Capítulo 23: Nivel 4. El Deshuesadero

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Narrado por Dylan

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Narrado por Dylan

La noche estaba llegando rápidamente.

Cuando salí de casa aun había luz, y ahora todo se estaba volviendo oscuro. Tenía que apurarme si quería regresar a tiempo para la fiesta. Y tenía que hacerlo, no iba a dejar a Danny solo esta noche.

El deshuesadero se encontraba cerca de una de las salidas de Stewartville. El problema es que esa área, estaba abandonada. Ahí se encontraba la que fue la casa de Malcolm Stewart.

Avancé rápido entre la oscuridad. Podía ver a personas comenzando a portar sus trajes para esta noche, otros más ya estaban vestidos caminando sobre la calle. La fiesta que se llevaría a cabo en horas sería un evento que enmendaría todo el miedo que quedó durante años.

Veía a niños felices con sus familias y eso me alegraba un poco.


Llegué a la entrada del deshuesadero, la cual estaba llena de cadenas. Giré mi vista hacia alrededor, sentía que me estaban vigilando y que alguien estaba muy cerca de mí.

Encontré una tabla suelta, que con una patada ligera terminó cayéndose. Entré por ahí encendiendo la lámpara de mi celular. El lugar parecía ser el escenario perfecto para una película de terror.

Saqué la lista de objetos que debía encontrar: un vidrio roto, una lata, unas llaves y un folder.

Cuatro cosas, las cuales podían llevarme poco tiempo si me movía rápido. Una pequeña pista estaba en mi sobre, diciendo que buscará la oficina de los vigilantes que antes velaban el lugar. Por lo que decidí moverme rápido entre las partes de autos viejos.

Parecía un laberinto porque no podía dar con el lugar. Ya había perdido demasiad tiempo dando vueltas por el mismo sitio. Comencé a dejar partes de autos sobre mi camino para no volver a tomar esa misma ruta.

Cada que avanzaba, parecía como si esas partes volvieran a estar en su lugar. Alguien estaba aquí y las estaba moviendo para perderme.

Escuché un ruido y apunté rápidamente con la lámpara. No vi absolutamente nada, pero sabía que estaba acompañado por alguien. Decidí moverme lo más rápido que pudiera.

¿Cómo era posible que no encontrara el lugar que estaba buscando?


Después de dar más vueltas por fin llegué a mi destino. El lugar desde fuera se veía que estaba abandonado desde hace muchos años, pero al entrar cada cosa que se encontraba ahí, estaba ordenada.

Era obvio que Evan había estado aquí para colocar los objetos, pero no imaginé que fuese a dejar todo impecable. Tomé las llaves que estaban sobre el escritorio y comencé a buscar entre los cajones el folder. Como no encontré nada, decidí bajar las cajas de los estantes.

Algunas tenían objetos antiguos guardados, pero encontré lo que buscaba en la última caja por revisar.

Al sacar el folder me di cuenta de que también se hallaba una carpeta con una nota pegada encima.

"Disfruta tu última noche..."

La saqué para ver su contenido. Dentro de ella estaban fotografías de nuestros padres. Sus rostros parecían estar al borde de la muerte, como si hubiesen sido torturados tanto que quedaron destrozados.

No pude evitar que las lágrimas cayeran en cuanto vi a mi mamá llena de sangre, con su ropa desgarrada y a mi padre con su rostro lleno de impotencia por no poder hacer nada al respecto.

Tomé el folder rápidamente y salí del lugar. Mientras más tardaba, más tiempo le estaba dando a Evan de hacer lo que quisiera con nuestros padres. Y el objetivo de su estúpido juego, era salvarlos a ellos y a nosotros mismos.

Abrí el folder y se encontraba una pista más. El vidrio debía conseguirlo de un auto en específico, afortunadamente con tantas vueltas sabía de cual se refería.


Apresuradamente llegué al lugar donde se encontraba el auto. Con una roca del suelo le pegué a la ventana para poder obtener el objeto. Después de tomar el vidrio di media vuelta para salir del lugar, pero olvidé algo: la lata.

Había una en la bodega, ¿cómo pude haberla olvidado?

Escuché otro ruido y esta vez aparecieron siluetas detrás de mí. Del susto, mi teléfono cayó al suelo y no logré recogerlo. Salí disparado hacia la oficina en donde podría estar seguro durante unos minutos, en lo que pensaba cómo salir del lugar.

Entré rápidamente y aseguré la puerta con unos muebles que estaban cerca. Busqué la estúpida lata y la tomé para tener ya todo en mano. Pensando en cómo salir del lugar comencé a tener un ataque de pánico. Luces alrededor de la oficina me estaban apuntando, el aire empezaba a faltarme y mi visión se volvía borrosa a cada segundo que pasaba.

Caí al suelo perdiendo conciencia de todo.


Desperté cobrando el sentido de las cosas. Poco a poco me levanté tomando las cosas que debía llevarme. En cuanto recobré el equilibrio y la fuerza, salí del lugar sin mirar atrás.

Corrí como nunca en la vida lo había hecho. Con el corazón latiendo a todo lo que daba conseguí llegar al lugar por donde había entrado. Al salir unas luces me apuntaron directamente en la cara.

—¡Dylan! —sentí como unos brazos me envolvían. Sentí el calor de la persona que más amaba en esta vida.

—Danny...

—¿Estás bien? Dime que lo estás, por favor.

—Tranquilo, todo está bien.

—Estaba preocupado, no respondías el celular. Salí de casa disparado como cohete y llegué lo más rápido que pude.

—Lo siento, pero lo perdí en cuanto vi a unas personas frente a mí.

Me soltó y acercó sus labios a los míos. Podía sentir sus lágrimas caer sobre sus mejillas. Estaba asustado, lo sentía por sus temblores.

Nos separamos diciéndole que saliéramos del lugar. Tomó mi mano y comenzamos a caminar de regreso a casa. 

Les adelanto el nombre del siguiente capítulo:

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Les adelanto el nombre del siguiente capítulo:

¿Te quieres casar conmigo?

¡Gritos de emoción! JAJAJA 

Stewartville (Libro III) |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora