Jodido idiota. | Abraham Mateo |

XIX.

Siento el retraso, es que estamos de fiestas y... xD

 

Abraham aparcó en una plaza libre, lejos de la feria. Suspiré y pasé una mano por mi cara, desesperada. Bajé del coche y sonreí sin siquiera darme cuenta al ver como Abraham bajaba del coche a Junior. Miré al cielo y, tras escuchar mi nombre fui junto a mis dos chicos.

Agarré la mano de Connor, y este con la otra agarró la de Abraham. Quise decirle algo, pero mejor me lo callé, ya que había mucha gente y no me apetecía discutir. Mi bebé comenzó a tirar de nuestras manos, dirigiéndonos a una lanzadera de niños pequeños. Fui a pagar pero Abraham negó, y me sonrió. —Hoy invitaba yo, recuerda.

—¿Qué intentas, Mateo? —Pregunté, cruzándome de brazos y arqueando una ceja. Abraham se encogió de hombros divertido y pagó. Negué con la cabeza mordiéndome el labio inferior y con media sonrisa, nos dirigimos a la lanzadera y subimos a Connor en esta. Le di un beso en la mejilla y me salí del recinto de la atracción, colocándome junto a Abraham.

—Lo siento, de nuevo. —Suspiré y miré a Abraham, me encogí de hombros y volví mi mirada a Connor.

—No tienes por que pedir perdón. —Mentí. —No me querías, y ya —Me interrumpió, negando con la cabeza rápiidamente.

—____, yo nunca, nunca he dejado de quererte.

Le miré a los ojos, y vi cómo tenía media sonrisa. Suspiré y justo, antes de hablar, la voz de mi hijo me interrumpió. —¡Má, má, grábame! —Grita desde arriba. Saco el teléfono riendo y comienzo a grabarle, mientras me muerdo el labio inferior.

—Se nota que le quieres. —Dice Abraham, mirándome.

—No, l  o amo más que a mi propia vida. —Digo, porque es cierto. Dejo de grabar a Connor una vez a subido y bajado tres veces y guardo el teléfono en mi bolsillo. —Siento esa necesidad de protegerle, de tenerle siempre a mi lado, de comérmelo a besos y de hacerle el niño más feliz del mundo. —Suspiro y lo miro. —Pero por la prensa ya no va a tener una infancia normal, y temo por ello.

Abraham se acerca temeroso a mí, abre los brazos y yo rápidamente me meto entre ellos. Comienzo a sollozar mientras él me acaricia la espalda, estoy muy estresada. 

Tras varios minutos así, me separo limpiándome las lágrimas y el rímel corrido y sonrío a Abraham, justo antes de agacharme para recibir entre mis brazos. —¿Vamos a montar en las tazas?

Connor asiente frenéticamente y agarro su mano, al igual que la de Abraham. Al parecer se pone nervioso ante mi gesto, pero decido callar para no ponerlo todavía más nervioso. 

Al llegar a la atracción de las tazas, Abraham paga los tickets y subimos junto a Connor en una de las tazas. Abraham está delante mía, mirándome con los ojos entrecerrados, al igual que yo. Me recuerda cuando teníamos 16 años y al montar en estas cosas, nos retábamos con la mirada a ver si aguantábamos más dando vueltas. 

—Te vas a cagar. —Digo, justo antes de reír. 

El pito de la atracción suena y junto a los chicos, comienzo a dar vueltas a un especie de disco que hay para darle vueltas a la taza. Miro a Connor, el cual ríe sin parar y luego a Abraham, el que está pálido y ha dejado de dar vueltas. Río y paro yo también, para así echarme hacia atrás y dejarme dar vueltas.

—Me has ganado, lo admito. —Dice Abraham saliendo de la atracción, apoyado en mi hombro y mareado.

—Lo sé, lo sé. —Río y miro a Connor. —Connor cariño, ayuda a papá a sentarse en ese banco. Voy a por un helado. —Pido y Connor rápidamente agarra la mano de Abraham, para así dirigirme yo al puesto de helados.

Una vez pido los helados vuelvo con los chicos, me siento en el medio y les entrego sus helados. Beso la cabeza de mi hijo y Abraham se echa hacia atrás, pasando un brazo por mi hombro hasta llegar al de Connor. Sonrío y lo miro, deja un beso en mi frente y río, pero mi risa se corta cuando escucho mucho murmullo y muchas luces comienzan a aparecer.

¡Feliz Navidad, amores! Espero que os lo paséis genial, que os regalen muchísimas cosas y todo lo que se suele decir en estas fechas :) Subo a los 75 votos y yo que sé... 25 comentarios (?