Stewartville (Libro III) |COMPLETA|

Capítulo 28: La Entrada

Narrado por Danny

Después de nuestros brindis, Trisha no tardó en levantarse nuevamente para tomar poder del micrófono.

—A petición mía, quiero abrir la pista de baile con los recién comprometidos. Por favor, pasen.

Unos nervios comenzaron a recorrer mi cuerpo, pero en cuanto Dylan tomó mi mano, se calmaron. Me levanté junto a él y avanzamos a la pista en donde en cuestión de horas tendríamos el baile de media noche.

Dylan me miró a los ojos a través de los antifaces. Me sentí tan afortunado de tenerlo en mi vida, y tan feliz por el paso que habíamos dado. Tomó mi mano y comenzó a sonar una canción que a ambos nos gustaba y bailábamos cada que podíamos.

The Night We Met de Lord Huron acompañaba nuestros pasos de vals. No quitábamos la mirada del uno con el otro. Poco a poco nos fueron acompañando más personas en la pista, hasta que terminamos rodeados de nuestras amigas.

—¿Qué piensas? —preguntó Dylan al haberme pedido unos segundos.

—En lo felices que seremos.

—¿De verdad lo crees?

—Sí, lo merecemos después de todo esto. Estoy infinitamente agradecido de que estés en mi vida Dylan. No tienes idea de lo feliz que me haces y de cómo haces vibrar mi cuerpo cada que siento una de tus caricias.

—Me vas a prender Danny —dijo riendo mientras le di un golpe en su brazo.

—Qué tonto eres, ¿sabes?

—Pero soy tu tonto.

Nos juntamos para cerrar con un beso. Cada que lo besaba podía sentir a las famosas mariposas en mi estómago. Sentía que fuegos artificiales estallaban a nuestro alrededor, me sentía completamente seguro.

Al terminar la canción regresamos a nuestros lugares. Volteé a ver a Trisha y en un susurro para mí le agradecí el momento que habíamos tenido.

El tiempo seguía avanzando y la media noche estaba más cerca.

Decidieron abrir el banquete antes de lo planeado. Me comencé a reír porque pensé en todas las vueltas que debíamos de dar mientras bailáramos. Seguro alguien vomitaría, y que desagradable sería ver eso.

La entrada fue una crema de champiñones, que resultó estar más deliciosa de lo imaginado. Incluso Dylan pidió una segunda porción, debido al sabor tan exquisito que tenía.

Posteriormente pasaron a darnos carne bañada en salsa roja. Parecía la típica comida que dan en eventos de este tipo, pero la consistencia y el sabor de todo, era realmente gustoso.

Para el postre nos dieron un pedazo de pastel de chocolate. El cual terminó siendo devorado rápidamente por todos.

—¡Qué gran cena! —exclamó Caroline después de limpiarse el chocolate que había quedado en sus labios.

—El pastel fue de lo mejor. Podría decir que es una de las mejores comidas que he probado en años —dijo Tiffany, quien era muy apegada a ir a banquetes de este tipo.

—Las familias fundadoras fueron las que se encargaron de ello. Quisieron dar lo mejor para los mejores —mencionó Megan dejando su cuchara sobre el plato del pastel.

—En verdad se lucieron.

—¿Y qué tal la están pasando? ¿Todo bien hasta el momento? —preguntó Megan volteando a ver a todos.

—Ha sido una noche muy agradable y llena de sorpresas —respondí volteando a ver el anillo de compromiso.

—Y vaya sorpresa la de Dylan, eh —dijo Amber con una sonrisa enorme.

—Primera llamada para el baile de media noche —escuchamos decir de uno de las personas que estaban a lado de Trisha.

—Ya casi amigos.

—Solo disfruten de su noche, y claro, del baile que nos compartirán.

Sonreí a Megan que sostenía una copa entre sus manos. Me devolvió la sonrisa y me llamó un momento para acompañarla.

La seguí a través de la multitud hasta llegar a una de las lámparas del espacio en el que estábamos.

—¿Qué sucede Megan?

—Hay algo que quiero darte —sujetó su muñeca izquierda removiendo la pulsera que traía puesta.

—¿Qué es esto?

—Era de Bryan. Una de las muchas pulseras que a veces usaba, ¿las recuerdas?

—Oh sí, claro que lo recuerdo. Pero... ¿no es tuya esa?

—No te preocupes, me pondré otra. Es solo que esta es especial, es la que más usaba.

—¿Estás segura?

—Le hubiera gustado que su mejor amigo la llevara puesta.

—Gracias Megan —dije poniéndome la pulsera. Al terminar la abracé agradeciéndole nuevamente.

—Estaría feliz por ti, ¿sabes? Sé que estabas enamorado de él.

—¿Qué? —pregunté nervioso.

—Danny, no era algo que disimularas. Pero te aseguro que a él le hubiera gustado saber de tu compromiso. Y estaría muy feliz por verte a ti lleno de tanta felicidad.

—Gracias, no sabes cuánto me reconfortan tus palabras.

—Solo sé feliz Danny. Sé feliz por los que no pudieron estar esta noche con nosotros.

—Lo haré, en verdad.

Regresamos a nuestros lugares y Dylan preguntó si todo estaba bien. Le conté lo sucedido mientras vio la pulsera que traía ahora en mi mano. Le agradó mucho el detalle que Megan había tenido hacia mí, y también me dijo que le hubiera gustado conocer a Bryan.

No me gustaba hablar mucho de Bryan estando con él. Sabía a grandes rasgos que él había sido mi mejor amigo desde pequeños y que incluso había sido la primera persona que me había gustado de verdad. Pero, evitaba no tener conversaciones sobre ello.

La segunda llamada sonó al instante, pronto daría inicio el baile. Comencé a sentirme nervioso, como si temiera que algo malo fuera a suceder en el transcurso de la noche.

Sonaba pesimista, pero no me sentí tranquilo sabiendo que Evan aún tenía a nuestros padres. Y dudaba mucho sobre el hecho de que nos dejara tener esta fiesta tranquila. Algo iba a pasar, lo presentía desde el fondo de mi corazón.

Dejé esos pensamientos fuera y seguí disfrutando de la velada con todos. Estuvimos contando anécdotas vividas en nuestras universidades, así como algunos recuerdos que habíamos vivido en Stewartville. Hubo un momento en el que recordamos a cada uno de nuestros amigos, recuerdos llenos de felicidad que vivimos juntos.

Megan también se animó a contarnos sobre un chico que había conocido un año atrás, pero que por la distancia todo había fracasado. Incluso nos dijo que lo había invitado a la fiesta, pero que no había recibido una respuesta.

—Tercer y última llamada.