mi lado.
—No quiero mezclar las cosas, nuestra relación sólo es como papás de Nick.
—Sí, tienes razón —murmuró, mirando hacia abajo.
—Iré a preparar el desayuno, de seguro Nick debe tener hambre también —sonrió—. Te lo traeré aquí.
—Gracias, Neal —pronunció bajo.
Entendía que el muchacho actuara de ese modo, después de todo, había perdido las esperanzas de volver a estar con ella como una pareja.
Unos minutos después, Neal regresó con su pequeño bebé, que se estaba quejando. Era tan lindo poder escucharlo.
—Acá te traigo un osito hermoso —sonrió el joven azabache, dándole varios besos cortos en unos de sus cachetitos—. Eres muy amado, hijito mío.
—Demasiado, es un bebé lleno de amor, y por eso es tan feliz —sonrió con adoración Martina, tomando al pequeño para darle el pecho.
—Y pensar.que hay seis más como él —sonrió Neal mirando a su hijo alimentarse.
—Ja, ni en sueño tendría otro —le dijo la castaña, sonriendo con cinismo—. Esos dolores que sentí del parto, no quiero volver a pasarlos.
—Sí, imaginé que dirías eso. Es por eso, que mi mamá te quitó los embriones —pronunció en un tono bajo, sin dejar de mirar a Nick.
—¿Qué? ¿Cómo qué me los quitó? ¿Por qué tu madre hizo eso? Ya estoy harta de que decidan sobre mi cuerpo —pronunció con rabia.
—Porque tú no querías más hijos, y cuando tu cuerpo sanara por completo, iba a liberarse un nuevo embrión, lo cual podría dar lugar a un nuevo bebé.
—Esa ya era decisión mía, no de ustedes, es mí cuerpo.
—Y mis hijos también. No entiendo porqué te enojas. Tú no quieres más hijos, yo sí, y ellos son míos también. Ahora nadie va a obligarte a llevar a término un embarazo.
—Pero son mis embriones también ¿Qué vas a hacer con ellos?
—Tenerlos en algún momento. Mi madre elaboró un útero artificial, capaz de cubrir todas las necesidades de un bebé sintético. Él se desarrollará con normalidad, y sano.
—Ese no será un desarrollo normal. Un bebé necesita sentir de su madre, sentirse acompañado, querido, que le hablen, que estén con él. Lo que tú propones, es un desarrollo vacío, aislado.
—Estaré con él siempre.
—Pero no lo estarás llevando tú, no vas a poder estar con él siempre, no vas a poder sentirlo.
***
Era algo incómodo ver cómo lo miraba. Su mirada siempre brillaba, tenía una sonrisa hermosa, y era una muchacha muy bonita, de eso no había dudas.
Pero él aún no entendía cómo estaba vivo de vuelta. Lo único que recordaba, era la voz de Josh, antes de que muriera. O eso fue lo que había creído.
Pero no, ahí estaba Noah Cocks, sentado en la sala de una mujer desconocida, tomando un café, luego de haber almorzado con ella.
Según le había contado, su nombre era Heather, no le había querido decir su edad, pero por su apariencia, Noah creía que debía tener unos veinticinco años como mucho.
Le había contando que era una médica genetista, especializada en lo que era la biotecnología y... Y algo más que no recordaba con precisión. Es que era difícil concentrarse cuando le hablaba y lo miraba de ese modo.
—Entonces, me gustaría saber, ahora que ya hemos almorzado, y hablado de ambos, cuánto tiempo ha pasado desde que intenté suicidarme.
Ella lo miró a los ojos, y luego tomó una galleta de la mesa.
—¿Seguro? No sé cómo esto pueda afectarte, o como vayas a tomarlo.
—Sí, dímelo.
—Está bien. Desde que moriste, a hoy, han pasado alrededor de dieciséis años.
—¿D-Dieciséis años? ¿Y por qué no me despertaron antes? Es decir... Claro, era imposible, tú seguro eras una niña entonces —murmuró, cerrando los ojos resignado—. Me he perdido quince años de mi hija, Anika ya debe ser toda una señorita.
—Y treinta seis años de Neal.
—¿Disculpa? ¿Quién es el Neal? —preguntó confundido.
—Bueno, Noah, hay cosas que aún no sabes de mí. En primer lugar, soy cómo tú, más que tú —le dijo cambiando de imagen frente a sus ojos—. Soy una especie de unidad artificial también, más sintética y perfecta. Y aunque me vea joven, biológicamente tendría unos setenta años. Y ésta, no es la primera vez que nos vemos.
...
Sólo puedo decir 😱💜
¿Alenka o Heather? 🤔
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Mío por derecho
Science FictionEste libro pertenece a la segunda parte de la serie "Amor Artificial", que desde ahora se llamará Syntetics Boy. Los libros que pertenecen a esta segunda subserie, son los siguientes, y se recomienda leer en este orden. 1-Syntetics Boy 2-Leader 3-S...