-Mamá, de mayor voy a ser prostituto.
-¡Connor _____! ¿Acaso sabes que significa eso? -Exclamé horrorizada.
–El tío dijo que era un buen trabajo, daban mucho dinero, disfrutabas y encima te alagaban. –Sonrió. –Por cierto, ¿qué significa alagaban?
–Tu tío lo que es tonto. Ese trabajo solo te trae enfermedades y arañazos en la espalda. –Dije ignorando su última frase. –Ahora, ve al cuarto, ponte la ropa y vámonos, que te voy a enseñar tu nuevo cole.
–¡Oh, sí! –Sonrió. –Mamá, ¿qué mote me pega más? ¿Gilipollas o Sexy Rubio? –Preguntó arrascándose la cabeza.
–Connor, como vuelvas a decir gilipollas, te quedas sin chuches, televisión y sin jugar a tus consolas. –Gruñí.
–Vale, me lo apunto. Entonces, ¿Sexy Rubio?
Salió corriendo al verme levantarme amenazadoramente, dirigiéndome hacia él. Se encerró en su cuarto y comenzó a cambiarse -ya que, al ducharse o cambiarse, cantaba- y mientras, yo, me peinaba. { Vestimenta en Multimedia }
Cogí el bolso y esperé a Connor, el cual salió enseguida. Agarré su mano y salimos de casa, no sin antes despedirnos de Basura, el amigo imaginario de Connor. Un nombre muy original, ¿verdad?.
Decidimos ir andando, así recorría con tranquilidad las calles.
Todo estaba igual, solo que, ahora, las casas estaban más antiguas. No mucho, pero se notaba el cambio. Habían plantado unos cuantos árboles, y habían decidido colocar papeleras por las calles.
Unas chicas comenzaron a gritar mi nombre. Fruncí el ceño y me giré, viendo a dos chicas de aproximadamente dieciséis años corriendo hacia mí. Sonreí sin quitar el ceño fruncido y, en menos de cinco segundos, las chicas estaban delante mía.
– ¡Dios, tú eres ____! ¡Y él es Connor! –Gritaban las chicas desesperadas.
– Em... ¿Sí? ¿Qué pasa, chicas? –Pregunté sin entender.
– Mamá, me dan miedo. –Dijo señalando a las chicas y frunciendo los labios.
Lo alcé en brazos y este escondió su rostro en mi cuello. Esperé a que a las chicas les pasara la tontería, pero al parecer no iban a ceder. Decidí dar media vuelta y comenzar a andar, pero la voz de una de ellas me interrumpió.
– Dios, perdón, perdón. –Dijo respirando agitadamente.
– ¿Podríamos hacernos una foto con vosotros? –Preguntó la otra chica, sonriendo.
– Pero, ¿por qué? No somos famosos.
– ¡Estás en todas partes! En la televisión, periódicos, revistas, ¡hasta en folletos que reparten en nuestro instituto!
– ¿¡Qué!? –Pregunté histérica. –¿Por qué?
– Se cree que Connor es hijo de Abraham y que lo has estado ocultando. –Dijo intentando inspeccionar la cara de mi bebé, pero por suerte, me di cuenta y puse mi mano en su nuca, acariciándolo e impidiendo que saliera a la luz.
– Bueno... Nosotros nos tenemos que ir, y, a Connor no le gusta hacerse fotos. –Mentí. –Lo siento, otro día será, ¿sí?
Sin esperar respuesta alguna, di media vuelta y comencé a andar. Le pedí a Connor que no sacara la cabeza, pues nos estaban haciendo fotos y no quería que le descubrieran.
Es evidente que Connor, es hijo de Abraham. Tiene su nariz y labios, mientras que tiene mi pelo y ojos, puesto que los míos eran más grandes que los de Abraham, y las pestañas eran muchísimo más largas.
Sí, mis ojos son perfectos.
Una vez crucé la esquina, vi un grupo de chicas. Y, para no arriesgarme, saqué unas gafas y me las coloqué. Busqué la forma de pasar por otro lado para llegar al colegio de Connor, pero no había. Asíque, guardé su cabecita en mi cuello y me encaminé hacia el grupo.
– Oh Dios, creo que es ____ –Murmuró una chica señalándome.
Cuando todas se giraron, puse cara de temor y entré corriendo al colegio. Las chicas empezaron a gritar mi nombre desde fuera y yo, totalmente confundida, me encaminé hasta el despacho del director.
No comprendía nada. Es decir, ¿de un día para otro, ya soy famosa?
Yo no quiero esta vida. Quiero salir con mi niño a tomar un helado sin tener que estar rodeado de fotógrafos y reporteros. Yo ya lo viví, por poco tiempo, pero fue un auténtico agobio. Todo eran flashes, flashes y más flashes, y, pues como que no voy a permitir que mi hijo tenga una infancia rodeada de agobio y angustia.
Estoy dispuesta a todo, por mi hijo.
ESTÁS LEYENDO
Jodido idiota. | Abraham Mateo |
Romance''Nerviosa, agité el test de embarazo,y, tras varios minutos de espera, la respuesta llegó''. ''-Positivo''.