Capítulo 9: Nivel 1. La Preparatoria

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Narrado por Danny

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Narrado por Danny

Vamos Danny, no son muchas cosas.

Me repetía aquello mientras iba de camino a la preparatoria.

Una pluma, un cuaderno, el candado de un locker, el anuario de nuestra generación, el expediente del Club de los Ocho y un clip.

No era mucho lo que debía conseguir. Sin embargo, el expediente de cada uno de nosotros no sabía cómo conseguirlo. Debía tener una llave para entrar a la oficina del director actual, ahí estaba el problema.


Tan solo hace unas horas había estado en este lugar.

Crucé la entrada principal buscando un salón para poder obtener la pluma, el cuaderno y el clip. Seguro esas tres las tacharía en seguida.

Caminé entre el pasillo de planta baja y resultó ser que ninguno de los sales estaba abierto. Decidí subir al primer piso y recorrerlo rápido. Una parte de mí sabía que esto había sido estratégicamente diseñado para mantenerme alejado de los objetos el mayor tiempo posible.

Al fondo del corredor me encontré con un aula completamente abierta. Me acerqué volteando a todos lados instintivamente. Estando fuera de ella miré de reojo y no se encontraba nadie adentro.

Entré rápidamente enfocándome en lo que debía de buscar. Me moví rápido sacando el cajón del escritorio del profesor. Una sorpresa me llevé en cuanto lo abrí.

Dentro había dos fotos instantáneas de mis padres y, una nota sobre de ellas.

"Entrégame a la persona que más amas y tus padres serán tuyos."

Dylan.

No quitaba la vista de las fotografías. Estaban atados con cara de sufrimiento, como si estuvieran siendo torturados.

Intenté calmarme. No podía aceptar la oferta así sin más, no quería hacerlo. No iba a entregar a Dylan.

Continúe buscando lo que se me pidió de la lista. Razoné todo y entendí que únicamente las fotografías habían sido un distractor del objetivo del juego. Las instrucciones de Evan habían sido completamente claras. Si todos encontrábamos todo, entonces ganábamos.

Del aula tomé la pluma, el cuaderno y el clip.

Regresé al pasillo viendo cada uno de los lockers para tomar uno de los candados. La cuestión era cómo lo iba a zafar.

Corrí a la habitación de mantenimiento pensando en que probablemente habría unas pinzas para hacerme del candado. Entré y nuevamente me llevé una sorpresa.

Más fotos colgadas sobre un lazo. Esta vez podía ver a mis padres con los rostros llenos de sangre, las manos atadas y el dolor que irradiaban era más presente.

Stewartville (Libro III) |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora