Jodido idiota. | Abraham Mateo |

XXV

Novela de hoy: ''Harry Styles.'' De: ImNotPerffect.

Narrador Omniscente.

Suspiró pesadamente intentando alcanzar el bote de Nocilla que aguardaba encima de la nevera, pero que, por un motivo que no recordaba, había escondido.

Ah, sí, su pequeño diablillo.

Una vez lo alcanzó, corrió al sofá y se tiró en este, relajándose. Encendió la televisión y ''Friends'' emitían, quedó mirándola hasta que el timbre de la casa sonó. Bufó y se levantó a abrir, encontrándose a Abraham con el ceño fruncido, mirando el suelo. —Eh, ¿qué pasa? —Preguntó ___, agarrando la mano del chico. Este suspiró y fue hacia el sofá, detrás de la chica a la que amaba. Se sentó mirándola e hizo un puchero, el cual borró enseguida.

—Ella... Vino de repente y yo no sabía que mierda quería. —La chica sintió como su corazón se saltó un latido. Frunció el ceño y se agarró las manos por encima de sus muslos, jugando con sus dedos gordos. —Ella... Tenía los ojos rojos y el maquillaje corrido... Me gritó porque no la creía, me tiró un jarrón pero yo... —Unas lágrimas caían por sus mejillas, pero ella era incapaz de moverse. Estaba creciendo un sentimiento en ella, que no había nacido desde hace mucho: El pánico.

Tenía pánico a que la dejara de nuevo, a que la haya utilizado. Tenía miedo a pensar que era un juguete de usar y tirar, que ya no querría estar más con Connor y olvidaría al bebé en camino. Suspiró entrecortadamente y Abraham alzó la mirada, para mirarla.

—La he dejado...La he dejado embarazada, ____. Pide que me case con ella. 

La embarazada se levantó de golpe, sintiéndo las lágrimas picar en sus ojos. —Voy a hacerlo... —Susurró. —La gente pensará que soy un asco de hombre... 

—¿¡Y a Connor!? ¿¡Y a mi bebé!? —Gritó histérica, notando caer sus lágrimas. —¡No mientas más, nos usaste! ¡Te dejó y viniste a nosotros porque te sentías solo! —Se agarró de los pelos desesperada. Señaló la puerta y lo miró desafiante. —Vete, vete y no vuevlas.

—No, ___, cariño... —____ lo cortó inmediatamanete. 

—Fuera, he dicho. No me hagas llamar a la jodida policía. —Hipó. Abraham intentó volver a hablar pero la chica lo calló golpeándole la mejilla con la palma de la mano. —Ahora.

Abraham se dio media vuelta con las lágrimas a punto de salir de sus ojos, abrió y giró de nuevo para ver por última vez a esa chica que tanto amaba, la cual se encontraba en el suelo, escondiendo su rostro entre sus rodillas, llorando. Tragó duro y cerró la puerta, dejándola sola, como ella había pedido.