Narrado por Danny
—Tranquilo Danny, estará bien —dijo Dylan al notar la angustia en mi rostro. No paraba de revisar el teléfono cada diez segundos.
—Es que no vuelve a mandar mensaje y ya pasó mucho tiempo desde el toque de queda.
—Seguro viene de camino. Tienes que tranquilizarte para no tensar más el ambiente.
Me alejé de todos por un instante. No quería seguir incomodando a los demás, sabiendo que ya estaban nerviosos.
Dylan quiso acompañarme, pero le dije que me diera cinco minutos para tranquilizarme y mantener mis pensamientos quietos. Subí a la habitación para recostarme, era lo mejor.
Estando acostado solo veía el techo. La idea de que Caroline pudiera estar en peligro no salía de mi mente. Cada que cerraba los ojos veía a todos muertos frente a mí.
La noche de nuestro cumpleaños número diecisiete había empezado a tomar control de mi mente nuevamente. La muerte de Bryan frente a mis ojos, sus últimas palabras, la última vez que lo vi.
El sonido de mi celular me sacó de mis pensamientos. Un mensaje estaba en mi bandeja de entrada.
"Te veo en la casa donde todo terminó con mi hermano. Ven solo o Caroline sufrirá las consecuencias."
Me levanté tomando mi chamarra. Bajé las escaleras rápidamente y todos voltearon a verme. Tuve que decirles que Caroline estaba secuestrada por Evan, pero que la salvaría y que debía de ir solo. A pesar de que tomaron la postura para acompañarme, entendieron que debíamos seguir las reglas de Evan.
Crucé las rejas que acordonaban la casa y un fuerte frío pegó en mi rostro. Avancé lo más rápido que pude evitando ser visto por las personas de las casas vecinas.
Al llegar a casa de Tania me tensé por volver a estar en ese lugar. Cerré los ojos y el rostro de todos los muertos aparecieron en la oscuridad. Me relajé lo más que pude y seguí avanzando hasta que entré.
La puerta rechino en cuanto entré. Toda la planta baja estaba repleta de polvo y telarañas por los años de descuido. Era un milagro que la casa no se hubiera caído por el deterioro.
La escena de Bryan tirado en el suelo volvió a dispararse dentro de mi cabeza. Giré mi vista hacia las escaleras comenzando a avanzar para quitarme de mi mente todo lo malo que había sucedido en ese sitio.
Caminé sobre el pasillo del primer piso buscando a Caroline, pero me detuve en cuanto una silueta apareció frente a mí. Me hizo señas indicando que la acompañara hasta la última puerta.
Cuando crucé hacia la habitación Evan estaba sentado sobre una silla, mientras que Caroline se encontraba atada sobre una cama toda llena de suciedad. Avancé lentamente controlando los nervios de que algo saliera mal.
Por un momento imaginé que todo acabaría de una vez por todas. Ya nos tenía a los dos bajo su poder, solo tenía que dar la orden a la persona encapuchada o que él mismo se encargara de todo. Sin embargo, no fue así.
—Hola Danny, cuanto tiempo. ¿Verdad?
—¿Qué es lo que quieres?
—Tranquilo Danny, no pasará nada si no queremos que suceda.
—¿Entonces?
—Georgina, desata a Caroline por favor —ordenó a la persona encapuchada que resultó ser una mujer. Se acercó a Caroline y comenzó a desatar las cuerdas hasta dejarla libre.
—¿Estás bien? —le pregunté en cuanto estuvo a mi lado.
—Sí, estoy bien.
—Muy bien, escuchen los dos. Caroline sabe algo que tuve que mostrarle para que me creyera, pero sé que Danny me creerá más fácilmente.
—¿De qué está hablando? —pregunté a Caroline intentando obtener una respuesta de ella, pero no resultó.
—¿Le dices o le digo?
—¿Decirme qué? —pregunté molesto al no recibir ni una respuesta.
—Está bien, lo haré —respondió Evan sonriendo macabramente a Caroline—. Hay un traidor entre ustedes...
—¿Qué?
—Oh, por favor Danny.
—¿Quién es?
—Lizeth... —soltó Caroline. Enfoqué mí vista en ella intentando que dijera más, pero volvió a quedarse callada. Una parte de mi sabía que alguien podría caer en juegos mentales de Evan, pero nunca imaginé que llegaría ese momento.
—¿Por qué? —pregunté viendo ahora a Evan para que me dijera lo que quería saber.
—Porque es una traidora. Puso primero su bienestar antes que el de todos como equipo.
—Pero, ¿qué le ofreciste a cambio? Porque sé que ninguno de ellos hubiera aceptad, a menos que le dieras un trueque.
—¿Por qué están peleando en mi juego?
—Nuestros padres...
—Así es Danny. Ella eligió salvarse a sí misma y a sus padres claramente. Pero vamos, no se desanimen porque les tengo un trato.
—No Evan, no vamos a caer más en esto —dijo Caroline alzando la voz.
—Deben hacerlo. Caroline, no estás en condiciones de negarte sabiendo que ya perdiste a tu padre. Y Danny, no creo que quieras perder a uno de ellos.
—Pero tampoco quiero poner en riesgo a los demás, ni a sus padres.
—Es fácil lo que les pediré.
—¿Qué es? —preguntó Caroline al notar que no respondía. Tuve que mirarla para poder captar su atención. Y entre susurros dijo: "Perdóname..."
—Dejaremos que Danny regrese a casa con las manos vacías. Mientras tú te quedas conmigo, él se encargara de entregarme a alguno de sus amigos. Una vida por otra, un pequeño trueque por ti Caroline.
—No, no pienso hacerlo —respondí sin dudarlo.
—Bueno, ¿acaso quieres ver morir a la única amiga que queda de tu estúpido Club? Porque eso haré si no sigues las reglas de mi juego.
—Yo lo haré si él no quiere —dijo Caroline con las lágrimas en los ojos. Sabía que estaba asustada por poner en riesgo a su mamá.
—Trato hecho.
—Caroline...
—Lo siento Danny.
Sentí un golpe en mi cabeza y caí al suelo perdiendo el conocimiento.
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Stewartville (Libro III) |COMPLETA|
TerrorTras los acontecimientos vividos en su fiesta de graduación, los sobrevivientes serán llamados para formar parte del festejo de los 175 años de Stewartville. Por lo que serán protagonistas del baile en la fiesta de antifaces más esperada por el veci...