Narrado por Amber
—Llegó la hora amigos —dijo Megan mientras nos levantamos para tomar nuestro lugar en la pista.
Avancé hacia mi posición y vi a las chicas posicionarse en sus respectivos lugares. Trisha por su lado, se acercó al micrófono una vez más y dijo las palabras para iniciar el baile.
Comenzó a sonar Stay de Rihanna. Era una canción lenta y muy acoplable a los pasos lentos que requería la coreografía que nos habían enseñado.
Las hileras empezaron a avanzar hasta que llegamos con nuestra primera pareja. Richard llevaba puesta una máscara de doctor de la peste negra, por lo que se nos dificultaba hablar mientras girábamos al ritmo de la canción.
Uno, dos, uno dos.
En cuanto el coro de la canción terminaba en un stay continuo, empezaban las vueltas para cambiar de pareja. Era increíble la sincronización que teníamos todos para no chocar, pero todo se debía al acomodo en círculo que tomábamos.
Mi siguiente pareja era Danny, podía ver lo feliz que estaba por su compromiso. De repente recordé que ya era su cumpleaños, por lo que lo felicité mientras girábamos felices para el siguiente cambio de pareja.
Otro stay continuo nos llevó a estar con la tercera pareja del baile. En esta colocamos cara a cara y comenzamos a bajar las manos lentamente siguiendo la sintonía de la canción.
Nos tomamos de las manos y dimos vueltas siguiendo el puente que unía las voces de los cantantes. Cada que una frase daba fin, indicaba que ya debíamos estar con una de las parejas anteriores. Finalmente terminé en brazos de Richard dando los últimos pasos del vals.
La canción había terminado y el público nos tenía envueltos en aplausos. Me sentí como en uno de los bailes que teníamos en la Preparatoria, en los estábamos todos juntos.
Richard se quitó la máscara y besó mi mano en forma de agradecimiento por la velada. No pude evitar sonrojarme mientras regresaba a mi sitio.
—Feliz Cumpleaños Care —escuché decir a Danny mientras la abrazaba.
—Miren a Amber, viene toda sonrojada —dijo Tiffany logrando que todos voltearan a verme.
—¿Qué sucedió? —preguntó Dylan que ahora estaba sentado a lado mío.
—El chico con el que bailé... no sé. Tiene algo especial.
Megan preguntó cuál de todos los chicos con los que había cambiado durante el baile, y comenzamos a reírnos en cuanto Danny dijo que se sentía halagado, pero ya estaba comprometido.
Trisha nos sacó de nuestra burbuja de risas diciendo que todos volviéramos a la pista para disfrutar de la velada.
—¡Felices ciento setenta y cinco años de Stewartville! Ahora... ¡A bailar!
La canción que comenzó fue Mambo No. 5 de Lou Bega. En seguida Caroline me tomó de la mano y nos unimos a la multitud que ya estaba bailando en la pista.
Los seis estábamos gritando, bailando, moviéndonos al ritmo de toda la gente que nos acompañaba. En segundos comenzaron a repartir globos para hacer el ambiente más divertido de lo que ya era.
Comenzaron a formar una hilera para tomar de la cintura a la persona de enfrente. La fila comenzó a correr por toda la pista, metiéndose entre el espacio que había entre las mesas. En verdad estábamos disfrutando de la noche.
Al terminar la canción ya íbamos de regreso a nuestro lugar, pero una vieja canción que conocíamos todos comenzó a sonar.
Candyman de Christina Aguilera. Pareció que todas las chicas nos habían poseído nuestra bailadora interna. Las tres nos sabíamos la coreografía que bailaban en el vídeo, por lo que ocupamos el centro de la pista con los hombres a nuestro alrededor.
Nos fueron acompañando unos más para seguir celebrando del festejo. La fiesta comenzó a tomar un ambiente demasiado tranquilo y lleno de diversión, algo que en verdad necesitábamos.
Al término de la canción, los aplausos comenzaron a reventar sobre toda la pista. Regresamos a nuestros asientos exhaustos y sobre todo, nosotras cansadas por los tacones que llevábamos.
—Ya extrañaba bailar con ustedes —dijo Caroline recordado una de las muchas aventuras que habíamos tenido en nuestras reuniones.
—¿Saben que es lo mejor? —preguntó Tiffany esperando respuesta de alguna, pero nadie supo que responder—. Todavía podemos bailar en tacones.
—Es cierto. Aún recuerdo la semana en la que Delilah iba a presentar su obra de teatro, y Caroline llegó corriendo en tacones como si no hubiera un mañana —mencionó Danny recordando un momento especial para ellos.
—Sí, jamás olvidaré ese día. El día que recibimos la estúpida nota —dijo Caroline cabizbaja.
Nos quedamos en silencio unos segundos, pero Megan nos sacó de ello preguntando si podíamos enseñarle a bailar como nosotras lo hacíamos. Sonriendo le respondí que con gusto lo haríamos, para que formara parte de nuestra coreografía.
Danny dijo que debíamos bailar en su boda un número especial que teníamos que preparar arduamente. Otra vez las risas invadieron la mesa, teníamos que ser felices pasara lo que pasara.
Después de otras canciones movidas y algunas lentas, noté a Caroline muy dispersa. Me acerqué a ella para poder hablar.
—¿Estás bien?
—Sí, solo sigo inquieta. Es que, todo es tan perfecto y lleno de energía y tranquilidad. No me lo creo Amber...
—Yo soy quien debería estar preocupada. Ustedes ya cumplieron su reto, solo falto yo.
—Ese es mi pendiente. ¿Qué tal si a Evan se le ocurre decirte que hagas algo con el atuendo que llevamos ahora? ¿Y si te pide ir lejos, mientras toda la gente está reunida aquí?
—Care, tranquila. Si eso pasa, haré todo por lograr salir victoriosa.
—Estoy muy preocupada, en verdad.
—Lo sé, pero por lo mientras disfrutemos de la velada. Estamos juntos y siendo felices, aunque sea por un instante.
—Está bien Amber.
Caroline siguió un poco distraída, pero conforme fue avanzando la noche comenzó a sentirse más tranquila.
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Stewartville (Libro III) |COMPLETA|
HorrorTras los acontecimientos vividos en su fiesta de graduación, los sobrevivientes serán llamados para formar parte del festejo de los 175 años de Stewartville. Por lo que serán protagonistas del baile en la fiesta de antifaces más esperada por el veci...