Capítulo 2: Las Cartas Anónimas

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Narrado por Danny

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Narrado por Danny

—Tantos recuerdos... —dijo Caroline al ver una fotografía de nuestro grupo pegada en el Muro de las Generaciones.

—Pero los mejores recuerdos que tenemos con cada uno de ellos Care —dije acercándome a ella para abrazarla.

—¿Sabes? Somos afortunados...

—Y demasiado diría yo.

Nos reunimos los seis para poder regresar a nuestras casas, lo mejor era descansar después del vuelo que habíamos realizado para estar de regreso.


Al llegar a casa recibí un mensaje de Megan diciendo que nos prestarían una de las casas de las familias fundadoras de Stewartville para que estuviéramos ahí los seis.

Tomé mis cosas y me dirigí hacia uno de los extremos del suburbio, en donde la zona era para las familias originarias y las que habían organizado este evento.

—Danny...

Giré la vista y ahí estaba Dylan. Se acercó a mí y me tomó de la mano para que entráramos a nuestro hogar temporal. Al ingresar, Caroline y Amber ya se encontraban en la sala de estar.

Tomamos asiento junto a ellas, para esperar a Lizeth y Tiffany, así estaríamos todos reunidos para las instrucciones que nos fuesen a dar. No tardaron mucho en ocupar un lugar con nosotros.

—Ahí viene Megan —dijo Caroline levantándose de su lugar.

—Lamento la demora amigos, pero hay muchas tareas que realizar para mañana y así esté todo listo para el viernes.

—¿La carga pesada es mañana? ¿Jueves? — preguntó Tiffany.

—Sí. Lo que pasa, es que hubo una desorganización inesperada, por lo que se pospuso la fiesta para el viernes en la noche.

—O sea que tenemos que estar otro día aquí, ¿o me equivoco? —esta vez Amber era quien había intervenido en la conversación.

—Lo lamento, entiendo si no se quieren quedar.

—No. Nos quedaremos, ¿verdad? —dije volteando a ver a cada uno de los sobrevivientes de nuestro grupo. Todos asintieron al unísono.

—Buenas tardes a todos —habló una voz que se fue haciendo cada vez más presente en la sala —. Me alegra que hayan regresado para este evento importante para Stewartville, y me alegra que a pesar de nuestros inconvenientes decidan quedarse.

—No hay nada que agradecer, es por nuestro hogar —respondió Caroline amablemente—. Pero, ¿quién es usted?

—¡Oh! Mi nombre es Trisha Marshall, una integrante de una de las familias fundadoras de Stewartville. Y, la persona que accedió a darles la estancia en esta casa.

Stewartville (Libro III) |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora