Jodido idiota. | Abraham Mateo |

VI

–        ¿En verdad? Me importa una mierda. Que sea feliz y tengan un buen sida ambos. –Gruñí mientras tomaba otro sorbo. –No lo entiendo Tony, decía que me amaba y que era la única, pero, ¿eso? –Suspiré. –Que sean felices,pero que a mí ni me miren vamos. –Suspiré mientras pasaba una mano por mi pelo, echándolo hacia atrás.

No sentía nada, era cierto. Tal vez estaba enfadada o asqueada, porque, para qué engañarnos, vi fotos de la chica y se había hecho un completo. ¿Sabéis que es tener labios carnosos? Bueno, pues ella tenía dos globos ahí. Los pechos ahora eran tan grandes que no podía usar sujetador, o eso era lo que parecía, pues los pezones se la marcaban. ¡Que asco de tía! ¿A caso no sabe lo que es ser un humano normal y corriente?

–        Te entiendo. –Asintió. –Se ha vuelto muy superficial y egocéntrico. Ahora, solo quiere sexo y sexo, parece un perro. –Suspiró, tomando un trago de su vaso de agua. –¿¡Sabes que se quiso meter en las drogas!? –Gritó en un susurro. –No entiendo a este chico. Es decir, antes, a sus dieciséis años, era muy bueno, tú, yo y todos lo sabíamos. Ahora siquiera se tira cinco minutos con sus fans. –Negó con la cabeza.

Iba a seguir, pero la voz de un ángel le interrumpió. Sonreí y corrí la puerta, pegué mi oreja y escuché como cantaban una muy vieja canción.

– I want to go back
Forget that it's over
Paint it in black
When you left me alone
I never knew
She was sleeping next door 
With the kid I grew up with
And I can't go back to her anymore, no.. –Tarareé junto a Connor, a pesar de que no me escuchara.

Abrí la puerta y me agaché para quedar a su altura, mientras le veía acercarse hacia la puerta con la cabeza gacha, y con una sonrisa en el rostro mientras cantaba. Seguí cantando junto a él, haciendo que alzara la vista y me mirara. Dejó de cantar y vino hacia mí, me abrazó y seguimos cantando juntos, mientras nos abrazábamos. Sí, mi bebé es lo más tierno del mundo. Y es mío, solo mío.

–        You tell me you were happier with him
But you want me to stay
And you tell me that you needed time 
But you pushed me away
And when you try to take me back
My heavy heart just breaks
No, I can't lift the weight...  –Canturreamos mientras me levantaba y lo alzaba, comenzando a dar vueltas y a bailar con él en brazos. 

–        Try to forget you because it's over
And every time you ask
I'll pretend I'm okay
You're inside my head
In the middle of the night
When I don't feel right
I dream I can hold you
And I can't go back to you anymore –Terminé de cantar y lo subí a la mesa, le miré a los ojos y besé su nariz. –¿Quién te ha enseñado esa canción, mocoso? 

–El tío. –Dijo encogiéndose de hombros. –No paraba de ponerla en el coche y me la terminé aprendiendo, ¡es muy chula! –Sonrió, pero al mirar hacia el sofá la sonrisa que tenía se le borró. Miré y era por Tony, a él nunca le han gustado los chicos.

–        Él es tu tío Tony, cariño. –Reí negando con la cabeza divertida, y lo bajé de la mesa. 

–        Me da igual. –Fruncío los labios y se cruzó de labios, mirando amenazadoramente a Tony. –¡Ella es mi mamá! ¿Qué no entendéis los chicos? ¡Es mía, solo mía! –Gritó enfadado. Lo cogí en brazos y le pedí con un gesto a Tony que esperara, a lo que él asintió con una sonrisa. 

Fui hacia el cuarto de Connor y una vez ahí lo senté en su cama. –Conny, cariño mío. –Dije mientras le desabrochaba las zapatillas. –No todos los chicos son malos, ¿eh? –Quité sus calcetines y los dejé en el suelo para después echarlos a lavar. –¿Recuerdas que antes vimos un camión de mudanzas? –Asintió. –Bueno, pues él es el nuevo vecino. Se mudó porque supo que el chico más guapo del mundo vivía aquí y decidió venir. –Sonreí y fui hacia el armario, para coger unos pantalones cortos de chándal negros y una camiseta de tirantes azul oscura. –Y, pues, al ver que no estabas, le dije que esperara y así te vería. Pero, te tienes que poner esto –le dejé la ropa a su lado– porque después nos vamos a ir tú y yo a casa de un amigo mío desde pequeñitos, y vamos a jugar al baloncesto. ¿Quieres? –Sonreí mientras le besaba la mejilla.

–¡Sí mamá, sí! –Dijo mientras se quitaba la camiseta torpemente. –¿Me ayudas? Quiero sacar al chico rápido para poder ir a jugar más pronto. –Dijo mientras se ponía de pie en la cama.